dissabte, 11 de febrer del 2017

Diosas (Joseph Campbell) CAPÍTULO II DIOSA-MADRE CREADORA

CAPÍTULO II DIOSA-MADRE CREADORA
Los estudios más recientes sitúan los cultos más antiguos de la Diosa en torno al 7.000 a.C. en Europa. En la India hacia el 2.500 a.C.

La aparición de la agricultura por esquejes –no semillas, la horticultura y la domesticación animal parece que se remonta al 11.000 a.C. junto a los ríos de Tailandia, Camboya y Vietnam. Las mujeres eran las encargadas de estas tareas mientras los hombres se dedicaban a la pesca.

La agricultura con semillas y el arado se relacionan con el acto sexual y pasa a ser competencias de los hombres.

Çatal Hüyük sería probablemente la primera comunidad urbano-agrícola. Su estructura es similar a la de los indios Pueblo del SW americano. Se entra y se sale mediante escaleras por los terrados. En sus cerámicas del 6.000 a.C. ya aparece la Diosa. Hasta el cuarto milenio a.C. no se construyen murallas como defensa a los ataques de los semitas del sur. Sargón I sería el primer conquistador del que hay noticia escrita en 2350 a.C.

La pieza de esquisto verde con la Diosa con un hombre y la Diosa con un niño manifestando su poder transformador es del 5.800 a.C.

La Diosa dando a luz flanqueada de dos grandes felinos se encontró en un granero. Se trata de una diosa de fecundidad y de la agricultura a la que se le reza para obtener buenas cosechas. La vinculación con los felinos se mantendrá hasta la Edad Media con la bruja y el gato negro.

Esa disposición se mantiene en las representaciones de Cibeles en la Roma del siglo III d.C. Cibeles llega a Roma en el siglo II a.C. y se hace muy popular. En su cabeza lleva una corona que simboliza la ciudad. Es una diosa protectora de la ciudad cuyos muros simbolizan el tiempo y espacio que nos rodea constituyendo un microcosmos. Lleva el disco solar que permite al alma acceder al infinito y renacer. Los leones que le acompañan simbolizan el sol [en la estatua madrileña, los leones son Atalanta e Hipómanes. Parece ser que una vez vencida en la carrera, Atalanta abandonó su talante reprimido y, no pudiendo aguantarse, tuvo relaciones con Hipómanes en un templo de Cibeles quien les castigó convirtiéndolos en leones que, según los griegos, no se podían aparear entre ellos sino con leopardos. También, en Madrid, tenemos a Atis, que enloqueció por su amor a Cibeles y se auto-castró]. En esta tradición, la luna es masculina. En algunas tradiciones griegas se vincula Cibeles con Rea y Atis pasa a ser su hijo muerto y renacido. Sus siervos son los coribantes seres demoníacos semi-humanos. Los sacerdotes, llamados galos, eran eunucos auto-castrados vestidos con ropa femenina, con el pelo muy largo y untados con ungüentos fragantes.

En algunas representaciones de Çatal Hüyúk de la Diosa, los leones se miran de frente y son macho y hembra. Para llegar a la Diosa, para trascender, hay que pasar entre los leones. Cruzar los opuestos, las Simplégades, es abandonar la inocencia del Jardín del Paraíso.

En Çatal Hüyük vemos una Diosa pariendo un toro, símbolo de la luna y de la muerte y el renacimiento. En otro altar de la misma ciudad hay una cabeza de toro sobre una calavera humana. Un buitre, agente de la Diosa, se abalanza sobre un cuerpo sin aquella cabeza para reciclarlo. Es como la Diosa buitre Nekbet de Egipto. En un Sutra, Buda se dirige a sus seguidores desde una montaña –como Jesús o Moises- El nombre de la montaña es la Colina de los Buitres.

Marija Gimbutas advierte que las piernas humanas del buitre demuestran que se trata de la Diosa que ha adoptado la forma de buitre señalando la coincidencia de vida y muerte.

La cabeza sería el centro de la conciencia [eso es discutible, en muchas culturas la conciencia se creía que residía en el corazón] que ha de reencarnarse. Los dioses muertos y renacidos del Mediterráneo están vinculados a la Luna: Osiris, Atis, Adonis y Jesús. La Luna pasa tres noches en la oscuridad igual que Jesús estuvo tres días muerto.

Entre los Malekula de la Polinesia, los hombres, al no tener nada que hacer se montan sus sociedades secretas iniciáticas basadas en la obtención de colmillos de cerdos con varios anillos. Es un método iniciático para superar los laberintos que conducen a la morada de los muertos que solo pueden superar sacrificando su cerdo a la Diosa.

