Títol original: ΜΩΡΊΑΣ ΕΓΚΏΜΙΟΝ id est STULTITIAE LAUS. ERASMI ROTERODAMI DECLAMATIO
Publicació: 1509
Traducció, introducció i notes: Pedro Rodríguez Santidríán
Editorial: Alianza Editorial. Sección Clásicos
ISBN: 84-206-0068-7
Coberta: Retrat d'Erasme per Holbein. Fotografia: Oronoz
Primera reimpressió dins El Libro de Bolsillo: 1989
Elogi de la ximpleria: 122 pàgines
Introducció:
L'humanismé és el moment en que "el hombre occidental se encuentra asombrado ante sus antepasados greco-latinos" (pàg. 9)
[Erasme] "es lector asiduo de Séneca y de Plutarco de quienes hace traducciones y comentarios. Y se rinde definitivamente ante la gracia y la ironía de Aristófanes, Marcial, Juvenal y sobre todo de Luciano, su autor favorito. Luciano de Samosata, en efecto, será uno de los autores de cabecera, siempre a mano. Al alimón con Tomás Moro traducirá su Diálogos (1506), que se editarán repetidamente." (pàg. 10)
La Vulgata de San Jeroni (adoptada oficialment per l'Església al 1516) no li satisfa i escriu una nova versió en llatí a partir dels textes grecs. Es la Novum Instrumentum o Novum Testamentarum (pàg. 12)
El programa erasmià consisteix en una religió de conversió interior en lloc d'observàncies rituals (pàg. 13)
Considera que la causa de tots els mals és l'ànsia de diners i creu en la transformació de la societat mitjançant la bona educació de les classes dirigents. No enten les revoltes camperoles del moment. El seu plantejament sobre la misèria difereix del de Moro.
Coincideix en molts aspectes amb Luter però mai acceptarà deixar Roma per formar part de la Reforma.
Odia visceralment la guerra. En l'adagi 3001 escriu: "Dulce bellum inexpertis". Al 1513 fa un panflet pacifista protestant contra les campanyes de guerra de Juli II: "Julius exclusus e coelis" (pàg 14)
L'elogi de la follia fou escrit -pràcticament segur- la primavera del 1509 durant una setmana de vacances a casa de Tomas Moro en Londres.(pàg 15-16). Al 1511 es publica a París arribant a 42 edicions -en llatí- durant la vida d'Erasme. El 1515 apareix una edició a Basilea de la editorial Froben amb il·lustracions de Holbein. (pàg. 16).
Tot i que Erasme considerava L'elogi com "una obra inferior de la que se arrepentía" (pàg. 18) Leon X gaudia tant com Enric VIII ho feia amb la Utopia de Moro.
"Además de la influencia notoria de Luciano, parece que inspira a Erasmo la tradición germánica y medieval, como «el carro de los locos», o la Nave los locos del humanista alemán S. Brant, escrita en 1492" (pàg 19)
Cal tenir present l'ambivalència de la paraula nau (Stultifera Navis) ja que tant podia ser un vaixell com fer referència a l'Església (també anomenada la Nau de Sant Pere). La influència d'aquest llibre de Sebastian Brant passa per El Bosco, Rabelais o fins i tot Cipolla en Allegro ma non troppo.
Erasme omple l'Elogi de referències a Ciceró, Virgili, Horaci, Sèneca, Juvenal, Homer,... (pàg. 21)
Erasme fou força traduït al castellà mentre era viu. El Enchidrion o Manual del caballero cristiano del 1526 van tenir, ja a l'any següent, nou edicions. "De su traducción hecha por el arcediano del Alcor, ha podido decir M. Bataillon: «los españoles de gusto delicado saborearán esta traducción como una de las obras maestras de su literatura, y hay que reconocer que pocos libros huelen menos a traducción». Con mucho, es este libro la base de todo el movimiento «erasmista» español, Y, siendo justos, tendríamos que decir también que es en España donde el antierasmismo adquiere las formas más virulentas hasta llevar sus obras a la hoguera y al Indice." (pàg. 21)
"Cisneros le invitó por dos veces a colaborar en la Políglota de Alcalá, pero Erasmo declinó la invitación. España no le gustaba: Non placet Hispania" (pag 119 de El erasmismo en España, de Jose Goñi Gaztambide)
"Son aún más enfáticas sus palabras a Beato Renano, las que se han hecho famosas:"Non est animus hispanizein" (no es mi intención "hispanizar", por así traducir el verbo griego). La idea que Erasmo se formó de España era la de una nación lejana situada en las fronteras de la cristiandad, una terra incognita, que le inspiraba sospecha" (pàg 118 de Permanencia y cambio: Universidades hispánicas 1551-2001 Volum 2 de Charles Fantazzi)
La obra:
"Gritarán que estamos resucitando la Comedia Antigua o a Luciano y que arremetemos y ponemos en solfa todas las cosas" (pàg. 30)
"La palabra Moria = Stultitia, también es interpretada por el mismo Erasmo como estulticia, necedad, tontería, insensatez, locura. Debemos entender este último término no en la primera acepción que tiene en castellano: estado mental de enajenación, que en latín se dice insania: ausencia o falta de control de la razón, falta de cordura.Traducimos locura como sinónimo de insensatez, necedad." (Nota 12 pàg. 35)
El català ens ofereix la paraula ximpleria que casa millor amb el contingut de l'obra, molt més que el clàssic Elogi de la follia.
