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dimarts, 1 d’agost del 2023

La sabiduria de lo incierto de Joan-Carles Melich

 "Sucede cuando nos preguntan, seamos estudiantes o maestros, que lo primero que se experimenta es un sobresalto, una especie de sentirse sorprendido “in fraganti”, como si hubiésemos descuidado algo, o dejado en olvido, por lo menos. Y aun puede ocurrir que tratándose de una pregunta para la cual disponemos de adecuada respuesta, al sobresalto suceda un vacío en la mente. Nada hay más contrario para salir de esta situación que el esforzarse para salir de ella. Por el contrario, hay que sostenerse en ese vacío de la mente con un corazón firme. Y entonces, sólo entonces, es cuando aflora la respuesta: una respuesta todavía más precisa de la que creíamos tener. Entre la pregunta y la respuesta debe existir, de mediar, un vacío, una detención de la mente, una cierta suspensión del tiempo." [Maria Zambrano] 238

Dice Kant en la Fundamentación de la metafísica de las costumbres que lo que distingue a los seres racionales de las cosas es que los primeros tienen "dignidad", mientras que las segundas solo tienen "precio". 241

Lo importante ahora es subrayar que todos los ejemplares del mismo libro son idénticos y, en cambio, cada uno es distinto en función de su lector, porque lo que hace del libro una cosa singular es la «relación» que ha establecido con su lector. 244

Los profesores que educan desde las disciplinas no aman los libros, aman una lógica correctiva que expulsa determinadas obras porque no forman parte del canon de la materia, de la asignatura impartida o de la guía docente. En cambio, los que se atreven a educar desde los libros no tienen miedo a romper con el régimen disciplinario, y situarse en una perspectiva «mestiza». Pero esos profesores son peligrosos porque ponen en cuestión el orden discursivo imperante, y no tienen la protección que ofrece el sistema pedagógico, no tienen la red de seguridad de la lógica disciplinaria. No hay que olvidar este aspecto, a saber, que el régimen disciplinario es siempre, en mayor o menor medida, un régimen protector. 363

El autor es una presencia ausente. Y aunque el autor esté físicamente presente, en una presentación o una conferencia, por ejemplo, en un encuentro o un curso, si se trata de la lectura filosófica o literaria, la del autor no es «la» lectura autorizada, sino una más, de las muchas, de las infinitas lecturas posibles. Toda lectura es lectura de ausencias. El libro, es verdad, es un maestro, pero uno distinto al que estamos acostumbrados; es un «maestro ausente». Si mis dudas acerca del texto que estoy leyendo persisten tampoco puedo preguntar a un experto, porque éstos me responderán con toda seguridad al modo erudito, y no es eso lo que ando buscando. Nada tiene que ver el erudito con el lector. 372

divendres, 21 de juliol del 2023

Un pueblo traicionado de Paul Preston

Unes quantes perles de UN PUEBLO TRAICIONADO de Paul Preston:

El rígido control de los medios de comunicación y del sistema educativo había creado lo que se denominó «el franquismo sociológico». Con el apoyo sustancial de los bancos, la formación de Fraga, Alianza Popular, se había fundado ya en la segunda mitad de septiembre de 1976. Parte de su financiación provenía ilegalmente de la Unión Social Cristiana de Franz Josef Strauss. Hans Hoffmann, un destacado miembro de la comunidad nazi exiliada en España y factótum de Girón en Málaga, creó la Fundación Hanns Seidel en dicha ciudad, a través de la cual se canalizaba dinero hacia Alianza Popular.

 

La UCD era, por tanto, el instrumento ideal para garantizar que, en la transición de un régimen dictatorial a un régimen democrático, el verdadero poder del Gobierno quedara en manos, si no de las mismas personas que antes, al menos de individuos suficientemente conservadores como para garantizar la estructura existente de poder económico y social.

 

El aparato de propaganda de la UCD trabajó con denuedo para atraer a las mujeres, aprovechando el aspecto de galán de cine de Suárez y creando una imagen de hombre de familia devoto y católico practicante.

 

A cambio del restablecimiento de la Generalitat, mediante una adaptación del Estatuto de 1932, Tarradellas prometió la lealtad de Cataluña a la monarquía, la aceptación de la unidad de España y el respeto a las fuerzas armadas.

 

La trayectoria de éxito de Suárez tocó a su fin en el transcurso de 1978. El aumento de la delincuencia callejera a consecuencia del paro desbocado fue explotado por la prensa para fomentar el pánico de la clase media ante el colapso de la ley y el orden. La ultraderecha afirmó que los delincuentes eran izquierdistas que habían salido de la cárcel gracias a la amnistía. La izquierda argumentó que la policía estaba tratando de erosionar la democracia permitiendo que los delitos se descontrolaran. Desde luego, existía un contraste notable entre la brutal eficacia de la policía bajo el franquismo y su aparente impotencia en el régimen democrático.

 

La convicción general en Euskadi de que Martín Villa aprobaba la brutalidad de la policía y la Guardia Civil impulsó el apoyo a ETA. El 11 de enero de 1978, un policía y dos etarras murieron en un tiroteo en Pamplona. Cuando los periodistas le pidieron su opinión, Martín Villa hizo este desafortunado comentario: «Van dos a uno. A nuestro favor».

 

Su impotencia ante los actos de brutalidad confirmó la idea muy extendida en el País Vasco de que las fuerzas del orden españolas eran un ejército extranjero de ocupación ante el cual las acciones de ETA constituían una legítima defensa. El Gobierno parecía paralizado ante los asesinatos casi semanales de policías o guardias civiles por parte del grupo. Los actos de terrorismo indiscriminado comenzaron a restar apoyo popular a ETA, aunque no lo suficiente como para ayudar a Suárez. La ola de asesinatos llevó al Gobierno a efectuar varias tentativas de negociación de una tregua.

 

Así, el referéndum del texto constitucional se celebró el 6 de diciembre en un clima de tensión. Sin embargo, a pesar de una abstención a escala nacional del 32,3 por ciento, el resultado fue un claro aval popular a la Constitución. La abstención fue un síntoma del creciente desencanto con la política. El Gobierno se mostró preocupado por los resultados en Euskadi, donde la abstención alcanzó el 51,1 por ciento del electorado y el «no» supuso un 23,54 por ciento de los sufragios.

 

Tejero deseaba que una junta al estilo Pinochet aplastara a la izquierda y revocara las autonomías regionales, por lo que rechazó airadamente la idea de un Gobierno de coalición con Felipe González como vicepresidente e incluso un comunista, Jordi Solé Tura, como ministro de Trabajo, lo que sugiere que Tejero no estaba al tanto de las intenciones de Armada.

