En defensa de la conversación de Sherry Turkle
Título:
En defensa de la conversación. El poder de la conversación en la era digital.
Título original:Reclaiming conversation, The power of
Talk in a Digital Age.
Autora:
Sherry Turkle
Año:
2015
Traductor:
Joan Eloi Roca
Editorial:
Ático de los libros.
ISBN:
978-84-16222-27-8
Contenido
En
defensa de la conversación
Los diarios de la empatía
La huida de la conversación
Una
silla
Soledad
Introspección
Dos
sillas
Familia
Amistad
Romance
Tres
sillas
Educación
Trabajo
El
camino hacia delante
La plaza pública
Mejorar la oportunidad
¿Una
cuarta silla?
El fin del olvido
Agradecimientos
Notas
Índice
onomástico y de materias
EN DEFENSA DE LA CONVERSACIÓN
El término “phubbing” ya define, en inglés, el “arte” de teclear el teléfono móvil mientras se mira al interlocutor a los ojos. (p. 16)
Uno de los atractivos del mundo virtual es que tiene sus reglas de predictibilidad, de control Frente a eso,se puede temer a la conversación puede derivar en lo impredecible (p. 18)
La conversación es la escuela de aprendizaje de la empatía. (p. 21)
Turkle pregunta a varias personas sobre las conversaciones más importantes de su vida (p. 22)
Hay un círculo virtuoso (no todos han de ser viciosos) que hace que la conversación mejore el diálogo con uno mismo y ello lo mejora con los demás. La idea es que una mayor introspección deviene en una mejor empatía (p. 23)
El miedo a la soledad permite que en un experimento se sugiera la posibilidad de recibir descargas eléctricas. Todo el mundo lo rechaza pero, al cabo de 6 minutos de estar solo, muchos sujetos se interesan por recibir descargas (p. 23)
Las evocaciones de la intimidad mediante los mensajes, podrían constituir un sustitutivo de la intimidad real. (p. 25)
Solemos confundir tecnología con progreso y, así, lo mejor de internet solapa y oculta lo peor: El incremento de la soledad no deseada.(p.26)
La pasión por la tecnología hace que lo nuevo se quede. Durante la crisis de los rehenes de Irán en 1983 se empezó a utilizar una cinta en la parte baja de la pantalla de TV para informar sobre la evolución de aquella crisis. Ahora, esa cinta permanece y entrega dos informaciones simultáneas que hacen desviar la atención y, literalmente, despistan. (p. 29)
Como con el cambio climático se puede negar que la conversación esté desapareciendo, pero el número de conversaciones sin interrupciones decrece de forma alarmante (p. 29)
En el mundo anglosajón existe la “regla de tres”: en una cena, te concedes permiso para consultar tu móvil si hay tres personas en la conversación. (p. 34)
El mensaje de texto permite enviar una imagen elaborada, editada de uno mismo. Además tenemos un control a una distancia justa (ni demasiado próxima ni demasiado alejada) de los demás. A esa distancia justa, nunca tenemos suficiente de los demás. Turkle le llama efecto Ricitos de oro.(p.36)
Se prefiere enviar un mensaje de texto a una conversación telefónica porque la conversación es impredictible. (p 36-37)
Pero la pérdida del lenguaje no verbal y la disminución de la empatía es el precio a pagar (p. 38)
No enseñar a los niños a estar solos es entregarlos directamente a vidas solitarias. (p. 38)
Otro riesgo de mantener un falso rol social en las redes es que se llega a un punto en que no se puede diferenciar el rol social de la propia personalidad (p. 39)
El silencio prolongado casi siempre acaba en conversación. Pero si lo impedimos, damos un primer paso para evitarla. (p. 41)
Las conversaciones creativas,aquellas en las que la gente llega a conocerse de verdad, contienen silencios. Ese vacío es temido. (p. 41)
Algunas empresas comienzan a ser conscientes del problema de la falta de conversaciones informales -generadoras de empatía, sinergias y buen ambiente- al tiempo que los nuevos profesionales son conscientes de su aversión a las conversaciones incluso telefónicas (p. 44)
En el ámbito doméstico las riñas por mensajería permiten evitar lo que no se desea haber dicho al tiempo que queda registrado (p. 44)
En las comidas se considera no aceptable socialmente que alguien pida que no se utilice el teléfono, (p. 45)
Un anuncio en una estación de metro de San Francisco: “Todo lo bueno de la comida combinado con todo lo bueno de no hablar con la gente” (p. 47)
Las disculpas por mensaje de texto implican la imposibilidad del aprendizaje de la empatía (p. 48)
El mensaje de texto permite anular un compromiso sin tener noción de las implicaciones en el otro. (p. 49)
El paso de la conversación a la conexión es un autoengaño, pero peor es no considerarlo como un problema o no diferenciar entre una y otra. (p. 49)
Se suele considerar que el sumatorio de muchos pequeños mensajes es una gran conversación. (p. 50)
Heinrich von Kleist (1777-1811) habla de la “paulatina elaboración de los pensamientos al hablar” (p. 52) Para él, las ideas vienen hablando. El riesgo de la conversación -evitable mediante el mensaje de texto- es enriquecedor.