"Esa que veis con las cejas marcadas no es otra que Filautia: el Amor propio. Y esta de ojos chispeantes y pronta al aplauso se llama Kolakia: Adulación. Esta que veis semiinsomne y como dormitando se llama Lethe: Olvido. La que apoya sus dos codos y cruza las manos se le conoce por Misoponia: Pereza. La que aparece coronada de rosas y envuelta en perfumes es Hedoné: Voluptuosidad. Anoia: Demencia, es la de ojos esquivos y mirada huidiza. Tryfe: Molicie es conocida por su tersa piel y su torneado cuerpo.
Estos dos dioses que veis entre las ninfas, el uno se llama Komon: Festín y el otro Negreton Hypnon, sueño profundo. Con la ayuda fiel, repito, de esta servidumbre someto a mi imperio todo cuanto existe, llegando a mandar sobre los mismos emperadores." (pàg. 42)
"El mismo padre de los dioses y rey de los hombres, que con un simple movimiento de cabeza hace temblar al Olimpo, cuando quiere hacer lo que siempre hace, es decir, engendrar hijos, tiene que deponer su triple rayo, mudar su faz tiránica, terror de todos los dioses y ponerse la máscara de simple histrión" (pàg. 43)
"Testigo justo de ello puede ser el nunca bastante celebrado Sófocles [Ajax, 5,54], quien hizo de mí este bellísimo elogio: «Vida felicísima, / la de los que no piensan en nada». / La ignorancia proporciona la vida más feliz." (pag. 44)
"Y ahora pregunto: ¿De dónde le viene ese encanto a la juventud? ¿De dónde sino de mí? Veo en efecto, que la falta de sensatez en ellos les hace menos irritables." (pàg. 45)
"De ahí lo acertado de la expresión popular que llama a la vejez "segunda infancia" (pàg.45)
"Añádase a esto que los ancianos disfrutan lo indecible con los niños y éstos, a su vez, se lo pasan en grande con los viejos. «Dios junta a cada oveja con su pareja [Plauto, Mercator III, 2,33 -304-»" (pàg. 46) [vers de Menandre citat per Apuleu en Apologia II]
"Además, si se piensa bien, relegó la razón a un estrecho rincón de la cabeza, mientras dejó el cuerpo al imperio de las pasiones. En el interior de cada uno de nosotros enfrentó a dos tiranos fortísimos: la ira, depositada en el castillo del pecho, para así dominar mejor el corazón, fuente de la vida; y la concupiscencia, que extiende su vasto imperio hasta los genitales." (pàg. 52)
I ara tot el capítol 17 tot recordant que es destaquen paràgrafs rellevants. En qualsevol cas, cal recordar que es tracta d'ironia i -si tant Plató como Erasme s'han pres com a models antifeministes-, no es pot oblidar el paper de Diòtima en el Banquet de Plato.
"Para que el hombre pudiese tomar resoluciones dignas de él –pues está llamado a manejar los asuntos de la vida- debía agraciársele con un poquito más de razón. A tal fin me llamó Júpiter a deliberar y, como en las demás cosas, le di un consejo digno de mí. Le sugerí que le diera una mujer -animal en verdad estulto e inepto, pero lleno de gracia y dulzura-. Su presencia en el hogar sazona y endulza con su necedad la rígidez del talante varonil. La duda que Platón [Timeo, 90, 2] parece abrigar sobre si se ha de catalogar a la mujer entre los animales racionales o los brutos, no busca más que mostrar la superlativa estupidez de su sexo. Y si alguna mujer, por casualidad, quiere ser tenida por sabia, no consigue más que ser doblemente estúpida, como si –mal que pese a Minerva- alguien tratara de arrastrar a un buey a luchar en la palestra. Pues, en efecto, todo el que contra la naturaleza violenta su modo de ser y adopta unas cualidades aparentes, duplica su defecto. Ya lo dice el refrán griego: «Una mona es una mona, aunque se vista de púrpura», y una mujer será siempre mujer, es decir, necia, cualquiera que sea la máscara que adopte.
Creo, no obstante, que las mujeres no son tan tontas como para enfadarse conmigo por el simple hecho de que yo misma, mujer, la Estulticia, les reproche su necedad. Pues, si lo piensan bien, se darán cuenta de que gracias a la estupidez son en muchos aspectos más afortunadas que los varones. Tienen, en primer lugar, el encanto de su belleza –que ellas saben estimar por encima de todo-, con cuyo hechizo tiranizan a los mismos tiranos. ¿No es acaso el talante de cordura el que impone al varón esa apariencia de desaliño, la piel de oso, la barba hirsuta y el aspecto prematuro de viejo? ¿No mantiene la mujer las mejillas tersas, la voz fina, la tez delicada, recuerdo constante de la perpetua juventud?
¿Y qué otra cosa buscan en esta vida más que agradar lo más posible a los hombres? ¿Con qué fin, si no, tanto cuidado, tanto maquillaje, baño y peinado, tantas cremas y perfumes, y ese componerse, pintarse y ensombrecer la cara, los ojos y el cutis? Y pregunto, ¿no es esa loca coquetería lo que las hace imponerse a los hombres? Nada hay que los hombres no toleren a las mujeres. Y ¿a cambio de qué? Sólo el placer. Sólo su loca coquetería es lo que les agrada en ellas. Pues nadie negará -piense de ello lo que quiera- la sarta de tonterías que dice el hombre a una mujer y las bobadas que hace cuando trata de conquistarla y poseerla".