Otro rito Malekula vinculado al cerdo es la entrega al niño de un cerdo al que ha de tomar afecto. Cuando el niño quiere más al cerdo, el padre le ayuda a sacrificarlo. De ese modo consigue desvincularse del mundo afectivo femenino. Más adelante cuidará otro cerdo que también sacrificará y reforzará la superación del principio erótico por el principio de la agresividad.

Gimbutas señala la relación entre las sociedades agrícolas y la civilización. En cambio, a partir del 4.000 a.C. los indoeuropeos llegan al Don y al Volga con sus dioses masculinos y su modo de vida ganadero. El culto a la Diosa aguanta en el Egeo hasta el 1500 a.C.

Algunas figuras de la Diosa demuestran que no solo es un símbolo de fecundidad. La presencia de cuellos largos y cabeza de ave evocan el pilar que constituye la energía cósmica y la espiritualidad en forma de ave. La Diosa es fertilidad, pero también es quien nos recibe en la muerte y quien nos da la espiritualidad creativa.

La función espiritual aviforme la tenemos en la paloma de Afrodita y en el pavo real de Hera.

La edad del cobre es el tiempo del uso de ese material para herramientas y arte. Aún no han llegado los indoeuropeos con su bronce aplicado a las armas.

Sir James Frazer, en 1890, vinculaba a Deméter y Perséfone con el cerdo y el laberinto.

Fuera de la tradición bíblica, la serpiente es símbolo de renovación junto al toro y a la Luna.  El águila, ave solar, ataca a la serpiente que renace El león, símbolo del Sol ataca al toro que renace, El Sol, mata a la Luna que siempre renace. Así, el toro, siempre macho, es el principal animal sacrificado en Europa.

En 3500 a.C. los indoeuropeos atraviesan los Balcanes y llegan a Grecia pero no ocupan Creta hasta el 1.500 a.C. Por tanto, el culto a la Diosa se mantiene en Creta hasta esa fecha.
Michael Ventris, tras la Segunda Guerra Mundial consigue descifrar el Lineal B de los palacios minoicos que había descubierto Evans en Cnosos y que había datado hacia el XIII a. C. Ventris demostró que era una forma indoeuropea de griego arcaico. Así pues, los indoeuropeos llegaron a Creta pero no la dominaron como la Grecia continental.

En Creta la Diosa se presentaba con un hacha de doble filo o labrys (de aquí la palabra laberinto) en cada mano. La forma es lunar. Se sacrificaba un toro macho –el que renace- nunca una hembra –la que transforma.

A diferencia de las mitologías androcéntricas, en Creta, el Sol es femenino y la Luna masculino. Ha quedado en el alemán (die Sonne y der Mond). En el círculo polar ártico hay una leyenda en que “la sol” descubre que su hermano luna la visita cada noche. Al ser consciente que es su hermano huye pero, en cada eclipse, su hermano luna le caza y se produce su ocultación,

En los ritos taurinos cretenses, el torero es el sol femenino y el toro la luna masculina.

Frazer, en La rama dorada, indica que en las sociedades más arcaicas, la víctima favorita es el rey, puesto que es el más perfecto. Su sacrificio sería cada ocho años de acuerdo con el ciclo de Venus. Nunca había representaciones de reyes viejos porque morían antes.

En el círculo de Nestor, dominan las figuras femeninas danzantes. En general, el componente femenino busca la experimentación a diferencia del componente masculino más centrado en lo teórico. La danza es la expresión de las bacantes en los ritos dionisíacos.

El objetivo de la meditación y de los actos mistéricos es avanzar entre los opuestos (yin y yan). En el siglo XIII, Eschenbach describe en su Parzival el Grail como un recipiente traído desde el cielo por ángeles neutrales en la lucha entre Dios y Lucifer. En francés Parce le Val significa el que atraviesa el valle.

Hacia 1480 a.C. [la datación no es precisa] se produce la explosión de la Isla de Tera (actual Santorini) que era, junto a Creta, el principal centro de devoción de la Diosa. La explosión solo es comparable con la de Krakatoa [hay evidencias en árboles de Canadá]. El tsunami afectó a Creta, Palestina y Egipto. Para muchos ahí está el origen de la Atlántida. A partir de ese momento, los micénicos indoeuropeos con sus hachas de bronce se convierten en la cultura dominante y la Diosa cede su lugar al dios masculino.

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