La frase más repetida en las conversaciones interrumpidas es “Espera, ¿qué?” (p. 54)
A muchos padres les aburre el momento del baño con sus hijos. Recurren a mirar el teléfono para evitar el aburrimiento. Luego se sienten culpables.(p. 55)
En las redes sociales se comparte lo positivo y se discrimina lo negativo.Clifford Nass, psicólogo cognitivo, señala que lo negativo implica un mayor procesamiento en más partes del cerebro. (p. 57)
Ya hay columpios para bebés con ranura para el ipad. Parece ser que también hay orinales. (p. 59)
“Al estar hiperconectados, imaginamos que somos más eficientes, pero no es cierto. Dedicarnos a varias tareas a la vez disminuye nuestro rendimiento en todo lo que hacemos, mientras que, al mismo tiempo, nos da la sensación de que lo hacemos todo mejor. Así que nos hace menos productivos por muy bien que nos haga sentir.” (p. 59)
Nota 37: Ophir, Nass y Wagner “Cognitive control in Media Multitaskers” (http://www.pnas.org/content/106/37/15583.full, 2009) Nuevos estudios sugieren que solo entre el 1 y el 2% de la población es capaz de realizar diferentes tareas a la vez de forma eficiente frente al topicazo de que las mujeres pueden hacer varias cosas a la vez (y además bien).
“Aunque los niños desarrollan problemas de autoestima y empatía por concentrarse en las pantalla desde una temprana edad, la conversación parecer ser capaz de revertir esos efectos de forma extraordinaria.” (p. 59)
La multitarea genera un incremento en el deseo de hacer varias cosas a la vez con un descenso de la capacidad para concentrarse en una conversación.” (p. 59)
Un anuncio de Facebook sugiere que, cuando te aburra la conversación en la mesa, entres en Facebook y así vivirás las experiencias que deseas pasando de tu familia de plastas.(p. 64).
UNA SILLA - SOLEDAD
La idea del comparto-luego existo, en una huida de la soledad, edificando un yo-social puede desarrollar un falso yo, (p. 80)
Frente a los mitos de la productividad en entornos sociales -braim stormings, etc- parece ser que la creación de ideas surge más en la soledad. (p. 80)
Un niño, en un parque, jugando con su consola es como es como si llevara un cartel de NO MOLESTAR. Ese día no tendrá ninguna experiencia social. (p. 82)
El niño aprende a estar solo cuando está acompañado (p. 83) Soledad no es igual a aislamiento.
El aburrimiento infantil es la chispa de la imaginación. (p. 89)
Para Henri Poincare, la bombilla que se enciende cuando tienes una idea brillante, se gesta lentamente en la soledad, en un trabajo inconsciente y largo,
UNA SILLA - INTROSPECCION
Diarios personales, psicólogos, curas, Antes se sometía la privacidad a un ámbito seguro. Ahora se publica [publicar, aunques sea de perogrullo, es hacer público]. La introspección nos hace vulnerables.De la seguridad al negocio, de lo volátil al disco duro.
Seduce la sensación de estar tu solo frente a la pantalla olvidando el rastro digital. No da vergüenza mirar cualquier cosa en una aparente privacidad mientras las aplicaciones recaban información sobre ti. Solo te autocensuras lo que crees que no le gustará a tu público (p. 105)
El yo algorítmico (Natasha Dow Schüll) Facebook puede generar collages de la vida en un año en función de patrones numéricos. Si has pillado el SIDA o se te ha muerto un hijo te lo ilustrará con bonita música y hermosas transiciones de pantalla. Puedes asumirlo pero es interesante ver la constante orientación hacia lo chupi-guay.