Nota 37: Cúpido o Eros: dios del amor es representado ciego, por eso el amante no ve los defectos del amado. Habla aquí Erasmo del amor como vínculo del mundo, idea que tanta importancia tuvo entre los humanistas platónico-cristianos. (pàg. 56)
“Y para terminar diré que si la parte más principal de la felicidad consiste en ser lo que se quiere ser, entonces, mi querida Filautía ha provisto esto con creces. Ella, en efecto, hace que nadie se arrepienta de su figura, de su talante, familia, lugar, posición, ni de la patria. Hasta tal punto que ningún irlandés querría cambiarse por un italiano, ni un tracio por un ateniense, ni el escita por los habitantes de las Islas Afortunadas.” (pàg. 58)
Novament un capítol sencer, el 28:
“Hablemos ahora de las artes. ¿No es la sed de gloria la que inspira al ingenio de los mortales a descubrir y a poner a disposición de la posteridad tantas disciplinas tenidas por tan excelsas? Ha habido hombres que se han impuesto vigilias, trabajos y sudores para conquistar un poco de gloria -la más vana de las adquisiciones- , demostrando con ello ser completamente insensatos. Y, sin embargo, debéis a la Insensatez o estulticia una egregia facilidad de la vida, don dulcísimo, cual es el poder gozar de la insensatez ajena.”
“El sabio se refugia en los libros de los antiguos, de los que aprende meras sutilezas de palabras. El insensato, en cambio, lo prueba todo y se enfrenta a los peligros cara a cara, y con ello, si no me engaño, adquiere la verdadera prudencia. Esto ya lo vio Homero, aunque era ciego, al decir que «el necio aprende por los hechos».” (...) " Pocos son los mortales que se dan cuenta de las ventajas que reporta el verse libre de escrúpulos y estar dispuesto a cualquier aventura." (pàg. 64)
"Todos reconocen que un rey es un personaje opulento y poderoso. Pero si le faltan los bienes del espíritu, y si nada sacia su codicia, entonces es el más pobre." (pàg 65)
“Nada más insensato que una sabiduría a destiempo, ni nada más imprudente que una prudencia fuera de lugar. Obra mal el que no toma las cosas como vienen, el que no baja a andar por la calle, el que no quiere acordarse, al menos, de aquella sabia norma de los banquetes: «O bebes, o te vas»; o el que pretende que la comedia no sea comedia. Es, por el contrario, signo del hombre prudente, como mortal que es, no querer una sabiduría superior a su condición humana común, estar dispuesto a hacer la vista gorda y a reírse de sus desaciertos como todos los demás.
Pero esto precisamente –se me dirá- es de necios. No intentaré negarlo, con tal que se admita que en esto consiste la representación de la comedia de la vida”. (pàg 66)
Per cert, en
El blog de Margarita Álvarez es cita
el que se refugia en los libros y no baja a la calle a pasear
en lloc de
el que no baja a andar por la calle
El capítol 31 no el reproduiré per no picar-ho tot a ma, però es molt important dins l'obra. Aprofito la pàgina
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/elogio/2.html no del tot coincident amb l'edició de Rodríguez Santidrián:
"Ahora supónganse que alguien contempla desde un alto mirador la vida humana -como hace Júpiter según los poetas- y observa las desgracias que sufre. ¡Repugnante y doloroso es el nacimiento del hombre, penosa su educación, peligrosa su infancia, problemática su juventud, afligida la vejez, terrible e inexorable la muerte! Ejércitos de enfermedades la asedian, la acechan adversidades, al punto que por todas partes todo parece estar saturado de amargura. Y esto sin acordarse de los males que los hombres se infieren entre sí: pobreza, cárcel, oprobio, vergüenza, tortura, trampas, traición, bajezas, luchas, fraudes. Pero se diría que quiero contar las arenas del mar.
Por ahora no puedo decirles por qué los hombres sufren estas cosas, ni qué iracundo dios ha hecho que nazcan para estas desdichas. Pero quien analice en su interior estas cosas, ¿dejará de reconocer el ejemplo, por triste que sea, de las doncellas de Mileto, quienes se quitaron la vida por el tedio que les causaba? ¿Acaso no estuvieron más cerca de la sabiduría? No diré nada a éste acerca de personas como Diógenes, Jenócrates, Catón, Casio y Bruto. Pero no puedo omitir a aquel famoso Quirón, que pudiendo ser inmortal, eligió la muerte.
Me imagino que ya suponen lo que ocurriría si la sabiduría dominase a los hombres. Necesitaríamos, rápidamente, de más barro y de un nuevo Prometeo para moldearlo. No obstante, aquí me tienen a mí, siempre llegando en auxilio de tales necesidades, en parte por ignorancia, en parte por irreflexión, muchas veces no recordando que las cosas son malas y otras con la esperanza de mejorarlas, destilando algunas veces la miel del placer. Y el resultado es que los hombres no quieren renunciar a la vida, incluso cuando el hilo del destino ya se ha roto, y cuando la misma vida ya los ha abandonado. Cuanta menos razón tienen para seguir viviendo, más se aferran a la vida. ¡Están tan lejos del tedio de la vida!
A mí me deben el poder ver a ancianos de la edad de Néstor por ahí, que apenas si mantienen figura humana, babeantes, decrépitos, desdentados, canosos, o calvos. Mejor los describiré con palabras del mismo Aristófanes:
sucios, encorvados, miserables, marchitos, sin pelo, sin dientes, sin sexo.
O sea, están tan apegados a la vida y con tantas ganas de ser jóvenes que hay quien se tiñe las canas, otro oculta su calvicie con una peluca, éste usa dientes postizos, quizá tomados de un cerdo, aquél se desmaya ante una niña y hasta supera a cualquier jovencito en sus divagaciones amorosas. Hoy día es habitual, y casi se toma como un mérito, que momias ambulantes y con un pie en la tumba tomen por mujer a una tierna jovencita aunque no tenga dote, y que deberá ser disfrutada por otros.