 

Desde principios de mayo, 48 personas, entre ellas varios niños, habían muerto a causa de una misteriosa enfermedad diagnosticada como «neumonía atípica». Más de ocho mil más estaban hospitalizadas y padecían síntomas terriblemente dolorosos. La causa de la epidemia era el aceite de colza desnaturalizado, que había sido adulterado con aceite industrial y varios productos químicos para que pareciese aceite de oliva y pudiesen venderlo en puestos callejeros.

dimecres, 9 de juny del 2021

Zalacaín el aventurero de Pio Baroja

LIBRO I / CAP III Para los momentos en que Tellagorri estaba un tanto excitado o borracho, tenía otra canción bilingüe, en que se celebraba el abrazo de Vergara y que concluía así: ¡Viva Espartero! ¡Viva erreguiña! ¡Ojalá de repente ilcobalizaque Bere ama ciquiña! (¡Viva Espartero! ¡Viva la reina! Ojalá de repente se muriese su sucia madre!). 
Abraçada de Bergara: agost 1839 

LIBRO I / CAP V — Una vez en Oñate... (para el señor Soraberri, Oñate era la Atenas moderna. — En España hay veinte o treinta Atenas modernas.) Una vez en Oñate pude presenciar una cosa sumamente interesante. Estábamos reunidos el señor vicario, un señor profesor de primera enseñanza y...--y el señor Soraberri miraba a todas partes, como espantado, con sus grandes ojos turbios, y decía:-- ¿En qué iba?... Pues... se me ha olvidado la especie. Al señor Soraberri siempre se le olvidaba la especie. 
 
LIBRO II / CAP II — ¿Qué pasa? --preguntó Martín. Pasaba, sencillamente, que aquellos tres individuos eran de la partida del Cura y habían presentado a Bautista Urbide este sencillo dilema: «O formar parte de la partida o quedar prisionero y recibir además, de propina, una tanda de palos.» 

LIBRO II / CAP V La señorita, pálida, con los dientes apretados, lanzaba fuego por los ojos. Sin duda, sabía los procedimientos usados por el cura con las mujeres. A algunas solía desnudarlas de medio cuerpo arriba, les untaba con miel el pecho y la espalda y las emplumaba; a otras les cortaba el pelo o lo untaba de brea y luego se lo pegaba a la espalda. 

LIBRO II / CAP VII Una noche de invierno llovía en las calles de San Juan de Luz; algún mechero de gas temblaba a impulsos del viento, y de las puertas de las tabernas salían voces y sonido de acordeones. 
(…) — El bombardeo de Irún ha sido un fracaso completo para los carlistas --dijo Martín--. ¡Y qué esperanzas tenían todos estos legitimistas franceses! Hasta los hermanos de la Doctrina Cristiana habían dado vacaciones a los niños para que fuesen a la frontera a ver el espectáculo. ¡Canallas! Y ahí vimos a ese arrogante don Carlos, con sus terribles batallones, echando granadas y granadas, para tener luego que escaparse corriendo hacia Vera. 
Bombardeig d’Irún: 1874 
(…) Efectivamente, se había oído en medio de la noche un agudo silbido. Los cuatro salieron al puerto y se oyó el ruido de las aguas removidas por una hélice, y luego aparecieron unos marineros en la escalera del muelle, que sujetaron la amarra en un poste. 
(…) Entraron en el vaporcito de la "Fleche" en Socoa y se echaron al mar. Bautista y Zalacaín pasaron la travesía metidos en un camarote pequeño dando tumbos. Al amanecer, el piloto vió hacia el cabo de Machichaco un barco que le pareció de guerra, y forzando la marcha entró en Zumaya. 
(…) De Tolosa fueron a dormir a un pueblo próximo. Les dijeron que por allá andaba una partida, y prefirieron seguir adelante. Esta partida, días antes, había apaleado bárbaramente a unas muchachas, porque no quisieron bailar con unos cuantos de aquellos forajidos. Dejaron el pueblo, y, unas veces al trote y otras al paso, llegaron hasta Amezqueta, en donde se detuvieron. 
 
LIBRO II / CAP VIII Hablaron los tres de la marcha de la guerra, y el chico contó una anécdota de Dorronsoro, que no dejaba de tener gracia. Se había presentado a él un señorito de San Sebastián, de familia carlista, de los que llamaban ojalateros, muy gordo y muy lucio. 
Dins wikisource escriuen ‘hojalatero’. Probablement el corrector ha fet de les seves.
(...) A las siete de la mañana, hora en que empezó a aclarar, salieron los tres, atravesaron el túnel de Lizárraga y comenzaron a descender hacia la llanada de Estella. El extranjero montaba en un borriquillo, que marchaba casi más deprisa que los matalones en que iban Martín y Bautista. El camino serpenteaba subiendo el desnivel de la sierra de Andía. Atravesaron posiciones ocupadas por batallones carlistas. Entre los jefes había muchos extranjeros con flamantes uniformes austríacos, italianos y franceses, un tanto carnavalescos. A media tarde comieron en Lezaun y, arreando las caballerías, pasaron por Abarzuza. El extranjero explicó al paso la posición respectiva de liberales y carlistas en la batalla de Monte Muru y el sitio donde se desarrolló lo más fuerte de la acción, en la que murió el general Concha. 
27 de juny de 1874. Manuel Gutiérrez de la Concha, Marqués del Duero. Participà en la batalla, durant la Primera República sota les ordres de Serrano. 

LIBRO II / CAP XII La muchacha guardó el duro en el delantal, y ella misma sacó dos caballos de la cuadra y fué con ellos cantando alegremente: La Virgen del Puy de Estella le dijo a la del Pilar: Si tú eres aragonesa yo soy navarra y con sal. Martín pagó al posadero y quedó con él de acuerdo en el sitio en donde tenía que dejar los caballos en Logroño. Entre Bautista, Martín y la moza, reemplazaron el tiro por completo. Martín acompañó a la muchacha, y cuando la vió sola la estrechó por la cintura y la besó en la mejilla. — ¡También usted es posma! --exclamó ella con desgarro. — Es que usted es navarra y con sal y yo quiero probar de esa sal --replicó Martín. — Pues tenga usted cuidado no le haga daño. — ¿Quién lleva usted en el coche? — Unas viejas. — ¿Volverá usted por aquí? — En cuanto pueda. — Pues, adiós. — Adiós, hermosa. Oiga usted. Si le preguntan por donde hemos ido diga usted que nos hemos quedado aquí. — Bueno, así lo haré. El coche pasó por delante de Los Arcos. Al llegar cerca de Sansol, cuatro hombres se plantaron en el camino. — ¡Alto! --gritó uno de ellos que llevaba un farol. Martín saltó del coche y desenvainó la espada. — ¿Quién es? --preguntó. — Voluntarios realistas --dijeron ellos. — ¿Qué quieren? — Ver si tienen ustedes pasaporte. Martín sacó salvoconducto y lo enseñó. Un viejo, de aire respetable, tomó el papel y se puso a leerlo. — ¿No vé usted que soy oficial? --preguntó Martín. — No importa --replicó el viejo--. ¿Quién va adentro? — Dos madres recoletas que marchan a Logroño. — ¿No saben ustedes que en Viana están los liberales? --preguntó el viejo. — No importa, pasaremos. (…) La llegada del coche y su batacazo no habían pasado inadvertidos, porque, pocos momentos después, avanzó del lado de Viana media compañía de soldados. — Son los "guiris" --dijo Bautista a Martín. — Me alegro. La media compañía se acercó al grupo. — ¡Alto! --gritó el sargento--. ¿Quién vive? — España. — Daos prisioneros. — No nos resistimos. El sargento y su tropa quedaron asombrados, al ver a un militar carlista, a dos monjas y a sus acompañantes llenos de barro. — Vamos hacia el pueblo --les ordenaron. Todos juntos, escoltados por los soldados, llegaron a Viana. RAE: guiri Acort. del vasco guiristino 'cristino'. 1. m. coloq. Ál. tojo (‖ planta). 2. m. y f. En las guerras civiles del siglo XIX, partidario de la reina Cristina. Era u. t. para designar a los liberales, y en especial a los soldados del Gobierno. 3. m. y f. coloq. Turista extranjero. La costa está llena de guiris. 4. m. y f. coloq. Miembro de la Guardia Civil. 