Para más de un runner, perder su sesión de entrenamiento y no poder publicarla, roza la tragedia.
“(...) el yo cuantificado se dirige directamente a la gente y nos pide a cada uno de nosotros que nos tratemos como si fuéramos objetos computables, sujetos a un impreso de nuestros estados, cada vez más cognoscibles, El yo psicoanalítico centra su atención en la historia y deja rastros en el lenguaje; el yo algorítmico se centra en lo que puede medir como puntos de datos en una serie temporal,” (p.110-111)
Sobre el narcisismo que generan facebook, twitter y demás:
Benjamin Franklin, cuantificaba cada día sus 13 virtudes (p. 111)
Las aplicaciones que monitorizan nuestro estado de ánimo pueden darnos “pruebas” de que algo no funciona y hacernos actuar en consecuencia. La app me dice “No soy feliz con mi novio” y voy y lo dejo. Frente a ese yo algorítmico, la terapia oral te hace formular cuestiones del tipo “le acuso de ese defecto porque en realidad es mi defecto.” Cuando se acaba la terapia oral, el sujeto sigue manteniendo una conversación consigo mismo en que se eliminan las dudas y las auto-mentiras.
DOS SILLAS - FAMILIA
Antes los niños, en una mesa auxiliar, procuraban pillar algo de la conversación de los adultos. Ahora están enfrascados en sus móviles y no les importa nada más allá de sus pantallas. (p. 126)
Ahora se argumenta que se potencian las relaciones familiares puesto que pueden establecerse fuera del marco físico del hogar.
No obstante, en las primeras etapas del niño, no mirarle a los ojos por estar más pendiente del móvil afecta a su desarrollo. Otro modelo habitual consiste en implantar normas que no se cumplen por parte de quienes las imponen: los padres. El niño suele buscar la atención del cuidador -Papá, mira como hago esto- y, al no recibirla puede estallar en episodios de mal comportamiento.
“Existe una analogía entre la relación de los niños con la conversación y con la lectura. Los profesores se quejan de que los estudiantes -desde primaria en adelante- son menos capaces de leer libros que requieran una atención sostenida que sus equivalentes de hace una década. La neurocientífica Maryanne Wolf estudia ese distanciamiento de lo que denomina «lectura profunda». En la actualidad, los adultos que crecieron leyendo literatura de calidad tienen la capacidad de forzarse a concentrarse cuando leen textos largos y de reactivar los circuitos neuronales que permiten una lectura profunda, que es posible que hayan perdido después de pasar más tiempo conectados a internet que entre libros. Pero los niños primero necesitan desarrollar esos circuitos. Wolf sugiere que para que los niños vuelvan a leer, el primer paso crucial es leer a los niños y leer con ellos.” (p. 133-134)
Sobre el análisis de la lectura y la plasticidad del cerebro de Maryanne Wolf, véase Proust and the Squid: The Story and Science of the Reading Brain (NY, Harper 2007) Cómo aprendemos a leer (Bcn, Ediciones B 2007)
Instagram puede servir de lugar de encuentro para los adolescentes con inquietudes a los que sus padres no hacen ni caso. También funciona para colectivos incomprendidos -como pueden ser homosexuales o transexuales en un medio rural aislado en el centro de USA.
Explica el ejemplo de un padre soltero que está poco con su hija de siete años. Se va de excursión con ella y no para de hacerles fotos y subirlas a la red en lugar de estar y hablar con ella. Es mucho más fácil publicar que estás muy feliz que hablar con una niña de siete años. (p. 146)
En ocasiones, el chat puede evitar malentendidos y palabras fuera de lugar. Adaptar el chat como único canal limita la empatía y obstaculiza la comunicación no verbal. En el chat no se puede ver si alguien está a punto de llorar o ha llorado. (p. 155)
Aplicaciones como Find my Friend evitan conflictos conversacionales a cambio de aceptar vivir vigilado (p. 159)
En una operación, el marido está las 24 horas con su mujer. Hay WiFi y puede trabajar sin ningún problema. Pero, en toda la convalecencias, él prácticamente no le ha dirigido una palabra. En una shivá (duelo judío) el WiFi está desactivado. Los familiares se van a un rincón a buscar otras coberturas de red. Por un lado están más tiempo pero se implican menos con la viuda. Las dos mujeres quieren atención pero no quieren competir por ella. (p.160)
DOS SILLAS - AMISTAD
En la fiesta de graduación no hay un “adios”. Te vas a volver a ver en Facebook.