Todavía es mucho más gracioso observar a ciertas ancianas que apenas soportan el peso de sus años y parecen cadáveres, que se diría han retornado del infierno. Siempre van diciendo qué bella es la luz; siguen estando calientes y, según dicen los griegos, como cabras en celo buscan con gran esfuerzo algún joven Faón conquistar. Para esto, exageradamente maquillan su cara, nunca se separan del espejo, depilan el monte de Venus, ostentan sus pechos caídos y marchitos, con trémula e insinuante voz tratan de revivir una pasión que se extingue, beben, bailan entre las jovencitas, y hasta escriben pequeñas cartas de amor. De estas cosas se burlan todos, como enormes tonterías que son. Pero mientras tanto, estas ancianas viven satisfechas y contentas, nadan en delicias, la vida es pura miel, y su felicidad me la deben a mí.
Les pediría a todos aquéllos que creen esto grotesco que meditaran y se preguntaran si no es mejor este tipo de loca y placentera vida, que por ahí ir buscando, como la gente dice, un tronco donde ahorcarse. El hecho de que la gente se dedique a criticar este tipo de comportamiento para nada inquieta a mis insensatos, que nada malo ven en esto y, si lo sienten, no les importa. El daño sería que una piedra les cayera en la cabeza; pero la vergüenza, la deshonra, la infamia y las ofensas, sólo dañan si se les hace caso. Cuando no se sienten dejan de hacer mal. ¿Los silbidos del público te pueden herir si tú te aplaudes a ti mismo? Ahora bien, sólo la estupidez hace esto posible."
"En consecuencia, si un caballo no es desdichado por no saber gramática, tampoco lo es el estulto, ya que su naturaleza conlleva todas esas cosas." (pàg. 71)
"En suma, que las ciencias se colaron de rondón en el mundo junto a las demás calamidades de la vida humana, llevadas de la mano de los mismos malignos espíritus que engendran todas las desgracias del hombre, a saber: los demonios, que en griego se diría Daemonas: los que saben." (pàg. 71-72)
Nota 52: Aquel gallo que fue Pitágoras: tomado de uno de los dìálogos de Luciano en que el gallo se cambia en Pitágoras. (pàg. 74)
Nota 54: La verdad está en el vino y en los niños: tomado de Platón, Banquete, 217 e (pàg. 77)
"Aunque ¿qué importa la muerte de un hombre como éste si nunca ha vivido? (pàg. 78)
Nota 57: (...) Hay dos interpretaciones de este texto: de Venus y de Cupido nacen dos clases de amor: el amor carnal -el amor hacia el cuerpo de una mujer- y el amor divino que solo busca su satisfacción en la unión de las almas. Este último se interpreta como el amor platónico: amor superior de unión de las almas, expresión acuñada por el traductor y comentarista de Platón, el renacentista italiano Ficcino. Hay otra locura: El mismo Ficcino elabora la doctrina de las cuatro locuras o furores: poético, báquico, profético y erótico. (pag. 80)
"«En un gran empeño, basta con haberlo intentado » Y entonces se quejan de la brevedad de la vida, y le culpan de que no dé para más." (pàg. 82) (jo possaria aquí la veu de Pepe Rubianes)
“Y este ingenio fabulador no solo sirve para matar el aburrimiento de las horas, sino que lo aprovechan en su propio beneficio, sobre todo los curas y predicadores. Primos de éstos son los que tienen la estúpida, pero agradable, persuasión de que si logran ver una estatua o un cuadro de San Cristóbal, gigante como Polifemo, ese día no morirán, o el que tiene el convencimiento de que si saluda a una imagen de santa Bárbara con determinadas palabras, saldrá ileso de la guerra. O el hombre que se hará automáticamente rico si acude a San Erasmo en días determinados, con unas velas y oraciones determinadas. En San Jorge se han inventado a otro Hércules, lo mismo que se han inventado un segundo Hipólito. Al caballo de éste, tan religiosamente enjaezado y engualdrapado, no es que lleguen a adorarlo, pero sí intentan ganarse su favor con pequeñas ouendas. ¡Y se tiene por muy propio de reyes jurar sobre su casco de bronce!” (pàg. 83)
Nota 60: San Cristóbal, santa Bárbara, san Erasmo, san Jorge: venerados como santos cristianos, sobre una dudosa base histórica y que posteriormente fueron retirados del calendario cristiano. (pàg. 84)
Aqui sí que em perdo. S'han retirat Sant Cristòfol, Santa Bàrbara i Sant Jordi? Pel que fa a Sant Cristófol cal tenir present que, a banda de la seva etimologia (xristo foros: el que porta a Crist) encara fa flipar més algunes de les representacions com a cinocèfal o les vinculacions a Annubis.
"Sabido es que cuanto pero es una cosa más atrae a la muchedumbre, ya que -como dijimos- la mayoría de los mortales es propensa a la estupidez. " (pàg.87)
"La gente cree que equivocarse es una desgracia; pero es mucho mayor no equivocarse. Yerran, por tanto, de medio a medio los que piensan que la felicidad del hombre radica en las cosas. Más bien depende de la opinión que se tenga de ellas. Tan grande es la oscuridad y tanta la variedad de las cosas humanas que nada claro podemos conocer de ellas, como bien dijeron ya los de la Academia, filósofos los menos pretenciosos, por cierto. Y si algo llega a saberse, no raras veces choca con la alegría de la vida. En definitiva, el espíritu del hombre está hecho de tal manera que capta mejor la apariencia que la realidad. Si alguien quiere una prueba de esto que digo, que vaya a la iglesia a la hora del sermón: todos dormitan, bostezan y se aburren si se expone algo serio. Pero si el que grita (perdón, quería decir el orador) comienza, como es costumbre, con una historieta de viejas, se despabilan, atienden y escuchan boquiabiertos. Lo mismo sucede cuando se festeja a un santo legendario, creado por la poesía –valga como ejemplo, san Jorge, san Cristóbal, santa Bárbara-. Advertiréis que se les venera con más devoción que a san Pedro o san Pablo, o que al mismo Cristo. Pero no es el momento para hablar de estas cosas." (pàg. 90)
Per cert, un tancament bastant similar a la polèmica darrera frase del tractat quart de El Lazarillo de Tormes.
