diumenge, 9 de desembre del 2012

Zadig y otros cuentos de Voltaire


Zadig y otros cuentos.

Traducción, prólogo y notas de Mauro Armiño.
Títol original: Zadig, ou la destinée. Le Monde comme il va. L’Ingénu. Aventure indienne. Le Crocheteur borge.
Alianza editorial 2004
245 pàgines
Portada: I.F.Hayez: Los árabes. Galería de Arte Moderno de Milán.

Contingut:
  • Zadig o el destino (aprox. 1745)
  • Así va el mundo (1748)
  • El Ingenuo (aprox. 1766-67)
  • Aventura india (1766)
  • El mozo de cuerda tuerto (escrit en torn 1712-18 però publicat el 1774)


La primera intenció fou llegir Voltaire. Contes filosòfics de la col·lecció Les Millors Obres de la Literatura Universal. Aquesta edició contenia:
  • Zadig o el destí 
  • El món tal com va
  • Memmó o el seny humà
  • Història dels viatges de Scarmentado
  • Micromegas
  • Càndid o l’optimisme
  • L’ingenu
Els cinc primers han estat traduïts per Pere Gimferrer.
Càndid per Carles Soldevila en 1928 per a la Biblioteca Univers.
L’Ingenu per C. A. Jordana en 1927 per la Col·lecció Popular Barcino.

Vaig començar a llegar Zadig i amb un parell de capítols en vaig tenir prou. Es tracta d’una traducció insuportable. Tal i com es reflecteix en la pàgina 4 “La traducció de les cinc primeres narracions d’aquesta obra ha merescut una subvenció del Servei del Llibre del Departament de Cultura i Mitjans de Comunicació de la Generalitat de Catalunya”. La primera edició és del 1982.

Si no vaig errat, estem al bell mig de la recuperació postfranquista del català. Al setembre del 1983 JR regalaria als espectadors de TV3 els seus “Vatua l’olla” i li diria a una alcohòlica que era un “pendó”. O evolucionàvem o acabaríem agafant-nos-la amb paper de fumar. Per sort vam evolucionar i aquell català fou rebutjat per la parla del carrer.

No posaré en dubte la vàlua del Sr. Pere Gimferrer i els seus coneixements lingüístics però aquesta traducció, a banda de ser una autèntica plasta, va en contra de la voluntat il·lustrada de que el missatge sigui agradable i accessible.  Espero i desitjo que –aquesta traducció- no sigui emprada com a lectura obligatòria. De ben segur seria un bon sistema per foragitar els nous lectors del que ha de ser un plaer, no una tortura.

Total que com que Zadig, malgrat tot, ja m’havia captivat amb els seus encanteris, vaig haver de cercar una alternativa i vaig trobar Zadig y otros cuentos de Alianza Editorial traduït per Mauro Armiño. I el que apuntava a ser una lectura agradable es va confirmar.

En Zadig, segons Mauro Armiño, cal identificar la cort babilònia amb Versalles i Astarté amb Mme. Pompadour.

Zadig fou escrit en 1745, quan finalitza la relació que havia tingut amb  la física i matemàtica Mme du Châtelet –Émilie- des de 1735. Segons la Wikipedia:

Voltaire y Émilie se habían conocido cuando esta era una niña, ya que el filósofo había visitado ocasionalmente la casa de su familia. Se reencontraron en mayo de 1733, en una de las primeras ocasiones en las que Émilie salió después del nacimiento de su tercer hijo, y establecieron rápidamente una fuerte relación.
En mayo de 1734, cuando Émilie y Voltaire asistían en la Borgoña a la boda del duque de Richelieu, amigo de ambos, llegaron de París rumores de que había una orden de arresto contra Voltaire a causa de sus “cartas inglesas” (después publicadas como Cartas filosóficas), que habían sido editadas sin permiso. Ante estas circunstancias, Mme du Châtelet le ofreció refugio en su castillo de Cirey, en el norte del país, donde podía conservar el anonimato y salir rápidamente de Francia si fuera necesario. El 4 de mayo de 1734, Voltaire se dirigió a Cirey para instalarse.
Estando Voltaire aún en el castillo, dado que la orden de arresto seguía en pie, Émilie volvió a París, pero fue madurando la idea de vivir con él. En el verano de 1735 se trasladó de nuevo a Cirey, donde permaneció durante algunos años, con lo que buscaba tanto la seguridad de Voltaire como una relación segura y duradera. El castillo de Cirey se convirtió en el centro de promoción de la física newtoniana en Francia y era frecuentado por algunos de los científicos más importantes del momento. Sus habitantes establecieron un contacto permanente con los más importantes matemáticos y físicos de su época y con las academias científicas de Berlín, Escandinavia y Rusia.
En los años que pasó en Cirey, Émilie desarrolló un proyecto de vida personal basado en el amor, en la amistad y en el estudio. La pareja acumuló una biblioteca de 21.000 volúmenes, que era el equivalente de una biblioteca universitaria en el siglo XVIII, y que incluía tanto autores antiguos como contemporáneos. Émilie prosiguió con sus propios estudios, leyó a autores ingleses como Locke y Mandeville y sobre todo estudió álgebra y física, decantándose por la teoría newtoniana frente al cartesianismo imperante en Francia en aquellos momentos. Además, se preocupaba activamente de la casa y de su arreglo personal, ya que era muy aficionada a las joyas y los aderezos. Esta es la imagen representada en el retrato que le pintó Maurice Quentin de La Tour, como una mujer que ostentaba tanto su condición femenina (con joyas y “pompones”, como decía Voltaire) como su capacidad como científica, con los instrumentos habituales de la física.
Émilie también tomaba parte activa en el trabajo de Voltaire y leía y opinaba sobre todo lo que escribía. Ambos trabajaron en la misma época en la física newtoniana y cuando Voltaire publicó Les Élements de la Philosophie de Newton (1738), Émilie aparecía en la portada representada como su musa, transmitiéndole los “divinos” pensamientos de Newton. En efecto, aunque la obra estaba firmada solo por Voltaire, este señaló en el prólogo la importancia de la contribución de Émilie, sobre todo en la parte de óptica. Cuando Voltaire abandonó sus estudios de física para volver a dedicarse al teatro, Émilie siguió apoyándolo e intentando por todos los medios que sus obras se representaran en las mejores condiciones posibles.
La pareja pasó unos años de intensa relación trabajando en soledad y disfrutando de lujos inusuales como la bañera que Voltaire instaló para los baños diarios de Émilie. Disciplinada y tenaz, la marquesa du Châtelet dormía solo unas pocas horas al día y dedicaba otras dos para comer y conversar un rato, dedicando el resto del tiempo a sus estudios y experimentos. Voltaire describe así su vida: “Leemos algunos cantos de Juana, la doncella, o una tragedia a mi manera, o un capítulo de Luis XIV. Desde allí volvemos a Newton y a Locke, no sin vino de Champagne y sin excelente comida, pues somos filósofos muy voluptuosos…” También representaban obras teatrales, utilizando como actores a sus poco frecuentes visitantes, incluido el marido de Émilie.
Madame de Graffigny, que pasó tres meses invitada en Cirey, escribió a sus amigos que Émilie tenía muchas joyas, presumiblemente regalos deVoltaire, y que la pareja hablaba en inglés cuando discutía. También afirmó que a los visitantes se les atendía solo por la tarde; durante el día se esperaba de ellos que permanecieran en sus habitaciones leyendo o que se entretuvieran por sí mismos. Voltaire y Émilie trabajaban durante el día, se mandaban notas con frecuencia y a menudo se reunían para hablar de su trabajo.
El marqués du Châtelet, en los períodos en los que no estaba ocupado en ninguna campaña militar, solía pasar también temporadas en su castillo de Cirey, dedicado a la caza y sin entrometerse en los asuntos de su mujer. De esta forma, se respetaban las convenciones sociales y se evitaba el escándalo. Puede parecer extraño que el Marqué du Châtelet accediera a la vida de la pareja en Cirey e incluso la visitara. El hecho es que Voltaireprestó 40.000 francos al marqués a bajo interés para la renovación del castillo y se hizo cargo de los a menudos extravagantes gastos de Émilie.
Uno de los visitantes que tuvo la pareja en Cirey fue el físico Francesco Algarotti, en el invierno de 1735. Algarotti se benefició de la extensa biblioteca de Émilie y de su laboratorio, en el que ambos realizaron diversos experimentos de óptica. El físico tenía previsto publicar un libro sobre Newton y prometió a la marquesa que tanto su nombre como su fotografía aparecerían en él, como agradecimiento a su ayuda. Sin embargo, cuando publicó en1738 su Newtonianismo per le dame no le dedicó el libro como ella había esperado, sino al cartesiano Fontenelle, lo que le supuso una gran decepción.
A finales de 1739, Mme du Chàtelet viajó a Bruselas para encargarse del seguimiento de un pleito que los du Châtelet habían entablado por una herencia. Con ella se trasladaron su hijo, Voltairey König, el matemático suizo contratado en aquel momento como su preceptor. La familia permaneció un tiempo en Bruselas y a pesar de que dio sonadas fiestas para introducirse en la nueva sociedad, Émilie continuó con sus trabajos en física newtoniana.
A partir de su estancia en Bruselas, la pareja viajó más y Cirey se convirtió poco a poco en una morada temporal. Pasaron largas temporadas en Lunéville, en Lorena, invitados por la señora de Boufflers. También pasaban mucho tiempo en París, donde volvieron a frecuentar a viejos amigos como el duque de Richelieu o el conde de Argental, y practicaron la vida de la corte en Versalles. Cenaban en compañía de amigos, acudían a espectáculos, y Mme du Châtelet jugaba con frecuencia a las cartas, algo por lo que siempre había sentido gran afición. En esta época, los estudios de Émilie se resintieron y ella se quejaba de que no tenía tiempo para dedicarse a sus investigaciones.
Hacia 1745 la relación sentimental entre Mme du Châtelet y Voltaire se rompió, ya que este mantenía en ese momento un intenso romance con Mme Denis. Sin embargo, su relación de amistad era tan fuerte que siguieron viviendo juntos hasta la muerte de Émilie.