En las fiestas mixtas de quinceañeros, el móvil, es una buena excusa para superar el miedo al contacto. El “entrenamiento” social se pierde (p. 167)
El mensaje de texto, frente al teléfono, da una mayor posibilidad de edición y evita inseguridades. (p. 169)
Lo presente -personas y espacio- pierde prioridad respecto a los ausentes conectados. (p. 171) Eso recuerda la sensación del cliente que ve como el oficinista del banco atiende a quien llama por teléfono !!
FOMO (Fear of missing out) “El sociólogo David Riesman habló de una vida dirigida por otros en la que mides tu valía según lo que piensen de ti tus amigos y vecinos y según si tienes lo que ellos tienen.” (p. 172) Hace pensar en Fromm pero agravado por las redes sociales. En ese análisis de tu valía entra en juego la puntuación.
Fobia al teléfono: El teléfono implica una conversación en tiempo real, es decir, riesgo de no controlar la situación. (p. 175)
Conversaciones sin silencio: En el móvil siempre hay algo que compartir.
Una posible solución a la tensión de lo presencial y los contactos ausentes sería la consideración de un nuevo espacio que abarque a los dos (p. 181)
Por otro lado, la renuncia al uso del móvil a favor del contacto presencial crea un tipo de conversación privilegiada. Si nuestro interlocutor hace evidente que, mientras hable con nosotros va a prescindir de su móvil, nos posiciona en lo más alto de su foco de interés, (p. 184)
El móvil puede ser también un amigo en si mismo. Si no hay nuevos mensajes, siempre puedes ir a las plataformas. Nunca estás solo. (p. 184)
Emergencia: Hay que tener siempre el teléfono conectado por si hay alguna emergencia. Por ejemplo, que una de nuestras amigas haya tenido una discusión con su novio, (p 186)
Paradoja de los padres: “Cuando estamos separados: hipervigilancia. Cuando estamos juntos: falta de atención.” (p. 188)
En Facebook se puede desear la muerte, pero no se considera importante (En 2017, caso Casandra sobre Carrero Blanco, caso de amenazas de muerte a Puigdemont, caso de amenazas de violación a Ada Colau) (p. 194)
El número de contactos-amigos genera una gratificante sensación de abundancia. Si hay amigos que no dicen nada pero suman, mejor (p. 196)
Google Glass: A una mujer le parece mal que su marido se oponga a que las lleve en cas y grabe cualquier conversación. Cree que si él también tuviera unas GG sería más comprensivo (.p. 197)
DOS SILLAS - ROMANCE
Satisfacer vs maximizar. Si consideras todas las posibilidades, se generar una ansiedad porque nunca sabes que te puedes perder (FOMO)
“En los años cincuenta, el economista y psicólogo Herbert A. Simon, ganador del Premio Nobel, estableció la diferencia entre la gente que trata de maximizar y la que trata de satisfizar, una palabra que él mismo inventó. Un maximizador es similar a un perfeccionista que necesita asegurarse de que cada compra o decisión personal (incluida la decisión de quién será su pareja) es la mejor que pudo haber tomado La única manera en que los maximizadores pueden asegurarse esto es tomar en consideración todas y cada una de las alternativas imaginables. Naturalmente, esto da lugar a una tarea psicológicamente titánica que se vuelve más y más temible a medida que las opciones se multiplican.” (p. 212-213)
David Myers y Robert Lne, por separado, han llegado a la conclusión que la abundancia de posibilidades de elección en el mercado USA deriva en depresión o en un sentimiento de soledad. (p. 213) Nuevamente se detecta un entroncamiento con Fromm.
