Año: Aprox 994 (era Heian)
Título original:The Pillow Book of Sei Shonagon
Autora: Sei Shonagon (清少納言)
Selección: Jorge Luis Borges y María Kodama
Traducción: María Kodama
Prólogo: María Kodama
Colección: El libro de bolsillo / Literatura / L5647
Editorial: Alianza Editorial
Cuarta reimpresión: 2012
Ilustración de portada: Chobunsai Eishi (鳥文斎 栄之). Seis poetas inmortales
126 apuntes de la ayudante de la Emperatriz junto a un cuerpo de 171 notas. Parece que la obra completa consta de unos 300 apuntes.
Se data en la era Heian entre el 994 y el 1002.
La primera traducción al inglés fue de T. Purcell y W.G.Aston en 1889.
El estilo es agradable y simple -puede que sea una característica de la poca literatura japonesa que conozco- pero la continua consulta -necesaria- a las notas hace que la lectura pierda agilidad.
El libro es un poco plasta y, en cierto modo, se salva por las notas que aportan información muy interesante sobre la cultura japonesa.
No es que sea especialmente recomendable salvo que -como yo- tengas un especial interés en cualquier producción literaria -no religiosa- de antes del año 1000
Algunas perlas:
La primera es de la propia María Kodama en el prólogo y funciona como "calentamiento":
“Parte de la emoción que produce en nosotros contemplar una obra de arte es, precisamente, sentir el asombro y el vértigo al imaginar los avatares que debió atravesar para llegar con esa aparente y extrema fragilidad hasta nuestros días”
Ya dentro de la obra:
5. Distintos modos de hablar
El lenguaje de hombres y mujeres.
Las notas indican que en esa época, el lenguaje de las mujeres usaba muchas menos palabras de influencia china que el lenguaje masculino.
7. Cuando la Emperatriz se mudó...
Cuando la Emperatriz se mudó a la casa del Mayordomo Narinasa,...
En el periodo Heian, una mujer embarazada era considerada impura y no podía vivir en el Palacio Imperial.
8. La gata que vivía en el Palacio
-Pobre Okinamaro. ¡Cómo lo golpearon ayer! ¡Qué triste pensar que ha muerto! Me pregunto en qué cuerpo se ha reencarnado.
Okinamaro es un perro, pero independientemente de su naturaleza, lo que sorprende es la absoluta seguridad en la creencia de la reencarnación.
11. El biombo corredizo del fondo de la sala...
Una historia así no sería posible en nuestros días.
El tema de que todo era diferente tiempos atrás no se limita a la cultura occidental. Este comentario aparece en varios de los apuntes.
13. Cosas y gente que deprimen
Uno ha escrito una carta y se ha dado mucho trabajo para que sea todo lo atractiva posible y uno aguarda impaciente la respuesta....
Uno ha enviado a un amigo un verso, que ha salido bastante bien, ¡Qué depresión cuando no hay un poema como respuesta!
Aunque nos pueda evocar el mundo actual, ávido de recibir y enviar mensajes, no se puede dejar de destacar la voluntad de añadir belleza. En eso, creo, que radica la diferencia. Por otra parte, la nota 43 nos informa que todo poema debía ser contestado en forma personal e inmediata, pero quedaban eximidos de esa regla los poemas de amor cuando no existía interés.
Tomar un baño caliente cuando uno acaba de despertar no sólo es deprimente; lo pone a uno de mal humor.
Esta tía no se entera...
14. Cosas odiosas
Alguien que ha estornudado y que dice él mismo un conjuro.
La verdad es que odio a cualquier persona que estornuda salvo cuando es el dueño de la casa.
En la nota 48 se indica que estornudar era de mal agüero. Otra persona podía hacer un conjuro para evitar la mala suerte, pero no podía ser la misma persona. Mas adelante, otra nota, informa que, si alguien estornuda, se interpreta que lo que uno acaba de decir era mentira.
No puedo soportar a la gente que se va y que deja abierta la puerta.
Pues vete a Madrid y ya verás..
De paso, me ha escandalizado oír a personas importantes diciendo "Yo" mientras conversan en presencia de Sus Majestades. Semejante falta de etiqueta es en verdad afligente, y no sé cómo no hay personas que no la evitan.
Uy, terrible, seguro que Sus Majestades tendrán urticaria...
En verdad, el amor que se siente por un hombre, depende en buena parte de sus despedidas. Cuando salta de la cama, ya de un lado para otro, se ajusta la faja del pantalón, levanta las mangas de su capa de corte, o de su traje de caza, se mete sus pertenencias entre su ropa y asegura su faja exterior; una ya empieza a odiarlo.
Interesante punto de vista femenino.
16. Cosas que despiertan una querida memoria del pasado...
Una noche de luna.
El simbolismo de la luna para la cultura japonesa es muy destacado. Hace pensar en Murakami.