Per fer-nos una idea  del caràcter de Émilie cal tenir present aquesta anècdota:

En esa época, las reuniones en la Academia de las Ciencias francesa eran el centro de las discusiones científicas, pero no estaban abiertas a las mujeres. Los otros lugares donde se discutían estas cuestiones eran los cafés de París, pero allí tampoco dejaban entrar a las mujeres. En una ocasión, en 1734, Émilie intentó entrar en el Café Gradot para discutir de matemáticas con Maupertuis. Este café de París era el más famoso como lugar de reunión de matemáticos, astrónomos y físicos. A Émilie, sin embargo, le prohibieron la entrada porque no se admitía a mujeres. Esta volvió una semana más tarde, pero vestida como un hombre. No intentaba engañar a nadie, sino poner en evidencia lo que consideraba una regla ridícula. Esta vez la dejaron entrar y la sirvieron adecuadamente

A destacar en Zadig:

“Resultaba sorprendente ver que, aunque sobrado de ingenio, nunca se burlaba de los demás con esas palabras tan vagas, tan necias y tan tumultuosas de las maledicencias temerarias, de las decisiones ignorantes, de las chocarrerías groseras, del vano ruido de palabras que en Babilonia recibe el nombre de conversación.” pàg 25

“Esos celos, que solo su vanidad había engendrado, le hicieron creer que amaba desesperadamente a Semira.” pàg. 27 El nom de Semira recorda a Semramis, encarnació de la infidelitat conjugal.