"Si un marido
tiene una mujer horrorosamente fea, pero que a sus ojos puede rivalizar con Venus, ¿no es como si
fuese realmente hermosa? Si alguien se extasía ante una tabla embadurnada de
rojo y amarillo, persuadido de que ha sido pintada por Apeles o Ceuxis, ¿ no es
acaso más feliz que quien que ha pagado un alto precio por una obra de un
artista famoso, cuya contemplación le produce menor placer?" (pàg,. 90)
L'argument de la dona lletja el vaig sentir fa molts anys, al bar, de boca d'una persona que, probablement, no tenia ni remota idea de l'existència d'Erasme (o pot ser sí, ves a saber...)
"Pues habéis de saber que no hay goce alguno de las cosas si no se comparten con otros" (pàg. 91)
"¿Por qué habría de envidiar a Diana cuando es aplacada con sangre humana?" (pàg. 92)
"Piensa, por ejemplo, en la multitud de cristianos que ponen una vela a la Virgen, Madre de Dios -incluso a mediodía, cuando no se necesita-. (...) la gente es tan torpe y lerda que adora las representaciones en lugar de los dioses mismos." (pàg92-93)
"Los dioses se lo pasan en grande cuando ven que unos y otros acaban siendo astutamente burlados por aquellos que habían intentado engañar." (pàg. 94)
Referència inequívoca als Diàlegs de Llucià de Samosata.
"Los abogados reclaman para sí el primer puesto entre la gente culta. Ninguna otra clase está más satisfecha de sí misma. No cesan de dar vueltas a la roca de Sísifo, ordenando más de seiscientas leyes con el mismo espíritu sin importarles si sirven para algo." (pàg. 101)
"Son capaces `[els sofistes] de venirse a las manos por cosas tan nímias como el pelo de cabra, perdiendo en el ardor de la refriega el hilo de la verdad." (pàg. 101)
El capítol 53 torna a ser necessari tot sencer
Faig servir
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/elogio/4.html
"Sería mejor prescindir de los teólogos, y no agitar esa charca, ni tocar esa hierba apestosa. Caería sobre mí en manada esta gente tan quisquillosa y colérica con seiscientas conclusiones, obligándome a retractarme, y si me niego, me acusarían de hereje. Suelen aterrorizar con esta difamación a quienes no les son favorables. Indudablemente, no hay nadie que acepte mis favores con menos agrado, aunque ellos también deberían estar agradecidos por varios títulos nada despreciables. Sobre todo y fundamentalmente porque su amor propio los hace vivir felices como en un tercer cielo, permitiéndoles mirar desde arriba al resto de los mortales como ovejas que se arrastran por el piso, despreciándolos y compadeciéndose de ellos. Están tan provistos de definiciones escolásticas, conclusiones, corolarios, proposiciones explícitas e implícitas, conocen tan bien todos los subterfugios, que ni las mismas redes de Vulcano podrían agarrarlos. Gracias a distingos conseguirían burlarlas, cortando los nudos mejor que el hacha de dos filos de Ténedos. ¡Así de pertrechados están de neologismos y de conceptos misteriosos!
Asimismo no se detienen hasta poder descifrar los misterios más ocultos: cómo, por qué y para qué fue creado el mundo; por dónde se filtró el pecado original a la posteridad; por qué medios, en qué medida y durante cuánto tiempo se gestó en el vientre de la Virgen el cuerpo de Cristo; y por último, cómo pueden permanecer los accidentes sin la sustancia en la Eucaristía. Pero esto no es nada. Hay otros temas sólo dignos de grandes teólogos, que ellos llaman iluminados, y que cuando surgen, los trastornan. Éstos son: ¿hay un instante en la generación divina? ¿Hay varias filiaciones en Cristo? ¿Es posible la proposición: Dios Padre odia al Hijo? ¿Dios podría haber tomado la fonna de mujer, de diablo, de calabaza, de guijarro? En ese caso, ¿de qué modo la calabaza podría haber predicado, hacer milagros y ser crucificada? Si Pedro hubiese consagrado mientras el cuerpo de Cristo estaba en la cruz, ¿qué habría consagrado? Durante ese mismo momento, ¿a Cristo se lo podría llamar hombre? ¿Y podríamos comer o beber después de la resurrección? ¡Tan preocupados están ahora de su hambre y sed futuras!
Todavía quedan infinitas sutilezas, mucho más minuciosas, sobre nociones, relaciones, formalidades, quiddidades, ecceidades, que sólo los ojos de Linceo podrían captar, ya que percibían en la oscuridad cosas que nunca existieron. A éstas agréguense sus máximas, tan paradójicas, que las sentencias morales de los estoicos, conocidas vulgarmente como paradojas, nos parecen vulgares juegos de palabras. Como ejemplo tenemos la siguiente: Es un delito menor matar mil hombres que remendar una sola vez el zapato de un pobre en domingo. Y esta otra: Es preferible dejar que se hunda el mundo con todo lo que hay en él -como se dice comúnmente- que decir una nimia mentirita.