LIBRO II / CAP XIV De conocer Martín la «Odisea» es posible que hubiese tenido la pretensión de comparar a Linda con la hechicera Circe y a sí mismo con Ulises, pero como no había leído el poema de Homero no se le ocurrió tal comparación. Sí se le ocurrió varias veces que se estaba portando como un bellaco, pero Linda ¡era tan encantadora! ¡Tenía por él tan grande entusiasmo! Le había hecho olvidar a Catalina. Muchos días maldecía de su barbarie, pero no se determinaba a marcharse. 
(…) — Si estos señores quieren un poco de jaleo, cuando tomemos Laguardia pueden venir con nosotros --advirtió el oficial. Martín creyó ver alguna ironía en las palabras del militar y replicó burlonamente: — ¡Cuando tomen ustedes Laguardia! No, hombre. Eso no es nada para nosotros. Yo voy solo a Laguardia y la tomo, o a lo más con mi cuñado Bautista. Se echaron todos a reir de la fanfarronada, pero viendo que Martín insistía, diciendo que aquella misma noche iban a entrar en la ciudad sitiada, pensaron que Martín estaba loco. Briones, que le conocía, trató de disuadirse de hacer esta barbaridad, pero Zalacaín no se convenció. — ¿Ven ustedes este pañuelo blanco? --dijo--. Mañana al amanecer lo verán ustedes en este palo flotando sobre Laguardia. ¿Habrá por aquí una cuerda? Uno de los oficiales jóvenes trajo una cuerda, y Martín y Bautista, sin hacer caso de las palabras de Briones, avanzaron por la carretera. El frío de la noche les serenó, y Martín y su cuñado se miraron algo extrañados. Se dice que los antiguos godos tenían la costumbre de resolver sus asuntos dos veces, una borrachos y otra serenos. De esta manera unían en sus decisiones el atrevimiento y la prudencia. Martín sintió no haber seguido esta prudente táctica goda, pero se calló y dio a entender que se encontraba en uno de los momentos regocijados de su vida. 

LIBRO III / CAP II Los carlistas hablaban ya de traición. Con el fracaso del sitio de Irún y con la retirada de don Carlos, los curas navarros y vascongados empezaron a dudar del triunfo de la causa. Con la proclamación de Sagunto, la desconfianza cundió por todas partes. — Son primos y ellos se entienden --decían los desconfiados, que eran legión. Algunos que habían oído hablar de un don Alfonso, hermano de don Carlos, creían que a este don Alfonso le habían hecho rey. Los ambiciosos de los pueblos veían que todas las clases ricas se inclinaban a favor de la monarquía liberal. Los generales alfonsinos, después de hecho su agosto y ascendido en su carrera todo lo posible, encontraban que era una estupidez continuar la guerra durante más tiempo; habían matado la república, que ciertamente por estólida merecía la muerte; el nuevo gobierno les miraba como vencedores, pacificadores y héroes. ¡Qué más podían desear! 

LIBRO III / CAP III El general se levantó de la silla en donde estaba sentado y se acercó con Zalacaín a uno de los balcones. — Creo --le dijo-- que actualmente soy el hombre de más influencia de España. ¿Qué quiere usted ser? ¿No tiene usted ambiciones? — Actualmente soy casi rico; mi mujer lo es también... — ¿De dónde es usted? — De Urbia. — ¿Quiere usted que le nombremos alcalde de allá? Martín reflexionó. — Sí, eso me gusta --dijo. — Pues cuente usted con ello. Mañana por la mañana hay que estar aquí. — ¿Van a ir tropas por Zugarramurdi? — Sí. 
És Arsenio Martínez-Campos. El desembre del 74 s’havia pronunciat a Sagunt en favor d’Alfons XII. Acabava la República dirigida per Serrano i començava la Restauració borbònica. El 1876 un cop sufocat el carlisme a Catalunya, Martínez-Campos pren Estella en febrer del 76 

LIBRO III / CAP VI En Zaro hay siempre un silencio absoluto, casi únicamente interrumpido por la voz cascada del reloj de la iglesia, que da las horas de una manera melancólica, con un tañido de lloro. En el reloj de la torre de otro pueblo vasco, en Urruña, se lee escrita esta triste sentencia: «Vulnerant omnes, ultima necat». Todas hieren, la última acaba. Mejor todavía la triste sentencia podría estar escrita en el reloj de la torre de Zaro.

dilluns, 10 de maig del 2021

La fábrica de cretinos digitales de Michel Desmurget

La fábrica de cretinos digitales Autor: Michel Desmurget Traductora: Lara Cortés Fernández Editorial: Península Any: 2019 Una mica reiteratiu, però posa els pèls de punta. El nombre de cites és abrumador. L'autor és doctor en neurociència i director d'investigació en el Institut Nacional de la Salut i de la Investigació de França. La darrera frase és molt bona: "Cuando en el corazón de nuestras ciudades no queden más que puntos de entrega de Amazon, el mundo se habrá convertido en un lugar terriblemente triste e inhóspito."

dissabte, 27 de juny del 2020

Arqueologia de la política de Giorgio Agamben Resumen capítulos 1-4

Giorgio Agamben
Arqueologia de la política
Traducció de Robert Garcia Orallo
Editorial Arcadia 2019
Transcripció de les Lliçons Ferrater Mora del 7 a l’11 d’abril de 2014

Capítulo 1
El presente solamente se puede comprender mediante una regresión arqueológica. En Europa, la identidad está vinculada al pasado. La destrucción de las ciudades alemanas por los aliados durante la IIGM pretendía y conseguía destruir la identidad alemana. La actual destrucción turística de las ciudades italianas hace que los especuladores y los gobiernos puedan conseguir su objetivo de borrar la identidad italiana.

