Título: Las sabidurías de la antigüedad. Contrahistoria de la
filosofía, I
Autor: Michel Onfray
Título original: Les sagesses antiques
Traductor: Marco Aurelio Galmarini
Año: 2006
Editorial: Anagrama
Edición: Segunda, Octubre 2008
ISBN: 978-84-339-6256-0
DIBA: 1(09) Onf
ÍNDICE
PARA UNA CONTRAHISTORIA DE LA FILOSOFÍA
Preámbulo general: La historiografía, un arte de la guerra
Introducción: Sobre polvos estelares
PRIMERA PARTE: LAS SABIDURÍAS DE LA ANTIGÜEDAD
Primer tiempo
HUELLAS DE ÁTOMOS EN UN RAYO DE LUZ: EL MATERIALISMO ABDERITA
I.
Leucipo y la alegría auténtica
II.
Demócrito y el goce del placer en uno mismo
III.
Hiparco y la vida más placentera posible
IV.
Anaxarco y su naturaleza prendada del goce
Segundo tiempo
USOS TERAPÉUTICOS DEL VERBO: LA SOFÍSTICA ANTIFONIANA
V.
Antifón y el arte de combatir la tristeza
Tercer tiempo
LA INVENCIÓN DEL PLACER: LA ALEGRÍA DE ARISTIPO
VI.
Aristipo y el cosquilleo de la voluptuosidad
Cuarto tiempo:
PLACER DEL DESEO SATISFECHO: LA CONSTELACIÓN CÍNICA
VII.
Diógenes y gozar del placer de los filósofos
Quinto tiempo
SALVADOS POR LA POLEMICA: TRES MOSQUETEROS HEDONISTAS
VIII.
Filebo y la vida feliz
IX.
Eudoxio y el objeto de deseo para todos
X.
Pródico y la felicidad
Sexto tiempo
BAJO EL SIGNO DEL CERDO: EL EPICUREISMO GRECOLATINO
XI.
Epicuro y el placer supremo
XII.
Filodemo de Gadara y la comunidad hedonista
XIII.
Lucrecio y la voluptuosidad divina
XIV.
Diógenes de Enoanda y de la alegría de nuestra
naturaleza
Bibliografía
Cronología
Índice analítico
PARA UNA CONTRAHISTORIA DE LA FILOSOFÍA
La filosofía cuestiona la metodología y el contenido de todas
las ciencias excepto a sí misma. Sus verdades no se cuestionan. Por ejemplo, de
Aristipo de Cirene prácticamente solo se habla de que Platón lo critica por no
asistir en el día de la muerte de Sócrates. En Europa, la única concepción de
la filosofía antigua es la platónica. Y además es la base para la tradición
judeo-cristiana dominante.
“La gente bien situada no tiene nada que temer respecto de la
supervivencia de su próspero mundo; después de Pitágoras, el Fedón de Platón le
enseña la inmortalidad del alma, el odio al cuerpo, la excelencia de la muerte,
la aversión a los deseos, los placeres, las pasiones, la libido, la vida; La
ciudad de Dios repite hasta la náusea el mismo odio al mundo real en nombre,
por supuesto, de una Dios de amor y de misericordia; y no esperemos que la Suma
teológica de (Santo) Tomás de Aquino enseñe otra cosa; los Pensamientos de
Pascal nadan en aguas igualmente turbias; lo mismo vale para Descartes o
Malebranche; la Crítica de la razón práctica defiende ideas parecidas, aunque
reformuladas en la escolástica trascendental de los “postulados de la razón
práctica”, (p 20-21)
Protágoras estibador, Sócrates escultor, Diógenes banquero, …
su filosofía es la del ágora y el foro, del hombre de la calle.
Frente a la idea de que la filosofía no sirve para nada, la
utilidad para crearse a uno mismo, para ser feliz. Con Spinoza, Deleuze o
Nietzsche puede haber una filosofía que no rechace lo corpóreo. Es una historia
hedonista de la filosofía que aspira a esculpir cuerpo y pasiones,
La corriente hedonista, como el rio Alfeo, aspira a mantenerse
atravesando la filosofía idealista platónica, cristiana y alemana.
La arqueología está recuperando, de las formas más peregrinas,
restos de los filósofos olvidados:
●
Villa Pisón en Herculano con 800 rollos de papiros
de la biblioteca de Filodemo de Gadara
●
50 tratados gnósticos en Nag Hammadi
●
La pared de Enoanda
●
Vendas de momias en Oxirrinco
●
Papiros en basureros del Antiguo Egipto
●
...
Por otra parte, las referencias a estos autores en las obras
que han pervivido
En algún caso, la fuente es doble De Empédocles de Agrigento
(495-444, teórico de las cuatro raíces) se encuentra en 1990 un papiro (de
entre los 5.000 apenas estudiados de la Biblioteca Pública de Estrasburgo) que
combinado con referencias a sus obras aporta una visión mucho más clara.
Aristóteles, en su Metafísica, hace referencia a sus
predecesores pero siempre para favorecer su argumentación.
El triunfo de Platón, el estoicismo y el cristianismo imponen
su lógica. “odio al mundo terrenal, aversión a las pasiones, las pulsiones y
los deseos, desacreditación del cuerpo, el placer y los sentidos, sacrificados
a las fuerzas nocturnas, a las pulsiones de muerte”.(p. 35)
MATERIALISMO ABDERITA
Leucipo de
Mileto (actual Anatolia, Turquía): 460-370 Puede ser el primer
hedonista del mundo griego. Cuando tenía 13 años se empezó a construir el
Partenón que se acabó cuando tenía 28 años. (447-432) Epicuro niega la
existencia de Leucipo.