En el mundo maximizador, una cita no tiene que ocupar para toda una noche. Te vas al baño, por discreción, consultas tu móvil y, si hay algo mejor, te vas (p. 216-217)
El tiempo justo. Hay un timing para responder. Si ella te envía un mensaje en Facebook no puedes contestar hasta mañana o pasado mañana. Le haces pensar en tí y no pareces un baboso que siempre está mirando Facebook (p. 217)
Una cita por mensaje no te compromete como sí lo hace por teléfono. Paradójicamente queda registrada para siempre pero se puede considerar que no ha tenido lugar (p. 218)
Una contestación inmediata califica a la emisora como una “loca”. Si ella, en una primera fase de la relación, llama por teléfono es muy posible que produzca un rechazo en el hombre “La intrusión de una llamada telefónica, al menos durante los primeros momentos de una relación, equivale a cruzar una frontera.” (p. 219) ¿El género del ejemplo es casual?
Cyranos: Colaborar en la edición de un mensaje amoroso es una práctica muy frecuente.
En dos ejemplos, americanos han roto relaciones con europeos del sur por emoticones con un guiño. A los americanos les parecía demasiado agresivo sexualmente. (p. 220-221)
Whatsapp indica que te has conectado y no has respondido (p. 222)
Cita a un famoso humorista americano :“Pero Chris Rock, también dijo que en las primeras citas, no vamos nosotros sino que mandamos a nuestros «representantes»; envíamos a la mejor versión de nosotros mismos. A lo largo del tiempo, estos representantes ya no pueden con el trabajo y entonces es cuando aparecemos nosotros de verdad. Y ahí es cuando la relación funciona o se rompe. En las conexiones digitales, el peligro estriba en que podemos mandar a nuestros representantes de manera indefinida. Así que resulta más difícil saber qué funciona, si es que realmente funciona.” (p. 230)
La parte positiva es que esta perpetua edición, a largo plazo, puede edificar el yo que se quiere ser.
TRES SILLAS - EDUCACIÓN
La multitarea provoca un subidón neuro-químico que nos hace creer que somos más eficientes. La sensación es similar al incremento de confianza que produce el alcohol en bajas dosis.
Hacia 2012, el 90% de los estudiantes reconocía enviar mensajes durante las clases.
La sensación frecuente es que, si los apuntes se cuelgan en la web, en clase solo estás perdiendo el tiempo. En cambio, algunos estudiantes se imprimen los apuntes para evitar las distracciones de los dispositivos móviles. “Estos estudiantes que prefieren imprimir sus deberes y lecturas obligatorias para alejarse de las pantallas deberían hacer reflexionar a los educadores que, con la mejor intención, intentan hacer sus vidas más eficientes cerrando las biblioteca y declarando que los libros son objetos obsoletos.” (p. 248)
La multitarea implica atención parcial a las lecturas, a las conversaciones, a los videos… El discurso te parece lento, tus hijos exasperantes, los videos,... solo se aguantan 6 minutos.
Siempre puedes acceder a los datos pero sin un marco asumido nunca podrás comprender la información. Por ejemplo, no comprenderás la historia sin unos referentes específicos. “Sin embargo, en la práctica, rozar la información dificulta el desarrollo de la narrativa necesaria para construir un marco de los acontecimientos que, por ejemplo, precisamos cuando queremos reflexionar sobre la historia y la actualidad. El problema a veces empieza con algo tan sencillo como no saberse los nombres de los protagonistas de la historia. Un profesor de bachillerato lo expresa así: «A mis estudiantes les cuesta. No tienen la menor noción de las fechas, la geografía ni de la importancia de las cosas.» (p. 253)
En Harvard, alguna profesora ha prohibido la toma de apuntes en ordenador. Los alumnos se convertían en estenógrafos. La toma de apuntes a mano permite una comprensión más personal de la clase. Una alumna quería tomar apuntes para un compañero enfermo. Se quedó sin batería y no se le ocurrió que podía tomarlos a mano.
La mayor parte de las personas, cuando hablan de su pasión por aprender hacen referencia a un profesor ¿Qué pasa cuando el curso es virtual, sin profesores?
«»
“Hay clases que nunca se olvidan. En la primavera de 1971, tuve la oportunidad de oír a Bruno Bettelheim formular una sencilla pregunta durante una extensa clase de su asignatura en la Universidad de Chicago: «¿Cuál es el motivo principal por el cual una madre amamanta a su bebé?». En aquella época, estábamos viviendo el principio del movimiento de liberación de la mujer. Bettelheim dio la palabra a distintos estudiantes, y las respuestas venían empaquetadas con la corrección política de aquellos tiempos: «Amamantar es natural». «Los nutrientes de la leche materna son mejores para el bebé». «Es un acto que expulsa a las corporaciones de las conexiones íntima entre madre e hijo».