La identidad no es substancial; es temporal y discontinua, y se ha de entender vinculada al entorno. La cultura judía, pese a ser milenaria, en cada momento se articula respecto a sus vecinos.

El concepto de crisis en Agamben no es el que hacen servir la banca y los gobiernos, es decir no es un invento que permite justificar lo inaceptable. Semánticamente, en primer lugar, la crisis es un concepto de la medicina que se refiere al momento en que el médico decide si hay o no solución a la enfermedad. En teología, en el Nuevo Testamento, se refiere al juicio final. Finalmente, jurídicamente, la crisis es el momento del juicio en un proceso. En los tres casos se refiere a un momento concreto. En cambio, el uso que se le da actualmente es de algo permanente.

Alexandre Kojève también ha señalado el final de la historia para el Homo Sapiens. En esa situación tiene dos alternativas: regresar a la animalidad (American way of life) o el esnobismo japonés (celebración de rituales sin significado histórico). Agamben propone una tercera vía europea con una cultura humana i vital.

Significado de la palabra mundo: El mundo era un lugar en el Palatino donde Rómulo y sus compañeros lanzaron tierra de sus ciudades de origen. Este lugar era protegido por los dioses del inframundo. Por tanto es una conexión entre el pasado y el presente. Se abría tres veces al año: era el “mundus patet”. Era el momento en que los vivos y los muertos contactaban. Su sentido no era espacial; era temporal.

La “arche” de la arqueología tiene mucho que ver con el “a priori histórico” de Foucault (1926-1984). La idea sería que cuanto más estudiamos el pasado, más nos cuesta acercarnos a él. Por ejemplo, la canonización de Dante hace cada vez más difícil estudiar directamente a Dante. O el caso de la mayor parte de las lenguas: hay un consenso en su origen indoeuropeo, pero cada vez más se consolida la idea de que no se puede saber si hubo un espacio propio o si ni siquiera existió como idioma. El indoeuropeo no se puede reconstruir pero se puede intuir desde la gramática comparativa.

Capítulo 2
La antropogénesis –el momento de paso del ser primate al ser humano- es otro ejemplo de a priori histórico. Sabemos que está directamente vinculado al lenguaje pero nunca sabremos con certeza dónde ni cuándo ni si hubo un solo dónde y cuándo. Además, el hombre siempre está en el acto de convertirse en ser humano o dejar de serlo. Para Platón, la filosofía es la historia de cuando el hombre aún no era hombre. Y la historia nos muestra momentos de esa permanencia de la inhumanidad constitutiva (Auschwitz)  e incluso de su capacidad para deshumanizar a otros. En las universidades se asume la filosofía como una disciplina definida y acabada pero, muy al contrario, carece de un ámbito concreto. Más que disciplina se trata de una intensidad que se puede aplicar a cualquier ámbito.

Platón y Aristóteles son considerados los primeros gramáticos. Platón divide el lenguaje en las palabras y el logos. Aristóteles se refiere a las cosas que se pueden decir sin conectarlas con nada y el hecho que se produce cuando hablamos. Aparece así la idea del paso de la potencia al acto. En el lenguaje, ese salto aún no se ha podido explicar.

La lengua existe y es tan habitual que se nos olvida pensar que fue construida, y sin lengua no habría cultura humana. Los animales tienen un lenguaje pero no lo han constituido como lengua, nunca ha sido la piedra angular de la existencia de ninguna otra especie. En la antropogénesis, el humano ha de pasar de la transmisión endosomática, propia de cualquier animal, a la exosomática, histórica. En este proceso se escinde la palabra de la lengua y, por su naturaleza histórica, se trata de un proceso inacabado. Los planteamientos filosóficos de la lengua se ven claramente en conceptos como el de “sustantivo” que hace referencia al concepto aristotélico de sustancia.

Capítulo 3
Aristóteles señala que el lenguaje animal permite manifestar el placer y el dolor mientras que el lenguaje humano permite hablar de lo que es justo e injusto, lo que es el bien y lo que es el mal. En Platón, la transición de la oralidad a la escritura es muy reciente pero está plenamente asumida.

Los análisis modernos en fonología han cambiado. Las bases de la articulación (labiales, dentales, velares,..) han sufrido el revés de la evidencia de que cuando alguien sufre una lesión que le impide la articulación estándar, consigue pronunciar el sonido de una manera diferente. Así se pasa a una nueva fonética basada no en los órganos sino en la onda acústica con el descubrimiento de su continuidad (no se puede detectar la separación entre letras). El siguiente paso es hacia la fonología. El sonido no está en la palabra, está en cómo se articula el logos.

Capítulo 4
Sobre la arqueología del orden. En italiano utiliza la palabra ‘comando’ que, a efectos prácticos, se ha traducido por ‘orden’ en el sentido de prescripción que se ha de obedecer.  En griego ἀρχή significa origen y también orden. Tiene sentido porque lo que es primero también es lo que ordena. Los rabinos de Alejandría tradujeron del hebreo al griego el génesis: “Al principio, Dios creó el cielo y la tierra.”  Según ellos lo hizo con un verbo en imperativo. Para San Juan el Evangelio comienza con “En el principio fue el logos” Agambén sugiere “En el orden fue el logos”.  Le parece más claro porque en nuestra cultura el orden es quien manda: el origen determina una evolución ordenada. El ἀρχή no desaparece al crearse; permanece y ordena. Por tanto, el origen no deja nunca de comenzar. Esta sería una de las ideas de Heidegger (1889-1976).

En cambio, Schürman plantea una separación de los conceptos de orden  y origen dentro de la ἀρχή. Por su parte, Derrida (1930-2004) también separa los conceptos y pone más énfasis en la parte del orden.
Agamben lamenta la ausencia de pensamiento occidental sobre el orden. En cambio, pone de manifiesto que sí se ha tratado el otro sentido del orden, la obediencia, como es el caso de La Boétie (1530-1563).  Agambén interpreta a Boétie [1]en el sentido de que el poder se sustenta en la obediencia. Para Agambén cree que el poder acaba cuando acaba el orden, no la obediencia.

En ‘El estandarte’ de Lernet-Holenia, un general húngaro ordena un ataque pero sus tropas no le obedecen. El general se pregunta si puede seguir mandando. Entonces encuentra a otro regimiento al que ordena que haga cumplir las órdenes a las tropas díscolas. Decide mandar porque considera que si hay alguien que manda es que hay alguien que obedezca. Eso hace pensar en la Alemania comunista que cae cuando se deja de dar órdenes.

