dijous, 29 d’abril del 2021

Sobre la acedia. Giorgio Agamben

Querría hablaros no de la lectura y de los riesgos que comporta, sino de un riesgo que es todavía anterior, es decir, de la dificultad o de la imposibilidad de leer; querría intentar hablaros no de la lectura, sino de la ilegibilidad. Todos vosotros habéis experimentado aquellos momentos en los que quisiéramos leer, pero no lo logramos, en los que nos obstinamos en hojear las páginas de un libro, pero el volumen literalmente se cae de nuestras manos. En los tratados sobre la vida de los monjes, ése era precisamente el riesgo por excelencia al cual un monje podía sucumbir: la acedia, el demonio meridiano, la tentación más terrible que amenaza a los homines religiosi se manifiesta sobre todo en la imposibilidad de leer. Ésta es la descripción que hace san Nilo: Cuando el monje atacado por la acedia intenta leer, inquieto, interrumpe la lectura y, un minuto después, se sumerge en el sueño; se talla el rostro con las manos, extiende sus dedos y lee algunas líneas más, mascullando el final de cada palabra que lee; y, mientras tanto, se llena la cabeza con cálculos ociosos, cuenta el número de páginas que le restan por leer y las hojas de los cuadernos, y comienza a odiar las letras y las hermosas miniaturas que tiene frente a sus ojos, hasta que por fin cierra el libro y lo utiliza como almohada para su cabeza, cayendo en un sueño breve y profundo. La salud del alma coincide con la legibilidad del libro (que es también, en el medievo, el libro del mundo); el pecado, con la imposibilidad de leer, con que el mundo se vuelva ilegible. (...) https://psicoanalisisalmargen.wordpress.com/2021/04/22/la-dificultad-de-leer-por-giorgio-agamben/