Los diferentes escolásticos discurren en estas tan minuciosas sutilezas. Te resultará más fácil salir del laberinto que del enredo mental de realistas, nominalistas, tomistas, albertistas, escotistas. Y sólo he nombrado a los principales. Tal erudición y tal complejidad de dificultades rigen en todas ellas que me imagino que los mismos apóstoles otra vez necesitarían del soplo del Espíritu Santo, si hoy tuvieran que discutir con la nueva generación de teólogos sobre estos asuntos.
Quizá San Pablo es el ejemplo, pero cuando afirma: La fe es anticipo de lo que se espera, prueba de realidades que no se ven, su razonamiento es poco escolástico. Del mismo modo, si su caridad es notable, aparece como poco dialéctico cuando la define y la divide en la primera a los Corintios, 6.13. También es verdad que los apóstoles consagraban la Eucaristía con piedad, pero preguntados sobre el término a qua y el término ad quem, sobre la transustanciación, cómo el mismo cuerpo puede estar en lugares diferentes -cuál es la diferencia del cuerpo de Cristo en el cielo, en la cruz y en la Eucaristía-, en qué momento se realiza la transustanciación -ya que la oración consagratoria está compuesta por palabras separadas en el tiempo-, no creo que habrían podido responder con la misma inteligencia que los escotistas cuando discurren y definen estos temas.
Los apóstoles conocieron a la madre de Jesús, pero ¿a alguno de ellos se le ocurrió comprobar, tan filosóficamente como nuestros teólogos, cómo se vio liberada de la mancha de Adán? Pedro recibió las llaves de manos de Aquél que no las hubiera entregado a quien no mereciera su confianza. Ahora bien, dudo que alguna vez comprendiera y menos llegara a concebir la sutileza que supone tener la llave de la ciencia sin poseer la ciencia. Los apóstoles bautizaban por todos lados, pero nunca se les ocurrió explicar el motivo formal, material, eficiente y final del bautismo. Tampoco dijeron nada sobre su carácter deleble e indeleble. Es verdad que veneraban pero en espíritu y en verdad, según el dicho evangélico: Dios es espíritu. Y quienes lo veneran deben hacerlo con espíritu y verdad.
Sin embargo, no aparece en ningún lugar que les fuera revelado que se deba venerar con igual devoción que al mismo Cristo a una imagencita mediocre pintada a carbón en la pared, con tal de que tenga dos dedos abiertos, larga cabellera, y una aureola con tres rayos que salen del cogote. ¿Quién, que no haya machacado no menos de treinta y seis años estudiando la fisica y la metafisica de Aristóteles y de Escoto, podría tener en cuenta semejantes detalles?
Los apóstoles insisten en la gracia de manera similar, pero nunca diferencian entre gracia actual y gracia santificante. Alientan las buenas acciones sin separar entre opus operantis y opus operatum. Siempre están infundiendo la caridad, pero no distinguen la infusa de la adquirida, ni tampoco se preocupan si es accidente o sustancia, creada o increada. Aborrecen el pecado, pero estoy segura de que nunca podrían definir eso que llamamos pecado, si los escotistas no nos mentalizasen. No entiendo cómo San Pablo -cuya erudición es ejemplo de la de todos- pudo condenar las controversias, peleas, genealogías y logomaquias, como él mismo las llama, de haber entendido tales minucias. Todas las discusiones y polémicas de su tiempo hoy habría que considerarlas inocentes y ordinarias, comparadas con las sagacidades de nuestros maestros, más sutiles que las de Crisipo.
Nuestros teólogos no condenan, ya que son personas modestas, sino que tratan de interpretar piadosamente algo que los apóstoles pudieron escribir sin elegancia, poco académicamente. Y creo que lo hacen por el respeto debido tanto a la antigüedad como al nombre de los apóstoles. No sería justo pedirles consejos sobre asuntos de los cuales su mismo maestro no les había dicho ni una palabra. Pero si aparecen semejantes expresiones en el Crisóstomo, Basilio o Jerónimo, anotan al margen: inaceptable.
Los apóstoles refutaron a los filósofos paganos y judíos -obstinados por naturaleza- del mismo modo, pero lo hicieron más con el ejemplo de su vida, y con los milagros, que con silogismos. Efectivamente, nadie de aquellos a quienes se dirigían hubiera podido entender ni una de las cuestiones Quodlibetanas de Escoto. Por el contrario, hoy no hay pagano ni hereje que raudamente no se doblegue ante tan finas agudezas. A menos que se trate de gente tan torpe que no pueda entenderlas, o tan descarada que las silbe, o tan hábil en la esgrima que luche con espadas iguales, como de mago a mago. Lo cual sería como tejer y destejer la tela de Penélope.
Creo que los cristianos actuarían sensatamente si en vez de enviar esos grandes ejércitos contra turcos y sarracenos, que desde un tiempo a esta parte operan con diversa fortuna, mandasen allá, junto a la caterva de sofistas, a los gritones escotistas, a los tan testarudos ocamistas y a los esclarecidos albertistas. Les aseguro que presenciarían la lucha más divertida y una victoria nunca vista. Efectivamente, ¿a quién no le acosarían sus aguijones, por insensible que fuese? ¿Quién tan estúpido que no se rebele ante sus ataques? ¿Y quién tan lúcido que no sucumbiese en sus tinieblas tan densas?