Sí hay alguna aproximación en Nietzsche y Heidegger. Para Nietzsche la voluntad es la manifestación del orden pero poco más. Así a Agamben no le queda más remedio que buscar en Aristóteles y su idea del logos apofántico, es decir, el lenguaje revelador a partir de sentencias sobre las que se puede predicar que son verdaderas o falsas. Este tipo de logos suele expresarse en indicativo. Un tipo de lenguaje no apofántico serían las oraciones (en el sentido religioso) y el orden. Lo malo es que, a Aristóteles, no le parece necesario profundizar en este lenguaje no apofántico con lo que la mitad del lenguaje (oraciones, orden, narración, amenaza, pregunta, respuesta,…), queda sin analizar. Por tanto, toda la reflexión filosófica se centra en lo que puede ser verdadero o falso y así queda determinado el devenir de la lógica occidental. Por eso nos parece que toda la conciencia se ha de articular en torno a esa bivalencia[2]. En resumen, el orden es un logos apofántico que queda excluido de la reflexión filosófica que a su vez se limita a lo que se puede validar como verdadero o falso. Las pocas reflexiones filosóficas del siglo XX sobre el lenguaje no apofántico han intentado sistematizarlo en el modo indicativo. Transformarlo en lugar de definirlo.

Volviendo a las reflexiones de los gramáticos antiguos sobre el imperativo hay que destacar dos aspectos: 1) que es una forma verbal que carece de primera persona (lo que contradice la postura de Nietzsche de que uno se manda a sí mismo y la idea de muchos demócratas que piensan lo mismo)
2) que hay una correspondencia morfológica entre el vocativo y el imperativo: el imperativo interpela a una segunda persona

¿Qué es pues una orden? Una orden es válida independientemente de si acaba ejecutándose o no. Es pues un enunciado lingüístico sin repercusión en el mundo real. Jurídicamente puede tener sentido en cuanto a la obligación del otro pero no en el mundo de la lógica o del lenguaje. Lingüísticamente, se observa la coincidencia indoeuropea formal entre el tema verbal y el imperativo[3]. Meillet sugiere que el imperativo sería la forma verbal original. Su discípulo Beneviste cree que no es un tiempo verbal sino una especie de forma derivada desnuda con una entonación concreta. Sea como sea, hay mucha relación entre orden y el imperativo de Dios creando el mundo.

En resumen la forma ‘ser’ en griego presenta dos ontologías:
ἔστι (presente de indicativo) es una afirmación apofántica, una constatación de la relación entre el lenguaje y el mundo. El mundo se afirma. Es el terreno de la ciencia, de la filosofía, del pensamiento.
ἔστι (forma imperativa) la relación es ordenada y se manifiesta en el imperativo. Es el terreno de la religión, el derecho, la magia.

La religión, lingüísticamente, es un intento de construir el universo a partir del imperativo. En todas las lenguas se interpela a Dios en imperativo. El derecho se basa en normas imperativas, como en la Ley de las doce tablas en que todo está escrito en imperativo. La magia, ahora aparentemente poco importante pero determinante en el pasado, también se formulaba en imperativo. El Islam está basado en el imperativo. E incluso la economía se basa en el orden y en el deber, en el deber y en la culpa, en la culpa y la deuda, términos todos entrelazados.

Flusser, un historiador de las religiones no conseguía definir el concepto de fe (πίστις). Un día, estando en Atenas se fijó en un cartel en la fachada de un banco: Τράπεζα Πίστεως lo cual significa Banco de Crédito. Se dio cuenta que πίστις significaba crédito. La fe es el crédito que se le da a la palabra de Dios y la deuda que ello implica. La deuda y el crédito son la esencia de la secularización occidental de la fe cristiana.

Creemos vivir en una sociedad del conocimiento, de lo verdadero y lo falso, pero vivimos en una sociedad del orden. Recibimos órdenes desde la mañana hasta la noche. Cuando pulsamos una tecla en un ordenador nos creemos libres pero estamos obedeciendo a la lógica de quien diseñó el dispositivo. Pensemos en todos los mensajes en que ‘por razón de seguridad’ nos conminan a hacer o no hacer algo. La forma es de sugerencia pero en realidad son órdenes, consejos en indicativo. La historia de Occidente es el cruce de la dimensión de aquello en que creemos vivir y aquello en que vivimos.



[1] Atención a Le Boétie. Con 18 años publica el Discurso sobre la servidumbre voluntaria que es un precursor de la idea del contrato social. Al leer el documento, Montaigne desea conocer a su autor y de ahí nace una de las amistades más celebres de la historia. Le Boétie morirá en la peste de 1563 a los 32 años.

[2] Un mundo binario óptimo para la tecnología informática que se pierde la mitad de la realidad.
[3] A mi entender, un ejemplo sería COMEr. El tema verbal, la raíz que no cambia, coincide con el imperativo: COME (MENJAr / MENJA | EAT / EAT)

dissabte, 2 de novembre del 2019

Sumisión de Michel Houellebecq

Sumisión de Michel Houellebecq
Título original: Soumission
Año: 2015
Traducción de Joan Riambau
Anagrama. Colección compactos nº 731
Segunda edición marzo 2019
281 páginas.

Para leer en un par de tardes y eso que se pone un poquito plasta con el tal Huysmans.

Sugerencia de puntuación: La Delouze, atacó en el momento (página 32)

Momentos destacables:

La miré estupefacto: era la primera vez en diez años que me cruzaba con ella y me daba cuenta de que había sido una mujer, e incluso en cierto sentido que aún lo era, y que un hombre, un día, pudo sentir deseo hacia esa criatura encogida y rechoncha, casi batracia. (76)

Vestidas de día con impenetrables burkas negros, las ricas saudíes se transformaban de noche en aves del paraíso, se emperifollaban con corpiños, sujetadores calados y tangas engalanados con puntillas multicolores y pedrería; exactamente a la inversa que las occidentales, elegantes y sensuales durante el día porque estaba en juego su estatus social y que se marchitaban de noche al volver a sus casas, abdicando agotadas de cualquier perspectiva de seducción, vistiéndose con ropa informal y holgada. (88) 

Mi cuerpo era la sede de diversas afecciones dolorosas —migrañas, enfermedades de la piel, dolor de muelas, hemorroides— que se sucedían sin interrupción, sin dejarme prácticamente nunca en paz, ¡y solo tenía cuarenta y cuatro años! ¿Cómo sería cuando tuviera cincuenta, sesenta o más…? Entonces no sería más que una yuxtaposición de órganos en lenta descomposición, y mi vida se convertiría en una incesante tortura, monótona y sin alegría, mezquina. (95)