Bettelheim, sentado en una silla en el centro del escenario, parecía impasible. Apenas se movía mientras negaba con la cabeza al escuchar todas aquellas respuestas. Y desde todos los rincones de la clase llegaban siempre este tipo de respuestas formuladas de formas muy diversas. Finalmente, Bettelheim contestó suavemente: «Lo hace porque es agradable». Y entonces lo repitió en voz más alta y con más énfasis. Bettelheim continuó con su explicación y nos dijo que cuando la madre ofrece su pecho al bebé hace algo que le resulta satisfactorio y le proporciona placer. La criatura también experimenta una sensación corporal,que le confirma que está complaciendo a su madre, dando placer al recibir placer, porque el pecho también le resulta agradable al niño. Y a partir de este marco, argumentó, se construyen todas las relaciones que funcionan. Das placer a otro mediante algo que te proporciona placer a ti también.” (p. 270) Probablemente la causa de no llegar a esa conclusión era que estaba relacionada con el placer y eso llevó a un debate en la puerta de la clase. La conversación había motivado un intercambio de ideas inesperado.
La clase presencial puede variar con los acontecimientos del día, con el humor del profesor o por otras razones. El vídeo on-line es fijo. Es la -teóricamente- mejor clase posible; no cambia. Puesto que no hay debate, una opción sería sustituir el profesor por un actor.
La enseñanza virtual favorece la participación de los tímidos pero no se les enseña a superar sus miedos y no les habilita para defender sus argumentos en público.”
“...lo que marca la diferencia, lo que puede cambiar la vida del estudiante, es la presencia de una figura fuerte que muestre interés por él que, en palabras que diría el estudiante, «pille lo que diga». Y, para eso, se necesita una conversación.” (p. 283)
TRES SILLAS - TRABAJO
La reclusión frente a la pantalla reduce las sinergias y la fidelización a la empresa. Es el presencialismo.
“... concede que, para ser justos, los clientes también se resisten a ser invitados. Dice «Todo el mundo -los clientes incluidos- prefiere enviar correos electrónicos a hablar por teléfono o salir a comer juntos».” (p. 288)
En una importante firma de abogados se confirmó que más relaciones sociales estaba relacionado con más facturación y se empezó a recompensar económicamente dichas prácticas.
En las reuniones a distancia, por lo general, solo se hace caso cuando es tu turno. El resto del tiempo lo dedicas a trabajar en tus cosas. Así que, ¿para qué sirven?
Brillantes estudiantes, cuando acceden al mundo laboral, consideran que su trabajo en equipo se limita a su parte. Cuando la han ejecutado -frecuentemente con brillantez- desconectan de la reunión.
No está de más advertir a los trabajadores que no se puede actualizar Facebook durante una reunión. “Porque puede que no lo sepan”. (p. 298)
“Inscrito dentro de una línea de estudios sobre el poder comunicativo de la voz y del cuerpo (centrada en las discusiones, los gustos y odios, los sentimientos y las actitudes de las personas), el psicólogo Albert Mehrabian estableció «la norma del siete por ciento, el treinta y ocho por ciento y el cincuenta y cinco por ciento». Cuando estamos todos juntos en una misma habitación, expresamos el siete por ciento de nuestros sentimientos mediante las palabras, el treinta y ocho por ciento mediante el tono de voz y el cincuenta y cinco por ciento mediante el lenguaje corporal. Albert Mehrabian, Silent Messages: Implicit Communication of Emotion and Attitudes (Belmont: Wadsworth, 1981).” (Nota 13, p. 454)
“«El tiempo empleado contra el tiempo bien empleado» es la frase usada por Tristan Harris de Google para hablar de su visión de una nueva alianza entre consumidores y empresas para construir una tecnología que pueda servir mejor a la humanidad. En su presentación en Bruselas de TEDx que tuvo lugar en diciembre de 2014, Harris comparó nuestros teléfonos con máquinas tragaperras que ofrecían solo dos tristes opciones: o te distraen o te provocan el miedo a quedar excluido. htpps://youtube.com/watch?v=jT5rRh9AZf4 .” (Nota 17 p. 455)
Algunos trabajadores no tienen más remedio que crear sus mensajes a altas horas de la noche pero enviarlos o dejarlos como borrador para ser enviados a una hora decente es su decisión. (p. 319)
“Pero los estudios muestran que, de media, un trabajador de una oficina es interrumpido (electrónicamente) cadas tres minutos y que cuesta una media de veintitrés minutos volver a recuperar la concentración. Es muy difícil romper este ciclo porque cuando estamos acostumbrados a las interrupciones, aprendemos a interrumpirnos a nosotros mismos.” (p. 326)
“Necesitamos promover la capacidad de disfrutar de una soleda que no implique un aislamiento.” (p. 327)
EL CAMINO HACIA DELANTE. LA PLAZA PÚBLICA
El nuevo “yo” consiste en el yo + el yo digital + el yo algorítmico. Es decir, nuestro yo real, el yo que nos gustaría ser y que proyectamos a las redes sociales y el yo que Google deduce de nuestro uso de la red.