Plantea el atomismo. La materia está constituida de átomos -el
ser- que se mueven en el no ser o vacío. Lo espiritual, los dioses, o no
existen o son tangibles pero como máximo son simulacros, es decir, sensaciones
como el calor del sol o los colores. Es el fin del mito.
La tradición quiere que la idea de Leucipo viene de observar
las partículas de polvo en un rayo de luz.
De la única de sus obras que se tiene constancia es la Gran
Cosmología.
Los dioses no pueden afectar a los humanos.
Plantea la idea de alegría auténtica que, en un mundo
inmanente, puede estar muy vinculada al placer.
Demócrito
de Abdera (actual Macedonia Oriental y Tracia en Grecia) 460-356 Por tanto, nace el mismo año
que Leucipo. Tanto Leucipo como Demócrito nacen cuando Sócrates tiene unos diez
años (469-399) Es decir, que de
presocrático poco. Coincide en el tiempo con Platón (427-347) pero a diferencia
de él postula una realidad física sin dioses y orientada a la existencia gozosa.
“Aristóxeno en sus Apuntes históricos cuenta que Platón quiso
quemar los escritos de Demócrito, en bloque, todos cuantos lograra reunir, pero
que Amiclas y Clinias los pitagóricos le disuadieron, diciendo que no obtendría
ningún provecho, pues los libros estaban ya en manos de muchos. Y es verosímil.
Pues Platón, que menciona a casi todos los filósofos antiguos, en ningún lugar
cita a Demócrito, ni siquiera donde debiera contradecirle, evidentemente porque
sabía que se enfrentaba al mejor de los filósofos” Diógenes Laercio IX, 40
Platón también se olvida de Antístenes, de Diógenes de Sinope
y otros cínicos. A Aristipo de Cirene solo lo recuerda para dejar bien claro
que no acudió a acompañar a Sócrates el día de su muerte.
De los fragmentos de Demócrito, nos ha quedado más sobre
física que sobre ética.
Respecto a los llamados presocráticos, los fragmentos que nos
han quedado presentan esta proporción:
●
Demócrito: 20%
●
Heráclito: 06%
●
Parménides: 03%
Es el “filósofo que ríe” frente a Heráclito (el filósofo que
llora)
Comentari personal: En la pàgina 60 Onfray parla d’Abdera com
una ciutat de Asia Menor. En realitat és una ciutat de la zona de Macedònia
Oriental…
Viaja mucho y conoce a magos caldeos, conoce el ascetismo con
gimnosofistas indios y aprende geometría de los egipcios. Tenía un jardín y
dentro del jardín una cabaña donde se retiraba a pensar. También le gustaba
mucho pensar paseando por los cementerios.
Sabe especular pero no lo hace. Le divierte dominar el método
pero no lo usa para hacerse rico.
Según la leyenda se provocó la ceguera. Algunos dicen que para
no ver a las mujeres y no sufrir por un deseo que ya no podía satisfacer. Otros
dicen que para aumentar su vida interior.
Compra a un esclavo estibador. Será Protágoras de Abdera -el
hombre es la medida de todas las cosas- : πάντων χρημάτων μέτρον άνθρωπος
Muere con más de cien años. Para no molestar a su hermana se
aguanta unos días a base del olor de panecillos calientes para que ella pueda
celebrar las Tesmoforias (D.L. IX, 43)
Hegel desprecia la anécdota cínica, pero esa anécdota es una
forma de relatar el enfrentamiento a lo establecido, una propuesta filosófica
alternativa a lo escrito. En la misma línea se puede interpretar los panecillos
calientes, el cambio de virgen a mujer o el envoltorio en miel de su cadáver.
Además hay un hedonismo útil en el uso de la anécdota que permite dirigirse a
públicos diversos. Su ceguera puede ser una muestra de triunfo sobre las
percepciones, sobre los simulacros para poder construirse como ser a su
voluntad.
Coincide con el materialismo de Leucipo. Las cosas son
inmanentes y materiales. No hay eternidad ni dioses. La transformación personal
es posible y solo depende de uno mismo.
No hay dualidad pitagórica. Un solo ente.
Usa de los vocablos alma y cuerpo pero como dos aspectos de
una sola cosa, como cabeza y tronco son dos partes de un todo. El alma vive con
el cuerpo y muere con él. La forma es ligeramente diferente: el alma presenta
átomos de una forma y el cuerpo de otra. Pero siempre van juntos. Por tanto, el
alma no se localiza en ninguna parte en concreto del cuerpo. Está en todas
partes y en ninguna. Es algo parecido a un tablero de ajedrez (salvant
l’anacronia de l’exemple…)
La alegría es la finalidad de la moral. Su pensamiento
utilitarista coincidirá en parte con el de Bentham y el de Stuart Mill.
Utilidad = Satisfacción + agrado individual subjetivo
Inutilidad = Insatisfacción + desagrado
El placer es el signo, la prueba o evidencia del bien.
El método hedonista pasa por tres momentos:
●
Primero: Teoría del conocimiento que permite la
potencia de ataque a partir del relativismo
●
Segundo: Ateísmo tranquilo
●
Tercero: Práctica del placer entendido como el
júbilo de sentirse libre. Dietética de los deseos para ser libre y feliz.
Teoría del conocimiento: No se distingue entre una verdad (una
idea platónica) y su representación. Todo es inmanente, no trascendente. Lo
real es lo que se percibe.
Ateísmo: No hay fortuna o destino trascendente. Los dioses no
existen y de lo que no existe no se puede tener miedo,
Dietética de los placeres: Hay que desechar los placeres
alienantes y seleccionar los que procuran el verdadero bien, Así se llega a la
armonía con uno mismo, al bienestar, a la felicidad.
La evitación del displacer es fundamental. El conocimiento es
una herramienta para luchar contra inquietudes y temores. Otra forma de evitar
el displacer es mantenerse alejado de la cosa pública y privada. No es
necesario ser buen esposo, buen padre, buen ciudadano.
