Título: El elefante desaparece
Título original: 象の消滅 [Zō no shōmetsu]
Traducción del japonés: Fernando Cordobés y Yoko Ogihara
Páginas: 344
Año: 1993
Editorial: Tusquets
Colección: Andanzas nº 876
Edición: 1ª 2016
ISBN: 978-84-9066-241-0
Código DIBA: N MUR
Contenido
El pájaro que da cuerda y las mujeres del martes
Nuevo ataque a la panadería
El comunicado del canguro
Sobre el encuentro con una chica cien por cien perfecta en una soleada mañana del mes de abril
Sueño
La caida del imperio romano. La revolución india de 1881. La invasión de Polonia por Hitler y El reino de los vientos enfurecidos.
Lederhosen
Quemar graneros
El pequeño monstruo verde
Asunto de familia
Una ventana
La gente de la televisión
Un barco lento a China
El enanito saltarín
El último césped de la tarde
Silencio
El elefante desaparece
Comentarios
En general se trata de un libro para habituales de Murakami. Muchas de las fijaciones que hemos vivido en otros libros aparecen aquí exactas o esbozadas. El lector que se inicie con este libro tiene todos los puntos para aborrecer tanto al libro como su autor. Sería por tanto, un libro para iniciados que pueden recrearse en la forma obviando el fondo.
Si eres un enamorado del planteamiento – nudo – desenlace, de verdad, déjalo. No es tu libro.
Irregular. Muy irregular. De hecho, es una compilación de artículos publicados desde 1980.
El pájaro que da cuerda y las mujeres del martes (1986)
El comienzo es tan natural que es inevitable pensar en tu propia cocina o en tu propio teléfono. Acabaremos buscando un gato que se llama Noboru Watanabe. Es bueno saber que Noboru Watanabe es el verdadero nombre de un escritor-ilustrador, muy amigo de Murakami, conocido (en Japón supongo) como Mizumaru Anzi.
Nuevo ataque a la panadería (1985)
Tiene algo de Tarantino.
El comunicado del canguro (1981)
Una plasta. Sin piedad. Incluso utiliza la odiosa onomatopeya de la risa. Quita, quita.
Sobre el encuentro con una chica cien por cien perfecta en una soleada mañana del mes de abril (1981)
“Una historia triste. ¿No le parece?” pág, 81
Aunque en el fondo, es la historia de cada día, de los millones de encuentros abortados.
Sueño (1989)
Este sí que es bueno. Genial sentido del ritmo. Dan Brown te mete un desenlace en 10 páginas y te provoca un sentimiento de estafa, de búsqueda de resolver el tema porque se le acaba el espacio. Murakami te mete un guantazo en cuatro líneas y te deja pasmado.
La caida del imperio romano. La revolución india de 1881. La invasión de Polonia por Hitler y El reino de los vientos enfurecidos. (1986)
¿Hacía falta un título tan largo para tan poco contenido?
Lederhosen (1985)
Otro de los buenos. Un ejercicio de empatía con las decisiones inexplicables.
Quemar graneros (1983)
Otro cierto toque tarantiniano, pero perfectamente prescindible.
El pequeño monstruo verde (1981)
Podría ser un relato de Sánchez Piñol.
Asunto de familia (1985)
Aquí hay algo de Bukowski. Para leer en esos días de misantropía que todos tenemos de vez en cuando. El novio de la hermana se llama Noboru Watanabe.
Una ventana (1991)
Otra historia triste o más bien sobre ese realismo del que, a veces, huye la literatura.
La gente de la televisión (1989)
Otro de los que, o se lo perdonas todo a Murakami, o cierras el libro y lo utilizas como pata del sofá.
Un barco lento a China (1980)
Joder, que pena. Hay que ser burro. Céntrate un poquitín, majo.
El enanito saltarín (1984)
Valdría como cuento de terror pero, aunque probablemente sí quedará en tu memoria, no creo que lo haga en la historia de la literatura.
El último césped de la tarde (1982)
Bien planteado, bien anudado y sin desenlace.
Silencio (1991)
Correcto. Bien retratada la vacuidad del triunfador.
El elefante desaparece (1985)
Muy bueno. Te atrapa tanto por el fondo como por la forma. El cuidador del elefante se llama Noboru Watanabe.