Emergencia. El mundo adolescente, desde 2001, es percibido como una emergencia rodeada de catástrofes. Todo es una emergencia.
“Al enfrentarse a una situación que experimentas como una emergencia, tu primer instinto es utilizar los medios sociales para refugiarte en tus amigos.” (p. 341)
La reacción suele ser informarse y actuar, nunca conversar o reflexionar ya sea por un ataque terrorista o porque tu novio no te ha llamado.
El uso de internet desecha absolutamente cualquier privacidad. Nuestra actividad en la red es acumulada por servidores y puede ser “minada”. El mantra autoprotector es “mis datos no le interesan a nadie”. (p. 345)
Los algoritmos de internet pueden limitar tus búsquedas evitando informarte sobre lo que consideran que no te interesa.
“El filósofo Allan Bloom ha apuntado el coste que ello puede suponer: «La libertad de pensamiento no requiere únicamente, o ni siquiera de forma especial, la ausencia de restricciones legales, sino la presencia de pensamientos alternativos». La tiranía más perfecta no es aquella que utiliza la fuerza para asegurar la uniformidad, sino la que elimina la conciencia de la existencia de otras posibilidades.” (p. 348-349)
Malcolm Gladwell, en Small Changes, plantea que los conocidos, no los amigos, son la mayor fuente de ideas y nueva información. (Nota 6 p. 458)
Cuando se le preguntó al presidente ejecutivo de Google Eric Schmidt que era lo que sabía Google de nosotros, respondió: «lo que hay que hacer es limitarse a portarse bien». (p. 358) Eichmann también era un ciudadano ejemplar.
Las notas en este capítulo están desplazadas.
EL CAMINO HACIA DELANTE. MEJORAR LA OPORTUNIDAD
Experiencias de campistas en vacaciones sin dispositivos les hacen sentirse mejor con ellos mismos y descubrir un yo desvinculado de la tecnología.
Se tienen tantas amistades que es necesario gestionarlas eficientemente. Para ello hay apps. (p. 366)
Los robots dotados de Inteligencia Artificial pueden generar empatía. Si no funcionan pueden provocar situaciones nuevas en su relación con los humanos. (p. 388)
Al cajero del supermercado ¿hay que hablarle? Si es nuestro único momento libre para mantener contactos digitales con nuestros amigos o familiares, los expertos en modales dicen que él ha de hacer su trabajo y podemos pagar mientras hablamos por el móvil. Pero el precio será generar en esa persona una alienación total.
“Sin embargo, mucha gente me cuenta que tiene la esperanza de que, algún día, dentro de no demasiado tiempo, una versión avanzada de Siri se convierta en algo similar a un mejor amigo, Alguien que los escuche cuando nadie esté dispuesto a hacerlo. Creo que este deseo refleja una dolorosa realidad que he aprendido a lo largo de mis años de investigación: la sensación de que «nadie me escucha» juega un papel muy importante en nuestras relaciones con la tecnología.” (p. 403)
“Si hemos olvidado cómo escuchar a los demás, las aplicaciones nos enseñarán a ser más atentos. No obstante, acudir a la tecnología para reparar la brecha de empatía parece una respuesta irónica a un problema que quizá nos podríamos haber ahorrado desde el principio.” (p. 406)