Sugiere no procrear porque la educación “está por encima de
los esfuerzos de cualquiera” (p. 73)
El otro no es la medida de uno mismo. Se ha de pasar la vida
lo más feliz posible.
“No temer a nada ni a nadie, ni a los dioses ni a los señores,
no emprender ninguna tarea que esté por encima de sus fuerzas y de sus medios;
conocer sus límites y apuntar a lo realizable; no perder el alma en placeres
cuya satisfacción entraña con seguridad insatisfacción; desear el placer de la
comunidad feliz consigo misma; no procrear ni engendrar; no comprometerse nunca
en los asuntos de la ciudad; no dejarse dominar por las pasiones y las
pulsiones que desequilibran; no desear más de lo que se tiene, ni hundirse en
el deseo imposible de satisfacer; acceder a las alegrías que ofrece la
existencia en la medida en que aumenten la adhesión al propio ser; definir lo
útil y lo perjudicial mediante la satisfacción y el malestar; tender a la
alegría… he aquí las reglas de uso de un hedonismo que propone un placer
delicado, sutil, elegante: el placer supremo de la autonomía, en el sentido
etimológico del término.
Entonces puede hacer su aparición la risa. La gran risa
liberadora de quien comprende que la alegría llama a la adhesión a la realidad,
a la celebración del cuerpo, al amor a lo vivo inmanente y concreto, a la
pasión por este mundo, el único.” (p. 74-75)
Hiparco No es
Hiparco de Nicea. Es un personaje del que D.L en IX, 43 nos indica que estaba
presente en el lecho de muerte de Demócrito. Onfray añade (i jo no ho trobo
dins D.L) que Hiparco era pitagórico, seguidor de Demócrito y autor de un libro
llamado “Sobre la alegría o el bienestar” Parece ser que los fragmentos
justifican su vínculo con Demócrito y nada apuntan respecto a que fuera
pitagórico.
La vida, para Hiparco, sería como un viaje, lleno de
imprevistos, por lo que es necesario aferrarse al momento presente y disfrutarlo.
No contentarse con lo que es y desear lo que podría ser es fruto de desengaños.
Por otra parte apuesta por buscar lo positivo en los reveses:
¿Que hemos perdido todo? Mejor, así no estaremos inquietos por ello….Quejarse
no sirve de nada.
Se puede disfrutar de la tragedia ajena pero no por el mal que
causa en el otro sino por la conciencia de que, al menos esta vez, no nos ha
tocado a nosotros.
Anaxarco
de Abdera, el Bienaventurado. Acompañó a Alejandro y conoció a
los gimnosofistas indios.
A Nicocreonte de Salamina que le amenaza con machacarle, le
dice que podrá destruir su cuerpo, pero no su ser. Cuando le amenazan con
cortarle la lengua, el se la corta con sus propios dientes y la escupe a la
cara de quien le amenaza.
Para él la felicidad consiste en la capacidad por no dejarse
afectar por nada que provenga del exterior
Parece ser que fue maestro del escéptico Pirrón. En una
ocasión Anaxarco se perdió y se cayó a una ciénaga. Pirrón lo vio y no hizo
nada por ayudarle ya que le venía de gusto ir a cepillar a sus cerditos. Cuando
Anaxarco se recuperó, elogió a Pirrón por su gran sabiduría de buscar la
felicidad independientemente de elementos externos.
En el hedonismo, “El placer define por tanto el goce de sí
mismo como una soberanía realizada, conquistada y radiante.” (p. 86)
LA SOFISTICA ANTIFONIANA
Antifón de
Atenas El sofismo se concibe hoy desde la perspectiva platónica, es
decir negativamente. Platón criticaba a los sofistas por cobrar por sus
enseñanzas. Él no lo necesitaba puesto que era rico. Tampoco le gustaba el
populismo de los sofistas. Se mezclaban en cualquier lugar y con cualquiera,
democratizando el conocimiento en lugar de reservarlo a unos pocos en un lugar
escogido como la Academia,
No se sabe cuando nace Antifón pero parece probable su muerte
hacia 411. A Antifón no le gusta el modo de vida de Sócrates. Sócrates-según
Platón- le critica el interés por el dinero. En realidad, Antifón no desea el
dinero, simplemente lo usa. “Pero Antifón no ve en el dinero la condición de la
felicidad, ni siquiera una vía de acceso posible a ella. La felicidad es la
vida armoniosa con uno mismo, la paz, la serenidad, la tranquilidad del alma
que ignora la turbación. Extrapolemos un poco: si el dinero ganado en el trabajo
del sofista permite liberarse de dolores, aflicciones y sufrimientos y acceder
al estado en el cual uno vive en concordia con uno mismo -la expresión es de
Antifón- ¿por qué no?” (pág. 93)
Si el alma sufre contradicciones, la psique sufre. Puesto que
el alma es mortal, como el cuerpo, si se trabaja y entrena deja de padecer.
Antifón podría ser el precursor del psicoanálisis. Se anuncia
con octavillas (això no m’acaba de quadrar) y crea un gabinete en el ágora de
Corinto. Escucha y después dialoga.
Su habilidad sofista combinada con su materialismo, monismo e
inmanismo le permite buscar la causa “situada en la materia atomística del
paciente” (p. 94). Su obra “El arte de combatir la tristeza” se ha perdido.
Usa los sueños y los interpreta mucho antes que Artemidoro de
Efeso -o de Daldis- (siglo II d.C.) en su “La interpretación de los sueños”. Probablemente
su interpretación se encamine a poder ser tratada desde su terapia dialéctica.