21. Al visitar el templo de Bodai...
Lo mismo debió sentir Hsiang Chung cuando se olvidó de la gente que lo esperaba ansiosamente en su casa.
En la nota 58 se nos informa que Hsiang Chung estaba tan absorto en el estudio de un texto taoísta que no advirtió que el río se había desbordado y que él estaba rodeado de agua. El tópico del sabio despistado es también universal.
22. Hace un calor tan sofocante...
Se propone regresar y escribir su carta de la mañana siguiente.
Atención a la nota 60: El protocolo exigía el envío de una misiva amorosa por parte del caballero a la dama con la que había pasado la noche. No cumplir este requisito significaba la ruptura de la relación.
Este capítulo es bastante novelesco y recuerda, en cierto modo, la literatura picaresca española. Acaba pensando que lo que él ha vivido, también le ha pasado a otro caballero.
35. La visita de un amante...
Los servidores que lo acompañan esperan afuera impacientes convencidos de que "el mango de su hacha se hará polvo".
En la nota 76 tenemos otro caso de literatura universal:Wang Chih, un leñador, se queda absorto viendo una partida de go que jugaban dos hombres en una cueva de la montaña. Al poco tiempo se sorprende que en su hacha se haya depositado herrumbre. Cuando regresa a casa se da cuenta que todos sus familiares han muerto ya que han pasado cientos de años. Regresa a la montaña y alcanza el rango de los Inmortales del Tao.
Cuando las personas, sean ellas hombres o mujeres o monjes, se juran eterna amistad, es raro que esa relación no se deteriore antes del fin.
No se donde, hace poco, leía que una amistad verdadera genera una cierta tensión ya que solo se podrá validar al final de la vida.
46. En el Primer Mes cuando voy a un templo...
Puede haber algunas mujeres adecuadas entre las doncellas, pero el fastidio reside en que una ya sabe demasiado bien lo que van a decir.
47. Cosas vergonzosas...
El corazón de un hombre es una cosa vergonzosa. Cuando está con una mujer que lo aburre y que le desagrada, no le dice que no le gusta y le asegura que puede contar con él. Aún peor, un hombre que tiene fama de ser bondadoso y cariñoso, trata a una mujer de tal modo que ella está convencida de que sus sentimientos son sinceros. Pero él, le es infiel no sólo en sus palabras sino en sus actos; le habla mal de otras mujeres, del mismo modo que les habla mal a las otras de ella. La mujer, por supuesto, no sospecha que está siendo calumniada y, oyendo que habla mal de las otras, cree candorosamente que él la prefiere. El hombre, por su lado, sabe muy bien que ella piensa esto, ¡Qué vergüenza!
48. Cosas que han perdido su poder...
Una mujer que se ha enojado con su marido por un momento trivial abandona la casa y busca algún lugar donde esconderse. Está segura de que él se apresurará a buscarla. Pero no hace nada y muestra una despiadada indiferencia. Como su ausencia no puede ser eterna, traga su orgullo y vuelve.
Una de las bases de la violencia de género.
50. Recuerdo una mañana clara...
Luego conté a la gente lo bello que había sido todo eso. Lo que más me impresionó fue que nadie se impresionara.
68. Cuando una mujer vive sola...
Me desagrada la casa de una mujer sola cuando se nota que es hacendosa y pone cada cosa en su lugar y cierra bien la puerta.
69. Cuando una dama de la corte está de licencia...
Uno puede saber si un hombre realmente la quiere si insiste en quedarse toda la noche, por más que uno lo urja a irse.
72. Cuando me inicié en la corte como dama de honor...
...La Emperatriz habló un rato conmigo y pregunto después:
-¿Realmente me quieres?
Contesté:
-Pero, Su Majestad, ¿cómo no voy a quererla? -en aquel momento alguien estornudó en el comedor.
La Emperatriz dijo;
-Estás diciendo una mentira. Bueno, así será -y se fue al otro lado de la pieza.
96. Cosas placenteras
Siento más placer cuando algo bueno le sucede a una persona que yo quiero que cuando me sucede a mi
Y, seguramente, no ha leido a Cipolla.
109. El mar siempre es aterrador...
El mar siempre es aterrador, aún más aterrador debe ser para esas pobres mujeres que, en busca de perlas, tienen que sumergirse en el abismo para ganarse la vida.
Las primeras noticias de las buceadoras japonesas Ama data de hace 2000 años.
123. La casa tenía un gran patio...
Comprendí que alguien en la casa estaba muy enferma porque una muchacha robusta, con una espléndida mata de pelo, entró en la habitación. Era, evidentemente la médium a quien sería transferido el espíritu maligno.
124. Cosas que son desagradables de ver
Mujeres con ropa de viaje que caminan apresuradas.
Aristóteles estaría plenamente de acuerdo.
Sobre Chobunsai Eishi (鳥文斎 栄之), autor de la ilustración de portada:
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