“A él (Zoroastre) deben las naciones el siguiente gran principio: que vale más arriesgarse a salvar a un culpable que condenar a un inocente”. Pàg 45

“...hacía representar tragedias en las que se lloraba, y comedias en las que se reía, cosa que estaba pasada de moda hacía mucho, y que él hizo renacer porque tenía buen gusto.” pàg 49

“Si ambos estuvierais de acuerdo, podríais engañar a todos los ojos: una pasión naciente y combatida estalla; un amor satisfecho sabe ocultarse.” pàg 52-53

“Admiraba aquellos vastos globos de luz que sólo parecen débiles chispas a nuestros ojos, mientras la tierra, que en realidad no es más que un punto imperceptible en la naturaleza, a nuestra codicia le parece algo tan grande y tan noble. Se imaginaba entonces a los hombres tal como en efecto son, insectos que se devoran unos a otros sobre un pequeño átomo de barro.” pàg. 56

“-Él me ha obligado a matarle; os he vengado; estáis libre del hombre más violento que nunca he visto. ¿Qué queréis ahora de mí, señora?
-Que mueras, malvado, le responde, que mueras; has matado a mi amante y querría poder desgarrar tu corazón.” pàg. 58

“-Vuestra Grandeza puede quedarse aquí hasta mañana y la piedra no habrá llegado todavía; está a más de seis millas de aquí, y se necesitarían quince hombres para removerla.
-Pues bien –exclamó Zadig, ya os había dicho que la piedra daría testimonio; dado que este hombre sabe dónde está, confiesa, por tanto, que sobre ella fue contado el dinero.” pàg 62 (No puc evitar recordar a Jack Nicholson en A Few Good Men).

“…¿Quién de nosotros se atreverá a cambiar una ley que el tiempo ha consagrado? ¿Hay algo más respetable que un antiguo abuso?
-La razón es más antigua, replico Zadig.” pàg. 64

“…Soy devota; perdería mi reputación, y todo el mundo se burlaría de mi si no me quemase”. pàg. 65

“…Zadig partió después de haberse arrojado a los pies de su hermosa liberadora.” pàg  73 del capítol 13 “Las citas”. En aquest punt es pot modificar el final del relat. En l’edició de Alianza hi ha un comentari, (al final dels dos capítols de l’apèndix) que sembla de Voltaire, recomanant la correcta ubicació. En l’edició de MOLU es fa referència a l’aparició dels dos capítols de l’apèndix, per primer cop,  en l’edició de Kehl però no apareix la recomanació voltariana.

“...que uno se encuentra siempre perfectamente con sobriedad y ejercicio,...” pàg.89

“-Pero –dijo Zadig-, ¿si no hubiera más que bien y no existiera el mal?
-Entonces –contestó Jesrad-, esta tierra sería otra tierra; el encadenamiento de los sucesos sería otro orden distinto de sabiduría; y ese otro orden, que sería perfecto, no puede estar más que en la morada eterna del Ser Supremo, a quien el mal no puede acercarse. Ha creado millones de mundos, ninguno de los cuales puede parecerse al otro. Esta inmensa variedad es un atributo de su poder inmenso.” pàg. 101 Encara falten 10 anys pel terratremol de Lisboa que quedarà reflectit en Càndid.

A destacar en Así va el mundo:

“Entretanto se declaró la paz. Sin haber conseguido la victoria ninguno de los dos, los jefes de ambos ejércitos, que sólo por interés propio habían hecho derramar la sangre de tantos hombres semejantes suyos, se fueron a solicitar recompensas a sus respectivas cortes.” pàg. 120

“¡Vaya!, exclamó Babuc, estos pueblos entierran a sus muertos en los mismos sitios donde adoran a la Divinidad. ¡Vaya! ¡Sus templos están empedrados de cadáveres!” pàg. 122 Es a dir, com qualsevol catedral catòlica…

A destacar en El Ingenuo:

“Su comprensión era más vivaz y nítida porque, como su infancia no se había visto cargada con las inutilidades y estupideces que abruman la nuestra, las cosas entraban en su cerebro sin nubes.”  pàg.  155

“La buena Kerkabon se estremecía ante la idea de que su sobrino, que parecía resuelto y expeditivo, hiciera por si mismo la operación [circumcissió] con gran torpeza, y que de ella resultasen lamentables secuelas en las que siempre se interesan las damas por bondad del alma.” pàg 156

“El Ingenuo, que tenía mucho sentido común y rectitud, discutió, pero reconoció su error, cosa bastante rara en Europa entre gentes que discuten;” pàg. 156

“El recoleto lanza alaridos que hacen temblar la iglesia. Acuden todos al alboroto, ven al catecúmeno vapuleando al monje en nombre de Santiago el Menor.” Pàg. 157 (exigint-le al mossen la segona part del “Confesaos los unos a los otros”)

“El Ingenuo era obstinado, porque era bretón y hurón. Volvía una y otra vez a lo del eunuco de la reina Candace, y aunque su señora tía y la señorita de Saint-Yves, que le habían observado entre los sauces, estuviesen en condiciones de decirle que no era el más indicado para citar a semejante hombre, no hicieron sin embargo nada, por ser mucha su discreción.” pàg. 159

“Ah, cuanto queráis, señorita, todo cuanto me ordenéis: bautismo de agua, bautismo de fuego, bautismo de sangre; no hay nada que pueda negaros.”  pàg. 160 El baptisme de foc estava relacionat amb les paraules de Sant Joan Baptista a San Lluc: Voltaire ho recull indicant que “Muchas otras sociedades cristianas aplicaron un cauterio al bautizado con un fuego al rojo, decididas a esa sorprendente operación por estas palabras de San Juan Bautista a San Lucas: -“Yo bautizo con agua, pero el que viene detrás de mí bautizará con fuego”. Lucas III,16 “

“Habían dado al bautizado el nombre de Hércules. El obispo de Saint-Malo no cesaba de preguntar quién era aquel patrono del que no había oído hablar nunca. El jesuita, que era muy sabio, le dijo que era un santo que había hecho doce milagros. También había hecho un decimotercer milagro que valía tanto como los otros doce, pero del que no convenía que hablara un jesuita: era el de haber convertido en mujeres en una sola noche a cincuenta doncellas. Un bromista que allí se encontraba elogió dicho milagro con mucha energía. Todas las damas bajaron la vista, y dedujeron de la fisonomía del Ingenuo que era digno del santo cuyo nombre llevaba.” pàg. 163

“El Ingenuo le respondió que no había necesidad de consentimiento a nadie; que le parecía extremadamente ridículo ir a preguntar a otros lo que se debía hacer; que cuando dos partes estaban de acuerdo, no se necesita un tercero para conciliarlas.” pàg. 163

“-Os repito que es imposible: es vuestra madrina; una madrina comete un pecado espantoso si estrecha la mano de su ahijado; no está permitido casarse con la madrina de uno; las leyes humanas y divinas se oponen a ello.” pàg. 165. Voltaire ataca amb bastant freqüència aquest tabú. Probablement tingui a veure que ell va conneixer a Émilie quan va neixer.

“Le explicaron quien era el papa, y el Ingenuo quedó aún más asombrado que antes.
-Querido tío, en vuestro libro no se dice una palabra de todo esto; he viajado, conozco el mar; aquí estamos junto al océano, ¿y he de abandonar la señorita de Saint-Yves e ir a pedir permiso para amarla a un hombre que vive en el Mediterráneo, a cuatrocientas leguas de aquí, y cuya lengua no entiendo?” pàg. 166
“-Entonces, gentes muy malvadas debéis de ser cuando entre vosotros se necesitan tantas precauciones.” pàg. 168

“El cuarto ya estaba ocupado por un viejo solitario de Port-Royal, llamado Gordon” pàg. 180 Sembla que fa un homenatge a Thomas Gordon, mort el 1750, gran adversari de la intolerància. Voltaire considerà La impostura sacerdotal de Gordon com a digne de Demòstenes.