Physis vs nomos. La ley limita al individuo. En el colectivo
la ley se puede respetar por su utilidad, pero en el ámbito privado se ha de
seguir la propia voluntad sin dar explicaciones.
La ley, en el juicio, pone en el mismo nivel de partida al
culpable y al inocente constituyendo una absoluta injusticia moral.
Como sofista, Antifón sabe que no vence la verdad sino el
mejor discurso. “El filósofo sofista defiende la causa del individuo y ataca a
la comunidad, culpable de fabricar sujetos dóciles y modelados para someterse
al orden colectivo.” (p. 99)
La ética individual y antisocial es una apuesta por el
hedonismo,
La felicidad no está en los bienes alienantes que propone la
sociedad. Así el ejemplo del avaro que no presta, se le quema la casa y llora
porque si lo hubiera prestado aún lo tendría. Los honores no aportan nada.
Familia o amor acaban diluyéndose por la progresiva pérdida de
libertad del otro en el entorno social.
La vida ha de ser vivida felizmente. “Pues la vida merece ser
vivida. Sólo hay una, y las ocasiones de displacer, sufrimiento y tristeza son demasiado
numerosas para que a lo trágico de la existencia venga a añadirse impericia,
incompetencia o ignorancia de lo que se ha de hacer. En un mundo sin grandeza,
sin nobleza, sumergido en la mezquindad, marcado por la fragilidad y la
fugacidad, ante la multiplicidad de contrariedades, las incontables ocasiones
de sufrimiento físico y psíquico y la necesidad de soportar el peso de lo
social y la imposición de lo colectivo desde la más tierna edad, la filosofía
facilita una salvación, ofrece una medicina eficaz.” (p. 101)
La colectividad es solo la suma de los individuos. No hay
ninguna trascendencia en lo colectivo. Por tanto no hay diferencias reales
entre las personas. Los ciudadanos atenienses sólo son el diez por ciento de la
población. La exclusión de mujeres, extranjeros, o metecos provoca el
antinacionalismo de Antifón. La evidencia es que todos tienen las mismas
necesidades.
Es un precursor de la idea de derecho natural: “...,la
dignidad de los seres humanos impone una obligación ética radical: mi
existencia ética como individuo me obliga a reconocer a mi semejante como tal.
Sólo la concordia conmigo mismo hace posible la concordia con el otro; el
individualismo hedonista funda una política libertaria y de alegría que, a su
vez, hace posible este individualismo hedonista.” (p. 103)
LA ALEGRIA DE ARISTIPO DE CIRENE
Aristipo
de Cirene La biblioteca y la bodega tendrían el mismo valor. Platón
dedica una obra al placer pero no menciona a Aristipo. Tampoco lo cita ni
Epicuro ni Aristóteles.
La anécdota de un Aristipo perfumado en el ágora implica un
desprecio a la opinión de los demás y a lo establecido. Platón solo menciona a
Aristipo por su ausencia el día de la muerte de Sócrates.
Aplicando la hermenéutica a las anécdotas de Aristipo “De esa
manera se descubrirá, detrás de los sainetes filosóficos, otros tantos mensajes
morales, verdades, enseñanzas, invitaciones, proposiciones serias, tales como
la indiferencia respecto del dinero y las riquezas, la condena de los honores y
la consideración de los otros, el rechazo de todos los poderes, excepto los que
se obtienen sobre uno mismo, la naturaleza soteriológica de la filosofía, el
papel fundamental de la educación en la estructuración de un temperamento
filosófico, la necesidad imperiosa de domar las energías animales en el hombre,
el valor desigual de las existencias, lo ridículo de los valores ficticios
-como el orgullo deportivo-, la crítica de la intemperancia alcohólica, el
rechazo de todas las formas de apego, fueran las que fuesen, el descrédito de
la paternidad, etc.” (p. 116-117)
El hedonismo ha sido reducido -por sus oponentes- a una
satisfacción de los impulsos animales.
Aristipo considera el dinero como un medio. Ser muy rico o ser
muy pobre son dos caras del mismo problema. Lo óptimo es tener el dinero que se
necesita. Ni más ni menos.
Renuncia a la ciencia para concentrarse en lo moral. No hay
pitagorismo ni materialismo abderita. Solo busca una ética de la alegría
mediante el uso de la libertad.
Cuando le reprochan haber entrado en un burdel contesta que el
problema es no saber salir. No es buen esposo, no es buen padre -considera a
sus hijos un esputo-, no es buen ciudadano. Ante la propuesta socrática de
elegir entre mandar u obedecer Aristipo escoge caminar en solitario por el
camino de la felicidad y alejarse de las consignas colectivas.
La idea es disfrutar del καιρός escogiendo
lo bueno del instante preciso, irrepetible, lejos del pasado y del futuro. No
hay que ir a buscar la felicidad, no hay que ir a cazarla. El riesgo de volver
sin ella puede producir la tristeza.
Ulises vive el presente sin olvidar su objetivo. Lactancio,
Gregorio Nacianceno y Agustín rechazan absolutamente la idea de placer de
Aristipo.
Nada en Aristipo sobre la fisiología del cuerpo o del alma. No
le interesa lo científico. “Es bueno todo lo que conduce al filósofo en la
dirección de la alegría, siempre que no se pague ésta con una alineación. Nunca
un placer cirenaico debe lograrse al precio de un displacer presente o futuro,
displacer que emana de la limitación de la libertad del individuo. El goce de
Aristipo coincide con el de un libertario que no pone nada por encima de la
libertad, ni siquiera, y mucho menos, el placer.” (p. 124-125)
A diferencia de Epicuro, el placer no se obtiene por ausencia
de la turbación. Su definición es dinámica, positiva, activa.
La destrucción del deseo no es una forma de crear placer. La
voluptuosidad que halaga los sentidos dice Cicerón.