Reflexionando acerca de ello me di cuenta de que no sabía nada acerca de la cuestión, y en el momento en que acabó la rueda de prensa comprendí que había llegado allí adonde el candidato musulmán quería llevarme: una especie de duda generalizada, la sensación de que allí no había nada de que alarmarse, ni nada verdaderamente nuevo (105)

Dejando atras la referencia banal a Jules Ferry, se remontó hasta Condorcet, de quien citó el memorable discurso de 1792 ante la Asamblea legislativa, donde evoca a los egipcios y los indios «entre los que tanto progresó la mente humana y que cayeron de nuevo en el embrutecimiento de la más vergonzosa ignorancia cuando el poder religioso se apoderó del derecho a instruir a los hombres». (106)

Concluyó su discurso citando un artículo de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la de 1793: «Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es, para el pueblo y para cada porción del pueblo, el derecho más sagrado y el deber más indispensable.» (110-111)

Continuaba desconcertándome, y repugnándome un poco, que la historia política pudiera desempeñar un papel en mi propia vida. (111-112)

La región estaba habitada desde los tiempos remotos de la prehistoria, averigüé en un panel de información pedagógica; el hombre de Cromañón expulsó progresivamente al hombre de Neandertal, que se replegó hacia España y luego desapareció.(127)

«Una inmensa aversión hacia el viaje y una imperiosa necesidad de permanecer tranquilo se imponían...» (131)

Contrariamente a su antiguo rival Tarik ramadán, lastrado por sus simpatías trotskistas, Ben Abbes siempre había evitado comprometerse con la izquierda anticapitalista; había comprendido perfectamente que la derecha liberal había ganado la «batalla de las ideas», los jóvenes se habían vuelto emprendedores y el carácter insoslayable de la economía de mercado estaba ya unánimemente aceptado. (144)

Recordaba una discusión que mantuve, años atrás, con un profesor de historia de la Sorbona. Al principio de la Edad Media, me explicó, la cuestión del juicio individual casi no se planteaba; fue mucho más tarde, con El Bosco, por ejemplo, cuando aparecieron esas terroríficas representaciones en las que Cristo separa a la cohorte de los elegidos de la legión de los condenados; en las que unos diablos arrastran a los pecadores que no se han arrepentido hacia los suplicios del infierno. La visión románica era diferente, mucho más unanimista: a su muerte el creyente entraba en un estado de sueño profundo, y se mezclaba con la tierra. Una vez cumplidas todas las profecías, en la hora del segundo advenimiento de Cristo, era el pueblo cristiano entero, unido y solidario, el que se alzaba de la tumba, resucitado en su cuerpo glorioso, para encaminarse al paraíso. El juicio moral, el juicio individual, la individualidad en sí misma no eran nociones comprendidas claramente por los hombres del románico, (...) (156)

Todas esas reformas tenían como objetivo «devolver su justo lugar y toda su dignidad a la familia, célula de base de nuestra sociedad», declararon el nuevo presidente de la república y su primer ministro en una extraña alocución común en la que Ben Abbes adoptó unos acentos casi místicos mientras François Bayrou, con el rostro aureolado con una amplia sonrisa beatífica, desempeñaba el papel de «Juan Salchicha», el Hanswurst de las antiguas pantomimas alemanas, que repite de forma exagerada –y un poco grotesca– lo que acaba de decir el personaje principal. (188-189)

Mi cuerpo, que ya no podía ser fuente de placer, seguía siendo una fuente plausible de sufrimientos (...) (194)

Me di cuenta en el momento en que lo decía que no sólo lo pensaba sino que lo deseaba, que formaba parte de esa gente tan poco numerosa que se alegran a priori de la felicidad de sus semejantes, en resumidas cuentas era lo que se llama un buen hombre. (200)

Guénon era ante todo una mente científica, y eligió el islam como científico, por economía de conceptos; y para evitar, también, ciertas creencias irracionales marginales, como la presencia real en la Eucaristía), era el islam, pues, el que hoy había tomado el relevo. (259)

(...) no sólo el sexo nunca tuvo para Huysmans la importancia que le atribuía, sino que tampoco la tuvo la muerte, las angustias existenciales no eran lo suyo, lo que tanto le impresionó en la célebre crucifixión de Grünewald no era la representación de la agonía de Cristo sino puramente su sufrimiento físico, y en eso Huysmans también era exactamente como los demás hombres, su propia muerte suele serles bastante indiferente, su única preocupación real, su verdadero quebradero de cabeza, es evitar en la medida de lo posible el sufrimiento físico. (264)

dimarts, 9 de juliol del 2019

Anna Karénina. Parte VIII Momentos destacables


PARTE VIII

982. A efectos prácticos, la tierra es plana
Lying on his back, he gazed up now into the high, cloudless sky. "Do I not know that that is infinite space, and that it is not a round arch? But, however I screw up my eyes and strain my sight, I cannot see it not round and not bounded, and in spite of my knowing about infinite space, I am incontestably right when I see a solid blue dome, and more right than when I strain my eyes to see beyond it."
Tumbado de espaldas, contemplaba ahora el cielo alto y despejado. «¿Acaso no sé que es el espacio infinito y no una bóveda? Pero, por más que entorne los ojos y aguce la vista, no puedo dejar de verlo redondo y limitado, y, a pesar de mis conocimientos del espacio infinito, tengo razón cuando me imagino una bóveda azul sólida, mucha más razón que cuando me esfuerzo por ver más allá.»

990. El pueblo es sabio, nadie le mediatiza
"The people cannot help knowing; the sense of their own destinies is always in the people, and at such moments as the present that sense finds utterance," said Sergey Ivanovitch with conviction, glancing at the old bee-keeper.
-¿Cómo no va a saberlo el pueblo? El pueblo siempre tiene conciencia de su propio destino, y eso es algo que en momentos como el presente se pone de manifiesto con mayor claridad -dijo Serguéi Ivánovich, mirando al viejo apicultor.

990. Pa’ eso tenemos al zar.
"What should we think? Alexander Nikolaevitch our Emperor has thought for us; he thinks for us indeed in all things. It's clearer for him to see. Shall I bring a bit more bread? Give the little lad some more?" he said addressing Darya Alexandrovna and pointing to Grisha, who had finished his crust.
-¿Y qué vamos a opinar nosotros? El emperador Alejandro piensa por nosotros. Ya se encargará él de resolver estas cosas. Él lo ve todo mejor... ¿Quiere que traiga más pan? ¿Le doy más al niño? -le preguntó a Daría Aleksándrovna, señalando a Grisha, que estaba acabando de comer la corteza.

992. Los medios de comunicación como creadores de opinión
"Yes, all the newspapers do say the same thing," said the prince. "That's true. But so it is the same thing that all the frogs croak before a storm. One can hear nothing for them."
-Que los periódicos dicen las mismas cosas es verdad -intervino el príncipe-, Y tanto las han repetido que parecen ranas antes de una tormenta. Por su culpa no se puede oír nada.