Alguien quizá piense que estoy bromeando. No me sorprende, entre los mismos teólogos hay personas más sabias que no soportan lo que ellos llaman frívolos sofismas de teólogos. Otros encuentran como una forma de sacrilegio condenable y la peor clase de herejía hablar de cosas tan santas -más dignas de reverencia que de explicación- con una lengua tan insolente. Tampoco aceptan que se las discuta con argumentos profanos propios de paganos, se las defina con tanta arrogancia y se manche la divina majestad de la teología con términos y principios tan triviales e incluso impropios.
No obstante, ellos siguen contentos consigo mismos, felicitándose mutuamente. Día y noche ocupados con estas encantadoras vaciladas, no tienen ni un momento de ocio para dedicarse a leer, aunque sea una vez, el Evangelio o las cartas de San Pablo. Y mientras desperdician el tiempo en estas pomposas tonterías de escuela, creen que sustentan con sus argumentaciones a la Iglesia -que de otro modo se derrumbaría-, lo mismo que, según los poetas, Atlas sostiene sobre sus hombros el Universo. Por último, pueden sospechar cuán felices son cuando modelan y remodelan según su antojo los pasajes más complicados de la Escritura, como si fuesen de arcilla. Cuando procuran que sus conclusiones, aceptadas por algunos escolásticos de antemano, valgan más que las leyes de Solón y se antepongan a los decretos escritos. O cuando a sí mismos se constituyen jueces del mundo y pretenden anulación si algo no concuerda con sus conclusiones explícitas o implícitas. Dictaminan como si fueran un oráculo: esta proposición es escandalosa; ésta, poco respetuosa; ésta huele a herejía; ésta suena mal. En resumen: ni el bautismo, ni el Evangelio, ni Pablo o Pedro, ni San Jerónimo, San Agustín, ni el mismo santo Tomás, el aristotélico por excelencia, pueden convertir a un hombre en cristiano sin que los doctos den su aprobación. ¡Sus juicios son tan lúcidos! ¿Quién hubiera imaginado, si esos sabios no lo hubieran establecido, que no era cristiano quien dijera estas dos frases: orinal, apestas, el orinal apesta; y éstas: hervir en una olla y ¿hervir la olla? ¿Quién habría librado a la Iglesia de tan terrible oscuridad de errores -que por otro lado nadie hubiese detectado- si ellos no los hubieran publicado con el sello de las escuelas? Y al hacer esto, ¿no son totalmente, completamente, felices? Describen al infierno con tantos detalles y tan vivamente que se diría han pasado varios años en aquel lugar. Otras veces, dan rienda suelta a su imaginación e inventan nuevas esferas añadiendo al final una más extensa y hermosa, por si los bienaventurados no tienen suficiente espacio para pasear, celebrar un banquete o jugar a la pelota confortablemente.
Sus mentes están tan atiborradas e hinchadas con éstas y otras mil estupideces parecidas, que creo que ni el mismo cerebro de Júpiter estaba tan saturado cuando pidió el hacha de Vulcano para poder dar a luz a Palas Atenea. Entonces, no se extrañen que aparezca en las discusiones públicas su cabeza cubierta cuidadosamente con el birrete, porque de lo contrario, les reventaría. Frecuentemente, yo misma me suelo burlar de ellos, porque se creen más teólogos cuanto más tosco y grosero es su lenguaje. Farfullan de tal modo que solamente un tartamudo puede entenderlos, y a lo que el vulgo no llega a entender llaman sutileza. Proclaman que no es digno de la grandeza de la Escritura someterse a las leyes de la gramática. Privilegio llamativo el de los teólogos, el de poder hablar incorrectamente, aunque este privilegio lo compartan con muchos zapateros remendones. Por último, presumen ser unos semidioses cuando alguien los llama nuestros maestros con devoción casi religiosa, que es para ellos lo que el Tetragrammatonpara los judíos.
Por lo tanto, no es lícito escribir Magister Noster sino en letras mayúsculas. Y si alguien cambia el orden y dice Noster Magister, inmediatamente arruina todo el prestigio de los teólogos."
El senti comú i les evidències continuen ja en el 54:
"Después, cuando en la iglesia cantan los salmos, rebuznando como asnos, repitiéndolos de carrerilla sin entenderlos, están convencidos de que alagan a los oídos de los coros celestiales" (pàg 110)
"Tuve también ocasión de oír a un octogenario tan teólogo, que lo hubieras tomado como la reencarnación del mismísimo Escoto. Tratando de explicar el nombre de Jesús, demostró con admirable agudeza que todo lo que se podía decir de él se encontraba ya en las letras de su nombre. Del hecho de que el nombre de Jesús tiene en latín solo tres casos, deducía un símbolo evidente de la Trinidad divina. El primer caso (Jesús) termina en s, el segundo (Jesum), en m; y el tercero (Jesu) en u, lo que entraña un misterio inefable: que Jesús, según estas tres letras, es lo sumo, lo medio y lo último. Haciendo un análisis matemático, estas letras escondían un misterio todavía más profundo. Dividió la palabra Jesús en dos partes iguales, dejando en el medio la s. Demostró después que esta letra era idéntica a la hebrea que se pronuncia syn. Syn en escocés significa, según creo, pecado. Era evidente, pues, que Jesús era el que quitaba los pecados del mundo. Este exordio tan novedoso dejó boquiabiertos a los oyentes, especialmente a los teólogos allí presentes, que a poco quedan de piedra, como Niobe. A mí, en cambio, me dio por reír, sucediéndome un poco como a aquel Príapo de madera de higuera que tuvo la desgracia de ser testigo de los sortilegios nocturnos de Canidia y Sagana. Y no sin motivo, pues ¿cuándo Demóstenes pensó en griego y Cicerón en latín un exordio como éste? Estos oradores tenían por vicioso un exordio extraño al tema -cosa que los mismos porqueros observan sin otra maestra que la misma naturaleza-.Nuestros sabios piensan, sin embargo, que su preámbulo -así lo llaman- será más perfectamente retórico cuanto menos relación tenga con el tema a desarrollar, de modo que el oyente, maravillado, piense para sí: «¿Pero adónde quiere éste ir a parar?» (pàg- 114-115)
"Oyeron también que las emociones se suscitan por el uso frecuente de las exclamaciones, por ello, sin que a veces haga falta, de una forma pausada de hablar, pasan de repente a gritos estentóreos y furibundos. Uno juraría que nuestro hombre está necesitando una dosis de eléboro, como si no tuviera importancia levantar la voz en un momento u otro del discurso." (pàg .115)
"¡Como si los impìos pontífices no fueran los peores enemigos de la Iglesia que, con su silencio, dejan que Cristo quede desfigurado, que lo maniatan con sus leyes de mercenarios, lo adulteran con interpretaciones forzadas y lo yugulan con su vida nauseabunda!" (pàg. 122)
La nota 76 indica que aquesta descripció es centra en la figura a Juli II considerat per Erasme com el papa mundà per excel·lència. En el diàleg llucianesc de Erasme Julius exclusus del 1513 Juli II queda fora del cel.