El placer es de dimensión temporal. Es el καιρός y es subjetivo, personal, activo e instantáneo
(subjectiu perquè ets tu qui ho escull i personal perquè ets tu qui ho
gaudeix).
La felicidad es atemporal. Es la suma de los placeres pasados
y futuros. El recuerdo y la espera de un placer constituyen la felicidad.
El único nexo de unión de los llamados cirenaicos es la
geografía. Así por ejemplo, Hegésias es un triste cuyas enseñanzas fueron
prohibidas por el rey Ptolomeo II de Egipto.
LA CONSTELACIÓN CÍNICA
Diógenes
de Sínope Cirenaicos y cínicos comparten mucho: teatralidad,
antiplatonismo,... Se conocen y se frecuentan. Antístenes, Diógenes y Aristipo
son los enemigos de Platón y probablemente estén mucho más cerca del Sócrates
real que del personaje que creó Platón en sus obras. Diógenes plantea. “
...para qué puede servir un filósofo que se pasa la vida entera en esa
actividad sin que nunca nadie se sienta molesto.” (p. 132)
Antístenes -maestro de Diógenes- ve muchos caballos pero nunca
la realidad equina. Otros comentarán que el concepto de perro no ladra.
Diógenes sale de su ánfora (el tonel es un invento galo posterior)
con su linterna para buscar -en puro cachondeo- al hombre platónico que sabe
que no existe.
Cuando frente a su hombre como bípedo sin plumas Diógenes le
lanza a Platón una gallina desplumada, Platón tiene que rectificar añadiendo
“con uñas planas”. Frente al interminable discurso de Platón, la anécdota de
Diógenes.
Cuando Diógenes se masturba en público hace un elogio del
φύσις frente al νόμος rechazando la cultura y la censura social, ”De donde, un
poco después, el onanismo famoso. Diógenes deplora que no se pueda satisfacer
el deseo sexual con tanta inocencia y sencillez como el animal marino, o que
los hombres, sus congéneres, cuando sacian el hambre o la sed cogiendo
aceitunas del árbol o refrescándose en la fuente cuando los asalta el deseo.
Lección de sabiduría: también en esto seguir a la naturaleza, rechazar la
cultura, no preocuparse por las conveniencias, y, sobre todo, burlarse de la
mirada y del juicio de los otros, es condición primordial para alcanzar la
verdadera sabiduría. Como buenos discípulos, Crates e Hiparquía deciden actuar
en consonancia y hacen el amor en la plaza pública, con lo cual contribuyen a
la gesta cínica, ya rica en acontecimientos…” (p. 135)
La anécdota indica que es imposible alcanzar la felicidad sin
prescindir del νόμος. Respetarlo es un acto de esclavos.
La felicidad se paga con la incomprensión de los espectadores.
En el mundo cínico, hedonismo es ascesis, no ascetismo. Se requiere el esfuerzo
para el verdadero dominio de uno mismo. “El hedonismo obliga a ser fuerte y
siente repugnancia por todas las debilidades.” (p. 136)
El tema del canibalismo ha sido considerado apócrifo. Vincula
en demasía el pensamiento de Diógenes con el materialismo abderita.
Hay dietética de los placeres, no de los deseos como en
Epicuro. Antístenes rechaza todo placer pero cuando lo considera necesario
acude al burdel para liberar tensiones y así poder continuar filosofando. “Los
malos placeres, los del hombre común, proceden del tener: casarse, procrear,
fundar una familia, correr tras el dinero, codiciar los honores, aspirar a la
riqueza, tener en consideración la opinión de los demás, esperar la fama,
frecuentar a los poderosos o a los personajes notorios, viajar, dedicarse a la
política, que son otros tantos vicios, perversiones y objetivos que pudren la
existencia. La búsqueda de estos falsos valores conducen indefectiblemente al
desencanto, la desilusión, la lamentaciones. Ficciones, falsas apariencias,
bromas, cuentos…
En cambio, los buenos placeres, es decir, los del filósofo,
mantienen una relación directa con el ser. Por otra parte, los llamados
filósofos pueden disfrutar de los mismos placeres que los demás —como las
prostitutas ajadas de Antístenes, pero también las tartas o las buenas comidas
que a veces se asocian a Diógenes de Sinope-, pero de otra manera, con otro
espíritu que el hombre común. A quienes le reprochan que pase el tiempo en esos
lugares -como ocurre con considerable número de filósofos, decididamente
grandes consumidores de casas de tolerancia-, Diógenes replica que el sol entra
también en las letrinas sin dejar por ello de ser él mismo, y sobre todo sin
deshonrarse...
El verdadero placer consiste en burlarse del placer, o, dicho
de otra manera: el placer del filósofo implica el desprecio del placer del
hombre común. El auténtico supone la alegría incesante, la ausencia de pena, la
paz del alma, la serenidad, el espíritu alegre y otras pruebas dinámicas del
júbilo en acción. Los adulterados, en cambio, aumentan la aflicción, vacían el
deseo y alimentan la necesidad de acuerdo con el principio del eterno retorno
de lo peor. A quien le dice que vivir es un mal, Diógenes le responde: no,
vivir no, sino vivir mal. A continuación propone sus recetas para una
existencia lograda.” (p. 139-140)
"Solamente la filosofía permite seleccionar, distinguir
los placeres que alienan de los que liberan y son la alegre señal distintiva de
un logrado trabajo sobre uno mismo” (p. 140)
(Nota: La
vida de Diógenes de Sinope es calcula entre 412 i 323. Tindria uns 13 anys quan
va morir Sòcrates. Alexandre viu entre 356 i 323, per tant sí es factible la
famosa anècdota ja que sembla que varen morir el mateix any)
TRES MOSQUETEROS HEDONISTAS
Filebo Filebo y
Protarco son dos personajes de un diálogo de Platón. No tienen ninguna
presencia en la doxografía. Filebo da nombre a la obra pero desaparece en
seguida. Protarco sirve de pobre sparring a Sócrates. En este discurso, el
hedonismo se identifica con la satisfacción animal del placer.