“-Pero –dijo-, ¿por qué alivian las lágrimas? Me parece que deberían provocar un efecto contrario.
-Hijo mío, en nosotros todo es físico –dijo el buen anciano-; toda secreción hace bien al cuerpo, y cuanto lo alivia, alivia el alma; somos las máquinas de la Providencia.” pàg. 182

“-Sí que es extraño –dijo el Ingenuo-; todos los desdichados que conozco lo son únicamente por causa del papa.” pàg. 183

“En la historia antigua de China hay una cosa que, ante todo, me sorprende, y es que casi todo es verosímil y natural en ella. La admiro porque no tiene nada de maravilloso.
¿Por qué se han dado todas las demás naciones unos orígenes fabulosos? pàg. 188

“Molière le encantó. Le daba a conocer las costumbres de París y del género humano:
-¿Cuál de sus comedias preferís?
-El Tartufo, sin dudarlo.” pàg. 191

Referent al arquebisbe de París Françoise de Harlay de Champvalion, la nota de la pàgina 195 indica: “Ahora se trata de encontrar a alguien que se encargue de la oración fúnebre del muerto; dicen que sólo hay dos pequeñas bagatelas que hacen difícil esa tarea: su vida y su muerte. Según Voltaire, este obispo fue el que negó a Molière la sepultura en tierra de cementerio cristiano.

“…luego venían los confesores de las princesas; los ministros no los tenían: no eran tan tontos.” pàg. 198

En la pàgina 199 hi ha una nota que explica que Voltaire no volia que el nom de St. Pouange. Li diu al seu editor el 16/09/1767: “Por lo demás, en lugar de poner las letras iniciales del nombre de St. Pouange, no hay más que poner el Marqués de Ménange; esto despista todavía más y es más agradable para el lector.”

“La causa del rápido desarrollo de su mente se debía casi tanto a su educación salvaje como al temple de su alma. Porque, al no haber aprendido nada en su infancia, no había aprendido prejuicios. Al no haber sido torcido su entendimiento por el error, había permanecido en toda su rectitud. Veía las cosas como son, mientras que las ideas que nos dan en la infancia nos las hacen ver toda nuestra vida como no son:” pàg. 200

Nota de la pàgina 204: Voltaire indica en el seu Dictionnaire philosophique que “Le Pédagogue chrétien es un excelente libro para necios.

“El ministerio de confesor, que he ejercido durante mucho tiempo, me ha permitido conocer la intimidad de las familias; pocas he visto que no estuvieran sumidas en la amargura, mientras por fuera, cubiertos con la máscara de la felicidad, parecían nadar en la alegría, y siempre observé que los grandes pesares eran fruto de nuestra codicia desenfrenada.” pàg. 220

“Ningua lengua tiene expresiones que respondan a ese colmo de dolores; las lenguas son demasiado imperfectas.” pàg. 223

“-¿Pensáis acaso que hay alguien en esta tierra que tenga derecho y poder para impedirme acabar con mi vida?
Gordon se guardó mucho de exponerle esos enfadosos tópicos con que se trata de probar que no es lícito usar la libertad propia para dejar de existir cuando uno se encuentra horriblemente mal.” pàg. 227

A destacar en Aventura India:

“Pitágoras pensó que desde la hierba hasta el hombre había muchos motivos de pesadumbre. Sin embargo, hizo entrar en razón a los jueces, e incluso a las devotas, cosa que sólo ha ocurrido esa vez.” pàg. 235

A destacar en El mozo de cuerda tuerto:

“Melinade –ése es el nombre de la dama; mis razones he tenido para no decirlo hasta aquí, porque aún no estaba inventado-“ pàg. 242

“…pero Mesrur no tenía el ojo que ve el lado malo de las cosas.” pàg 245

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