992. Quien quiera la guerra, que forme el primer pelotón
"I would only make one condition," pursued the old prince. "Alphonse Karr said a capital thing before the war with Prussia: 'You consider war to be inevitable? Very good. Let everyone who advocates war be enrolled in a special regiment of advance-guards, for the front of every storm, of every attack, to lead them all!'"
-Yo sólo les pondría una condición -prosiguió el príncipe-, Alphonse Karr lo expresó muy bien antes de la guerra con Prusia: «¿Consideran ustedes que la guerra es inevitable? Estupendo. Los que predican la guerra que formen un destacamento especial de asalto, que vayan en primera línea, a la cabeza de todos, y comanden los ataques».

diumenge, 7 de juliol del 2019

Anna Karénina. Parte VII Momentos destacables


PARTE VII

841. Otra capa de piel de perro
"Well, then, I will attack him," said Madame Lvova, with a smile, standing in her white sheepskin cape, waiting till they had finished speaking. "Come, let us go."
-Entonces me encargaré yo -dijo Natalia que, envuelta en su capa blanca de piel de perro, esperaba con una sonrisa en los labios a que acabara la conversación-. Bueno, vamos.

851. El paso inexorable del tiempo
"You don't say so! Well, Prince Tchetchensky is a well-known figure. No matter, though. He's always playing billiards here. Only three years ago he was not a _shlupik_ and kept up his spirits and even used to call other people _shlupiks_. But one day he turns up, and our porter...you know Vassily? Why, that fat one; he's famous for his _bon mots_. And so Prince Tchetchensky asks him, 'Come, Vassily, who's here? Any _shlupiks_ here yet?' And he says, 'You're the third.' Yes, my dear boy, that he did!"
-¿Cómo es posible? Me refiero al famoso príncipe Chechenski. Bueno, da igual. El caso es que siempre está jugando al billar. Hace tres años no se había convertido todavía en una gelatina y se las daba de valiente. Hasta llamaba gelatinosos a los demás. Pero un día se presentó en el casino y nuestro portero... ¿Conoces a Vasili? Es ese gordo de ahí. Un bromista empedernido. Pues el príncipe Chechenski le preguntó: «¿Y qué, Vasili? ¿Quién ha venido? ¿Ha llegado ya algún gelatinoso?». Y el portero le respondió: «Es usted el tercero». ¡Como te lo cuento, amigo mío!

856.Bigote (пушком)
It was not a picture, but a living, charming woman, with black curling hair, with bare arms and shoulders, with a pensive smile on the lips, covered with soft down; triumphantly and softly she looked at him with eyes that baffled him.
No era una pintura, sino una encantadora mujer viva de negros cabellos rizados, hombros y brazos desnudos y labios sombreados de delicado vello, plegados en una leve sonrisa pensativa, que le miraba con expresión tierna y triunfal, llenándolo de turbación.

858. Gustave Doré (1832-1883)
The conversation turned on the new movement in art, on the new illustrations of the Bible by a French artist.
La conversación se ocupó de las nuevas tendencias artísticas y de las ilustraciones para la Biblia de un artista francés.

865. Análisis técnico del ganado masculino
After taking leave of her guests, Anna did not sit down, but began walking up and down the room. She had unconsciously the whole evening done her utmost to arouse in Levin a feeling of love--as of late she had fallen into doing with all young men-- and she knew she had attained her aim, as far as was possible in one evening, with a married and conscientious man. She liked him indeed extremely, and, in spite of the striking difference, from the masculine point of view, between Vronsky and Levin, as a woman she saw something they had in common, which had made Kitty able to love both. Yet as soon as he was out of the room, she ceased to think of him.
Después de acompañar a los invitados, Anna se puso a recorrer la habitación de un extremo al otro. Aunque a lo largo de la velada había hecho inconscientemente todo lo posible para que Levin se enamorara de ella (en los últimos tiempos actuaba del mismo modo con todos los hombres jóvenes), aunque sabía que lo había conseguido, en la medida en que era posible en un solo encuentro, y además tratándose de un hombre honesto y casado, y aunque ese hombre le había gustado mucho (a pesar de que, desde el punto de vista de un hombre, había una marcada diferencia entre Levin y Vronski, Anna, como mujer, había captado ese lado común que había llevado a Kitty a enamorarse de ambos), en cuanto abandonó la estancia, dejó de pensar en él.

869. El acontecimiento más importante en la vida de una mujer
Only later he remembered the stillness of her breathing, and understood all that must have been passing in her sweet, precious heart while she lay beside him, not stirring, in anticipation of the greatest event in a woman's life.
Sólo más tarde recordó esa respiración sosegada y comprendió todo lo estaba sucediendo en esa alma dulce y tan querida, mientras, sin moverse de su sitio, acurrucada a su lado, esperaba el acontecimiento más importante en la vida de una mujer.

879. Una nueva vida con todos sus derechos.
And meanwhile, there at the foot of the bed, in the deft hands of Lizaveta Petrovna, like a flickering light in a lamp, lay the life of a human creature, which had never existed before, and which would now with the same right, with the same importance to itself, live and create in its own image.
Entre tanto, a los pies del lecho, en las hábiles manos de Yelizaveta Petrovna, como la llamita de una bujía, se agitaba la vida de un ser humano que antes no existía, que viviría y engendraría a otros como él, haciendo valer sus derechos, tan importantes como los de cualquier otro.

880. Criatura superflua
But the baby? Whence, why, who was he?... He could not get used to the idea. It seemed to him something extraneous, superfluous, to which he could not accustom himself.
Pero ¿y el niño? ¿Quién era? ¿De dónde venía y para qué?... No podía entender nada, asumir esa nueva realidad. Le parecía que era una criatura superflua, que estaba de más, y que tardaría mucho tiempo en acostumbrarse a su presencia.

881. Repugnancia y compasión
Levin, looking at the tiny, pitiful creature, made strenuous efforts to discover in his heart some traces of fatherly feeling for it. He felt nothing towards it but disgust. But when it was undressed and he caught a glimpse of wee, wee, little hands, little feet, saffron-colored, with little toes, too, and positively with a little big toe different from the rest, and when he saw Lizaveta Petrovna closing the wide-open little hands, as though they were soft springs, and putting them into linen garments, such pity for the little creature came upon him, and such terror that she would hurt it, that he held her hand back.
Al ver esa criatura minúscula y lastimosa, Levin se esforzó en vano por despertar en su alma algún sentimiento paternal. Sólo sentía repugnancia. Pero, cuando lo desnudaron y aparecieron ante su vista esos bracitos menudos y esos piececitos de color azafrán, con el dedo gordo distinto de los demás, y cuando la comadrona dobló esos bracitos, que se agitaban como blandos muelles, para meterlos en la camisita de hilo, sintió tanta compasión por la criatura y tanto temor de que Yelizaveta Petrovna pudiera hacerle daño que le sujetó el brazo.