Es sabido que, en Siracusa, donde Platón estaba al servicio
del rey Dionisio, tuvo roces con Aristipo pero, pese a ello, el principal
campeón del hedonismo no aparece en la obra de Platón.
El gran Platón, o intenta quemar la obra de sus enemigos o los
ridiculiza sin asumir riesgos.
Eudoxio de
Cnido Es pobre y tiene que vivir en el puerto de El Pireo, a 4
kilómetros de Atenas. Viaja y se convierte en un gran científico.
Combina el materialismo abderita con la cosmogonía platónica.
Su relación con Platón fue difícil. Cuando regresa de Egipto tiene tanto
prestigio que Platón le cede la dirección de la Academia mientras él está en
Siracusa ( y acaba siendo vendido como esclavo).
(Nota:
L’Academia va durar fins 529 d.C. quan fou tancada per Justinià. Va durar des
de 387 a.C fins 90. aC. I des de 410 d.C. fins 529 d.C.)
Es platónico y hedonista. Rechaza la separación entre un mundo
sensible y un mundo inteligible. Lo conocemos por Aristóteles en la Ética a
Nicómaco, un poco en la Metafísica y otro poco en La Retórica.
El placer es un bien pues todos los seres tienden a él.
El placer es un bien puesto que todos los seres rechazan el
dolor.
El placer es un fin en si mismo.
Solo el bien aumenta el bien, así que el placer es un bien.
Pródico de
Ceos
(isla frente al Ática) Fue alumno de Protágoras. Es famoso por la prosopeya de
las dos mujeres frente a Hércules adolescente. Es la Y ¿Felicidad o virtud? No
se pueden armonizar. Hay que elegir. No queda claro a cual elige pero sí que
parece evidente que junto a sus virtudes, acaba disfrutando de la vida. “¿La
lección? Rechazar el encierro en los términos de la alternativa, negar la
obligación de una elección exclusiva de uno u otro modo de existencia, querer
las dos vidas: hay que imaginarse a Hércules bígamo…” (p. 167)
EL EPICUREISMO GRECOLATINO
Epicuro (És una mica pesat. No em ve de ganes
resumir-ho)
Filodemo
de Gadara (Jordania) El
Vesubio sepulta Pompeya y Herculano en 79 d.C. siendo Tito emperador.
En 1752 unos obreros descubren la biblioteca de Filodemo de
Gadara: 1838 rollos de papiro en la llamada Villa de los Papiros que perteneció
al suegro de Julio César.
En La Campania se habla y se escribe en griego pero se empieza
a usar el latín para la filosofía.
Filodemo nace hacia el 110 a.C. Su maestro es Zenón de Sidón,
un epicúreo. Filodemo retrata la vida cotidiana del mundo epicúreo. En la Villa
se recibe a Virgilio en torno al 49 d.C. El
epicureísmo de Filodemo es tranquilo, menos riguroso. No es una
traición, es una reinterpretación.
La conciencia de la muerte es un hecho fundamental. Hay que
tener presente que está ahí. Por eso el carpe diem de Horacio. Pero hay que ser
consciente de que no la podremos experimentar. Cuando nos llegue ya no
viviremos.
No hay que relacionarse con los dioses. Simplemente nos han de
servir de modelo
Mientras Epicuro rechaza el arte y la poesía Filodemo los
practica. Igual que Lucrecio. También reivindica la música que Epicuro
despreciaba.
Su historia de la filosofía probablemente fue usada por
Diógenes Laercio.
En lo político, frente a la reclusión de Epicuro en su jardín,
opta por la acción política. De esa forma, algunos políticos serán epicúreos.
El método consiste en influir en los políticos. ¿La mejor opción? Ni la
democracia ni la tiranía: la monarquía puesto que es más fácil influir solo
sobre uno.
Lucrecio En torno a
90 a.C. – 50 a.C. Hay un principio
epicúreo que invita a ocultar la vida privada. Lucrecio lo cumple a la
perfección. No hay datos sobre él pero ahí está San Jerónimo para ilustrarnos.
San Jerónimo es un comentarista del Evangelio según San Mateo y el traductor y
revisor de la Biblia. “Que estas tareas estuvieran a cargo de individuos tan
poco escrupulosos, deshonestos y desleales resulta enormemente ilustrativo
acerca de la idea que es preciso hacerse de esa masa de escribas que fabrican
el cristianismo a partir de un Jesús de ficción, entre finales del siglo IV y
comienzos del V. d. C…” (p. 246). San Jerónimo acusa a Lucrecio de materialismo
encantado.
Lucrecio analiza los estragos del amor-pasión y los efectos de
la peste con absoluta minuciosidad. De rerum natura también plantea:
·
Reducción atomista
·
Ausencia de creación
·
Ausencia de fin anunciado
·
Ausencia de providencia divina
Por tanto incompatible
con la creciente estabilización del cristianismo.
En 1946 la URSS celebra el bimilenario de Lucrecio. Lucrecio
analiza y desmitifica, con toda calma, las ficciones que constituyen el armazón
de la mayoría de la forma de pensar de las personas. El mundo sigue porque las
personas crean un espejismo y se lo creen. No plantea moralidad. Ni la risa de
Demócrito ni el llanto de Heráclito: la sagacidad de Lucrecio.
Aunque no podamos percibir los detalles, estos existen. La
lucidez no se adquiere a partir de las apariencias ni aceptando las llamadas
evidencias transmitidas de generación en generación. Prefiere el trabajo
filosófico que descarta la opinión y opta por la investigación. Se acepta lo
que se percibe por los sentidos pero hay más: deducción + razón + reflexión.