"..la guerra es tan cruel que es más propia de fieras que de hombres" .(pàg. 122)
"Recordaré de entrada un dicho que todos aceptan: «Donde no hay hechos, lo mejor es fingirlos.» (pàg 126)
"Esto explica también por qué Dios prohibió al hombre comer del árbol de la sabiduría, como si el conocimiento fuera veneno para la felicidad. No es de extrañar que san Pablo repruebe la ciencia que hincha y lleva a la perdición. Y san Bernardo es de su misma opinión cuando interpreta el monte de la ciencia como aquel en que Lucifer estableció su asiento." (pàg. 137)
Argumentant que sols a l'estulticia se li otorga el perdó de qualsevol pecat deixa anar:
"Mas convincente es el argumento empleado por Cristo en la cruz cuando pide por sus enemigos: «Padre, perdónales» sin dar más excusa que la de su ignorancia: «porque no saben lo que hacen». (pàg. 137). Quan el meu avi renegava, la meva àvia deia "Pare, perdoneu-lo que no sap el que diu". El meu avi renegava més fort i contestava "I tant que sé el que dic".
"..observad como niños, ancianos, mujeres y personas simples, son los que más gozan con las ceremonias sagradas y religiosas." (pàg. 138)
El mite de la caverna de Plató està perfectament resumit en la pàgina 139.
La lluita entre aspectes materials i espirituals -novament referències a Plató- les tenim entre les pàgines 140 i 141.
"Contra éstas, el hombre piadoso entabla una guerra sin cuartel, mientras que el vulgo cree que no hay vida sin ellas. Vienen después las que podríamos llamar afecciones intermedias y cuasi naturales, tales como el amor patrio, el afecto a los hijos, familiares y amigos. La gente vulgar estima grandemente todos estos sentimientos mientras que las personas piadosas tratan de desarraigarlos de su alma o, cuando menos, los subliman en la parte más alta de su espíritu." (pàg. 140) .
Pot ser cal recordar als catòlics que la seva llei indica que Estimaràs a Déu sobre
totes les coses, per tant, inclosos els teus fills. Es el primer manament!.
"La masa, en cambio, piensa que el sacrificio de la misa no significa más que golpearse en torno del altar, oir el estrépito de las voces, y ser mero espectador de otras ceremonias semejantes." (pàg. 141)
L'edició d'Alianza, com és tradició, inclou la contesta a Martin Dorp.
El to es molt més seriós, ja no parla Estultitia, però hi ha algunes perles com un in dubito pro reo:
"Prefiero equivocarme, alabando al que no lo merece, que castigar al que es digno de vituperio." (pàg. 149)
Una nova reflexió sobre Plató:
"Un filósofo tan serio como Platón aprueba las célebres rondas de bebedores en los banquetes porque está convencido de que ciertos vicios no los corrige la austeridad sino la alegría del vino." (pàg. 150)
Un anàlisi de la paranoia:
"Y si alguien se ofende, no tiene por qué echar la culpa al autor. Puede pedirse cuentas a sí mismo, si le place, pues se delata a sí mismo, ya que en las palabras dirigidas a cualquiera, no a un particular, ve un ataque personal." (pàg. 152)
Recorda als que perden els objectius:
"Mas bien condena a hombres que se consideran «el no va más» en teología y que son tan dados a luchas verbales -como dice san Pablo- que no tienen tiempo de leer el Evangelio ni a los profetas ni a los apóstoles". (pàg. 160)
I crítiques a Aristòtil:
"Esta nueva teologia está tan adulterada por Aristóteles, (..) ¿Qué tiene que ver Cristo con Aristóteles o los misterios de eterna sabiduría con la sutil sofistería" (pàg. 161)
Un cert pesimisme:
"... hemos llegado a un punto en que la base de la doctrina expuesta ya no se basa tanto en la doctrina de Cristo cuanto en las definiciones de los escolásticos y en el poder de los obispos. ¡Así están las cosas! En consecuencia, todo está tan complicado que no hay siquiera esperanza de volver a traer al mundo al verdadero cristianismo." (pàg. 162)
Recomanació d'aprendre inglés (val, grec...)
"Por eso, mi querido Dorp, te pido -y seguiré pidiéndote como hice ya- que por tu propio interés completes tus estudios con el aprendizaje del griego." (pàg. 169)
Com diria Jesulín, en dues paraules, IM PRESCINDIBLE.