882-883. Sentimientos inesperados
The felt towards this little creature was utterly unlike what he had expected. There was nothing cheerful and joyous in the feeling; on the contrary, it was a new torture of apprehension. It was the consciousness of a new sphere of liability to pain. And this sense was so painful at first, the apprehension lest this helpless creature should suffer was so intense, that it prevented him from noticing the strange thrill of senseless joy and even pride that he had felt when the baby sneezed.
Lo que sentía por esa pequeña criatura era algo completamente distinto de lo que había esperado. No podía hablarse de alegría o satisfacción. Al contrario, lo que le embargaba era un miedo espantoso, desconocido hasta entonces, la conciencia de una nueva región vulnerable. Tan dolorosa era esa conciencia y tan grande su temor de que esa criatura indefensa pudiese sufrir que en un primer momento le pasó desapercibido el extraño sentimiento de alegría inmotivada e incluso de orgullo que le causó el estornudo del niño.

886. Honradez, un concepto moscovita y extraño en San Petersburgo
But the Moscow significance of the word "honest" was lost on Alexey Alexandrovitch.

"Honesty is only a negative qualification," he said.
Pero Alekséi Aleksándrovich no entendía el significado moscovita de la palabra «honradez».

-La honradez no es más que una cualidad negativa -objetó.

896. Sin marcha atrás
Between Princess Betsy Tverskaya and Stepan Arkadyevitch there had long existed rather curious relations. Stepan Arkadyevitch always flirted with her in jest, and used to say to her, also in jest, the most unseemly things, knowing that nothing delighted her so much. The day after his conversation with Karenin, Stepan Arkadyevitch went to see her, and felt so youthful that in this jesting flirtation and nonsense he recklessly went so far that he did not know how to extricate himself, as unluckily he was so far from being attracted by her that he thought her positively disagreeable.
Desde hacía mucho tiempo se habían establecido entre la princesa Betsy Tverskaia y Stepán Arkádevich unas relaciones muy extrañas. Oblonski le hacía la corte medio en broma y le decía, en el mismo tono, las cosas más inconvenientes, sabiendo que eso le gustaba más que nada. Al día siguiente de su conversación con Karenin, Stepán Arkádevich la visitó y, sintiéndose rejuvenecido, llegó a tales extremos en sus galanteos y sus bromas que ya no sabía cómo dar marcha atrás. Por desgracia, la princesa, lejos de gustarle, le repugnaba.

907. Volumetría del amor
In her eyes the whole of him, with all his habits, ideas, desires, with all his spiritual and physical temperament, was one thing--love for women, and that love, she felt, ought to be entirely concentrated on her alone. That love was less; consequently, as she reasoned, he must have transferred part of his love to other women or to another woman--and she was jealous. She was jealous not of any particular woman but of the decrease of his love.
Vronski, con sus costumbres, sus pensamientos, sus deseos, sus cualidades físicas y espirituales, representaba para Anna una sola cosa: la figura del amante. Y su amor, que según su manera de ver debía concentrarse exclusivamente en ella, había menguado. En consecuencia, razonaba Anna, parte de ese amor debería haber recaído en otra u otras mujeres. Y ardía de celos, no porque pensara que se había enamorado de otra mujer, sino porque su amor había disminuido.

909. Sin otra explicación!
"I know what he meant; he meant-- unnatural, not loving my own daughter, to love another person's child. What does he know of love for children, of my love for Seryozha, whom I've sacrificed for him? But that wish to wound me! No, he loves another woman, it must be so."
«Sé lo que ha querido decir. No es natural que sienta afecto por una criatura ajena cuando no quiero a mi propia hija. ¿Qué entenderá él del amor a los hijos, de mi amor por Seriozha, que he sacrificado por él? ¡Y ese deseo de herirme! Sí, se ha enamorado de otra mujer, no cabe otra explicación.»

912. Vronski ya no puede más.
"No, this is becoming unbearable!" cried Vronsky, getting up from his chair;
-¡Esto ya no hay quien lo aguante! -gritó Vronski, levantándose de la silla.

914. Mala leche
And the shame and disgrace of Alexey Alexandrovitch and of Seryozha, and my awful shame, it will all be saved by death. To die! and he will feel remorse; will be sorry; will love me; he will suffer on my account." With the trace of a smile of commiseration for herself she sat down in the armchair, taking off and putting on the rings on her left hand, vividly picturing from different sides his feelings after her death.
«La muerte lo borraría todo: la deshonra y el oprobio de Alekséi Aleksándrovich y de Seriozha, y mi horrible vergüenza. Si muero, Vronski se arrepentirá, se apiadará, me amará y sufrirá por mí.» Seguía sentada en la silla, con una sonrisa de compasión por sí misma, quitándose y poniéndose los anillos de la mano izquierda, mientras se representaba con enorme vivacidad, desde distintos ángulos, los sentimientos que embargarían a Vronski después de su muerte.

916. Déjame mirar la pantalla de tu móvil…
"From whom is the telegram?" she asked, not hearing him.

"From Stiva," he answered reluctantly.

"Why didn't you show it to me? What secret can there be between Stiva and me?"
-¿De quién es el telegrama? -preguntó Anna, sin escucharle.

-De Stiva -respondió Vronski de mala gana.

-¿Y por qué no me lo has enseñado? ¿Qué secretos puede haber entre Stiva y yo?

917. Repugnancia
She lifted her cup, with her little finger held apart, and put it to her lips. After drinking a few sips she glanced at him, and by his expression, she saw clearly that he was repelled by her hand, and her gesture, and the sound made by her lips.
Levantó la taza, separando el dedo meñique, y se la llevó a los labios. Después de tomar unos sorbos, se lo quedó mirando, y por la cara que ponía comprendió claramente que le repugnaban su mano, su gesto y el ruido que hacía con los labios.

921. Infantilismo
"If he comes in spite of what the maid says, it means that he loves me still. If not, it means that all is over, and then I will decide what I'm to do!..."
«Si entra a verme, a pesar de las palabras de la doncella, significará que aún me ama. Si no viene, quedará claro que todo ha terminado. Entonces, ya veré lo que debo hacer...».

937. Más repugnancia. Es el anverso absoluto de las sensaciones beatíficas de Levin
As she sat on the star-shaped sofa waiting for the train, she gazed with aversion at the people coming and going (they were all hateful to her),…
Sentada en un sofá en forma de estrella, miraba con repugnancia a los viajeros que entraban y salían (todo el mundo le repugnaba),…