“El punto de vista de Sirio no conviene a la gente repleta de opiniones y de clichés.
El hombre común repite las tonterías de su época, lo que no sería ningún inconveniente
si este tributo a las estupideces dominantes no fuera tan a menudo acompañado
del odio a todo el que piensa más allá de su época, que profundiza, que trabaja
en solitario sin preocuparse por la opinión que se tenga de él. Casi siempre la
lucidez acarrea a quien la practica el desprecio de las multitudes, de las
masas y de quienes viven en la explotación de la miseria intelectual de la
inmensa mayoría: muy a menudo los sacerdotes y sus Iglesias, los príncipes y
sus Estados…” (pág. 253)
(Nota; “El punto de vista de Sirio” es refereix a Micromegas, un personatge
de Voltaire que ve d’un planeta d’aquell estel.)
Ya Aristóteles avisa que no hay amigo. Lucrecio dedica su De
Rerun Natura a Memio, individuo bastante corrupto.
Clinamen: es la fuerza que modifica la trayectoria del átomo y
le permite combinarse. Junto al clinamen hay dos fuerzas antagónicas que lo
condicionan. Poéticamente son Venus y Marte, creación y destrucción. Cada uno
lleva en si la simiente del otro. “La filosofía consiste en el arte de seguir a
Venus, de inspirarse en ella para burlar, en la medida de lo posible, la
voluntad y los caprichos del dios de la guerra.” (p. 262)
“Con él se inaugura una idea temible, simple y verdadera: que
la religión, lo religioso, nacen de la incultura y de la falta de saber. El
creyente se satisface con la fe porque ignora. El sacrificio a las divinidades,
a los mitos, a las ilusiones, tiene su origen en un déficit de información
sobre la verdadera causa de lo que sucede. Cuando el filósofo digno de este
nombre trabaja, el sacerdote retrocede. Cuando el clero domina, la inteligencia
da un paso atrás. Lección que, ciertamente, se aplica a los vendedores de otros
mundos paganos, judíos, cristianos, pero también a todos los que no avanzan en
la claridad brutal del ateísmo.” (p. 264)
"Mucho antes que Feuerbach, Lucrecio ataca la religión en
su fundamento mismo, acosa lo que la constituye e ilumina las razones por las
que los hombres fabrican ídolos, profesan un culto, se desentienden de sí
mismos, se alinean y terminan por dejar su destino en manos de sacerdotes, del
clero que, sin ninguna vergüenza, utiliza la fe y la piedad como ocasiones
propicias para asegurar su dominación sobre cuerpos y almas y ejercer luego un real
y temible poder político.” (p. 265)
La muerte simplemente es “una operación de los átomos que
corresponde al final de las organizaciones que constituyen un cuerpo y un
alma.” (p. 267) , es “la disolución de la organización constitutiva de una
subjetividad” (p. 268). Lucrecio se opone a Platón que ha calcado a Pitágoras y
aquel a las sabidurías orientales.
“Puesto que la muerte se lo lleva todo, al menos que la
existencia se consagre a la alegría. La nada dura ya suficiente tiempo como
para que no haga falta destilarla a cada instante en la vida cotidiana.” (p.
272). La ataraxia es en Lucrecio la búsqueda activa de la evitación del dolor.
En De Rerum Natura II 1-61 tenemos el Suave mari magno. Estos
versos han servido para acusar a Lucrecio de cruel egocentrista. En realidad “El
hedonismo no supone el egoísmo ni la alegría malvada, sino la construcción de
sí mismo como una ciudadela, una fortaleza inexpugnable.” (p. 273)
El placer real no es lo que tenemos, sino lo que aprendes a no
sufrir, a carecer de temor.
“En la relación amorosa, los protagonistas rivalizan en
imbecilidad y prescinden de la realidad, más preocupados por creer en los
fantasmas que ellos mismos han fabricado que en la realidad evidente para
cualquier tercera persona neutral. Ya lo dice el sentido común popular: el amor
es ciego. En uno de sus momentos más irónicos, el poema narra esta
transfiguración del otro para la mirada amorosa: todo defecto se convierte en
cualidad positiva, todas las taras se truecan en talentos, cualquier petardo
accede al estatus de divinidad o de diosa, las tontas se vuelven adorables compañeras
y las histéricas, dulces cómplices. ¡No hay nada que falsee más la mirada
lúcida sobre sí mismo, los otros y el mundo que la danza de átomos amorosos en
un cuerpo sometido a la ley de aquellos!
El amor-pasión es una catástrofe. La pulsión de muerte que
trabaja los dos cuerpos desborda el cauce y se extiende, se expande:
extenuación, sumisión a los caprichos del otro, gastos suntuarios,
desmovilización social, dilapidación del patrimonio, fragilización de la
salud... El individuo atravesado por las flechas de Cupido se halla en un
estado fisiológico y psíquico propio de la patología: compulsivo, masoquista,
furioso, sádico, celoso, solipsista, repetitivo, alienado, torturado por el
remordimiento, inquieto, deambulante como un zombi; fuera de sí, está atado de
pies y manos a la buena voluntad de otra persona, también ella en un lamentable
estado físico y mental. Nada brillante para ninguno de los dos protagonistas…”
(p. 280-281)
Lucrecio disocia amor y sexualidad a diferencia del
planteamiento cristiano que únicamente acepta el sexo –con sentido reproductivo-
para no convertirse en una doctrina de seguimiento imposible.
“El ideal consiste en no enredarse en una situación amorosa,
pues más fácil parece evitar un dolor que lograr su desaparición. Si uno no ha
podido construir su existencia al margen de estos devastadores afectos, queda
una solución: ir corriendo al burdel y pedir a la primera profesional que se
encuentre el auxilio de un talento mercenario. Puesto que el deseo tiene su
origen en un tipo de atascamiento de átomos de sustancia vital que a veces son
solicitados por los simulacros de atracción sexual, la solución consiste en
desatascarlos por medios pura y simplemente mecánicos. Recuperado el dominio de
sí mismo, el aprendiz de filósofo puede salir del prostíbulo y retomar su
camino hacia el Jardín…” (p. 281-282)
Diógenes
de Enoanda (Actual İncealiler, en la antigua Lycia, en el extremo SW de
Anatolia) Diógenes de Enoanda sería un hombre rico que hizo construir un muro
de 80x4x1 metros en el que reflejó buena parte de los conocimientos filosóficos
de su época. Vive en torno al 120 d.C
mientras, entre 60 y 150 d.C. los evangelistas expanden un mensaje
totalmente opuesto al epicureísmo. “Medio
siglo después, el gran Celso escribe El discurso verdadero contra los
cristianos, pero la nave pagana ya toca fondo…” (p. 286)
La primera parte se dedica a la física, la segunda a la ética,
la tercera contiene un par de epístolas: la primera referente a la infinidad de
los mundos; la segunda sobre la fortuna. Esta última narra un naufragio (que
podría ser el de Epicuro) advirtiendo que no hay que temer ni a la fortuna ni a
la muerte. La última parte está llena de máximas epicúreas y parece reflejar a
un Diógenes de Enoanda cansado y próximo a la muerte pero lleno de serenidad.
La gran originalidad de Diógenes de Enoanda es la propuesta de
una República anti-platónica basada en el Jardín de Epicuro.
VOCABULARIO
GARRULO
AFERENTE: Que lleva. Dicho de una formación anatómica: Que
transmite sangre, linfa, otras sustancias o un impulso energético desde una
parte del organismo a otra que respecto de ella es considerada central.
AGONAL: Perteneciente o relativo a los certámenes, luchas y
juegos públicos, tanto corporales como de ingenio. Perteneciente o relativo al
combate; que implica lucha.
ALGODICEA: Según Hubert Frey en “En el nombre de Diónysos.
Nietzsche el nihilista antinihilista” p. 14 “...significa una interpretación
metafísica del dolor, que le da sentido”.
Para Enrique Ocaña, la algodicea es “La dotación de sentido
del dolor y sufrimiento humanos, tras la muerte de Dios y la extinción
consecuente de la teodicea clásica”.
ASCESIS: Del gr. bizant. άσκησις áskēsis; propiamente
'entrenamiento físico'. Reglas y prácticas encaminadas a la liberación del
espíritu y el logro de la virtud.
ASCETISMO: Sobriedad, austeridad.
DOXOGRAFÍA: Recopilaciones de los puntos de vista de
filósofos, científicos etc. Las más famosas serían la obra de Diógenes Laercio
o la Suda (enciclopedia bizantina del siglo X sobre el conocimiento en el mundo
mediterráneo)
ESTOICISMO: Doctrina eudonómica que considera prescindir de
los bienes materiales. Fundada por Zenón de Cifo y seguida por Cicerón, Séneca
y Marco Aurelio.
EUDEMONISMO: Doctrina que busca la obtención de la felicidad
EUMETRÍA “El espacio de la libertad solamente es posible en un
campo diversificado de relaciones de poder y de resistencia, donde el encuentro
con el otro tiene la tensión de una relación agonal que nos abre posibilidades
de juego. Para que este espacio se conserve es fundamental la práctica de un
encuentro con el otro en la “buena distancia”. Esto es lo que Onfray denomina:
eumetría, para referirse a un punto en las relaciones humanas, donde no se está
demasiado próximo ni demasiado alejado del otro.” Foucault y el cuidado de la
libertad, de Rodrigo Castro Orellana:
EXOTÉRICO: Prácticas abiertas, no reducidas a los iniciados;
sería lo opuesto a lo esotérico.
FILODICEA: El término solamente existe en Onfray. Sería un
neologismo que se refiere a un procedimiento para justificar la existencia de
la filosofía: “Hegel, el furriel de este mundo, dedica una energía desenfrenada
a afirmar en sus Lecciones sobre historia de la filosofía, dictadas en la
universidad –el lugar más ad hoc-, que filosofía solo hay una (¡la suya,
evidentemente!), que todas las anteriores fueron su preparación, pues se
desarrollaron orgánicamente según un plan -¡una especie de filodicea !-,...”
(p. 20)
Así, la teodicea, etimológicamente es la justificación de
Dios. En filosofía, la teodicea es una rama que pretende demostrar
racionalmente la existencia de Dios. Leibniz es el inventor de la palabreja.
HEDONISMO: Búsqueda del placer
HIDROPESÍA: Edema o retención de líquido. Cuando el líquido se
acumula en el peritoneo se denomina ascitis. También puede darse en los
tobillos, muñecas, brazos y cuello. En el peritoneo suele darse por fallo
renal, fallo cardíaco, tumores, etc. Ha sido la causa de la muerte de
Heráclito, el emperador Honorio, Isabel I de Castilla, Cervantes y el emperador
Solimán el Magnífico.
INMANENCIA: Acción que perdura en el interior del ser, que su
fin está en el mismo ser. Se opone a lo trascendente.
MAËLSTROM: Remolino marino en la zona norte de Noruega
OXÍMORON: Combinación, en una misma estructura sintáctica, de
dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo
sentido, como en un silencio atronador.
PROSOPEYA: Atribución, a las cosas inanimadas o abstractas, de
acciones y cualidades propias de los
seres animados, o a los seres irracionales de las del ser humano.
SOTERIOLÓGICO: Referente a la salvación
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